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2010/11/25

Contra Punto-El Salvador: un país que mata a sus jóvenes - Noticias de El Salvador - ContraPunto

 Por Nelson Rentería.25 de Noviembre. Tomado de Contra Punto.
Los niveles de violencia en El Salvador cobran un promedio de 12 muertos diarios, una cifra por demás desastrosa, pero éstas se vuelven más drásticas cuando se cae en la cuenta que las cifras indican  un genocidio contra la población joven.  

SAN SALVADOR – Le llamaremos Esteban, por seguridad. Por ahora su nombre es lo de menos. Esteban cuenta que una noche cualquiera, en su natal ciudad de San Juan Nonualco, escapó de la muerte tras un atentado. Sobrevivió, pero su vida nunca volvió a ser la misma.

Esteban tiene 29 años, ocho de ellos los ha pasado recorriendo el pueblo en una silla de ruedas. Una bala le dañó la columna vertebral y lo dejó sin movilidad en las piernas.
“Me atacó un pandillero, me lesionó, lesionó a otras personas que estaban conmigo. Y debido a eso, hasta esta fecha estoy con lo que es la lesión en la medula, en la columna y no puedo caminar”, relató a ContraPunto.
Narró que una noche de verano, a eso de las siete de la noche, salió junto a su hermano y dos amigos en busca de pupusas para cenar. El grupo de jóvenes tenía por costumbre conversar en uno de los parques de la aldea, donde aparentemente también solían reunirse algunos pandilleros.
Estaban conversando cuando pasó un sujeto conduciendo una bicicleta, sacó su revólver y descargó cuatro tiros. Dos de ellos errados y los otros dos terminaron, uno en la columna de Esteban y otra en la cabeza de su amigo, quién también se salvó de morir, pero perdió la vista.
“Yo nada que ver con cosas de pandillas, entonces mi trabajo era primordialmente, de lunes a domingo, de domingo a domingo. No me quedaba tiempo para andar en la calle perdiendo el tiempo”, sostuvo.
En el momento del ataque Esteban tenía 21 años y se desempeñaba como mecánico  de maquinaria industrial de bordado y costura. Ahora está desempleado, con innumerables afectaciones de salud y esperando una oportunidad para poder trabajar como discapacitado.
Sin embargo, a cientos de jóvenes salvadoreños la muerte o sus verdugos no les han dado una oportunidad. Basta recordar a los 4 hombres, entre ellos 3 adolescentes, acribillados en octubre pasado en la ciudad de Quezaltepeque, La Libertad.
Que decir de estudiantes violadas y brutalmente asesinadas, los descubrimientos de cuerpos enterrados en las zonas rurales y matorrales, los hallazgos de cabezas y otros miembros del cuerpo de los y las jóvenes víctimas en carreteras.       
Cifras Negras
La historia de Esteban no es distinta a la de cientos de jóvenes que mueren en similares condiciones en el país. La diferencia radica en que él si pude relatar su anécdota, aunque fuese con pseudónimo, por temor a nuevas represalias de su atacante, que según dijo aún anda libre.
Estadísticas oficiales indican que en el primer semestre de 2010 se reportaron un total de 2.468 homicidios en El Salvador, de los cuales 2.100 corresponden al sexo masculino y el resto, 336 al femenino.
El sociólogo e investigador Enrique Gomáriz señala que estos niveles de violencia ya son insostenibles, que están erosionando el sistema democrático del país y que de un momento a otro terminará por estallar en una dictadura, donde alguien pondrá orden por la fuerza.
“Estos niveles de violencia no se soportan en ninguna sociedad democrática y eso de que en 15 años más, esto va a bajar, es falso. Si se mantienen los niveles de violencia que se mantienen hasta ahora, en 15 años más esto se va al carajo, la democracia se va al carajo”, expresó.
Gomáriz sostiene que los políticos y muchos sectores de la sociedad tienen la idea errónea de que la violencia que vive el país es un “vendaval que pronto pasará”, pero no han caído en la cuenta de que en realidad se han acostumbrado a vivir y a tolerar la violencia.
Las cifras escandalosas en sí mismas, se tornan más oscuras cuando se cae en la cuenta de que la mayoría de las víctimas mortales por violencia en el país es la población joven.
Del total de muertos 2.466 en los primeros seis meses del año, 1.186 corresponden al rango de edad entre los 18 y 30 años de edad. De esta cantidad 1.051 son hombres y 135 son mujeres.
“Vivimos en un país altamente violento. Se habla que en términos generales de 12 homicidios al día, de esta cifra, se habla que al menos la mitad corresponde a personas menores de 25 años, es decir estamos hablando de jóvenes”, dijo Leonor Arteaga, procuradora adjunta de niñez y juventud de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDDH).
Según los datos del quinto Censo de Población y de Vivienda realizado en 2007, en El Salvador habitan un total 5.7 millones de personas, de los cuales el mayor grupo poblacional se ubicaba entre los 10 y 14 años.
Si la violencia castiga en general al país, lo hace con mayor intensidad contra los jóvenes. En resumidas cuentas si el máximo de población salvadoreña se encuentra entre los adolescentes y jóvenes, la violencia se está encargando de acabar con ellos.
“Lamentablemente hay problemas para entender la naturaleza del proceso y hay desconocimiento de lo que está pasando en realidad (…) ¡Es genocidio! No conocemos la dimensión del asunto”, expresó con indignación Enrique Gomáriz.
Asegura que estas cifras de homicidios entre la población joven (sobre todo en hombres) ya está afectando la pirámide de edades, y que sólo a través una política nacional puede resolverse el problema de homicidios, de lo contrario serán meras políticas gubernamentales.  

Escenarios de muerte

La inseguridad y la violencia en el país no es una representación teatral, pero posee un alto grado de dramatismo que la convierte en una tragedia nacional, que pocos se atreven a reconocer pese a tenerlos frente a sus ojos en un escenario cotidiano.
Las estadísticas policiales indican que la mayoría de los homicidios en el país se producen entre las 4:00 tarde y las 7:59 de la noche. Del total de 2.466 muertes, 633 se reportaron entre esas horas.
El segundo horario más alto se registra entre las 8:00 y 11:59 de la noche, en este rango se reportaron un total de 455 homicidios.
Las cifras reflejan que al parecer existe una fiebre de sábado para homicidios, ya que es el día de la semana cuando se reportan más víctimas, un total 406; seguido del domingo donde se reportan 386.
La presidenta del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP), Aída Santos de Escobar, asegura que las muertes de jóvenes y adolescentes tienen que ver en horarios de ocio.
“Si somos acuciosos, nos damos cuenta que estas muertes se dan en horas donde no hay supervisión de los padres y los jóvenes tienen demasiado tiempo libre”, dijo de Escobar a ContraPunto.
Pareciera ser que el famoso dicho de los abuelos y padres cobra vigencia en estos días: “No andes en la calle porque es peligroso”. Las estadísticas policiales indican que el mayor número de homicidios ocurren en la calle con 1.376 casos.
Factores de riesgo
En el país nadie está exento de la violencia, pero existen regiones donde existen mayores probabilidades para la muerte de jóvenes, entre ellos destacan lugares como canchas, discotecas, pero sobretodo el ambiente de violencia en sus lugares de hábitat.
“Tiene que ver con factores de pobreza. Muchos jóvenes están expuestos a la vida pública y las causas de la violencia criminal en sus colonias”, dijo la procuradora Arteaga.
Un estudio del CNSP indica que “los y las jóvenes enfrentan diferentes limitantes en cuanto a su plena libertad”, debido a que las comunidades donde se desarrollan, pueden convertirse en “nuevas cárceles”.
Sostienen que los espacios deteriorados, abandonados y poco atractivos, propician que los criminales se apropien de éstas áreas para cometer delitos, favorecidos por la desolación de los lugares y la poca iluminación.
Además, estudios policiales indican que existe un nuevo fenómeno en las generaciones influenciadas por los altos niveles de violencia en sus zonas habitacionales.
Los policías se están enfrentando a nuevas generaciones de pandilleros que han sufrido una metamorfosis, debido a que sus padres o están muertos o están cumpliendo una condena.
En la actualidad los “nuevos” pandilleros son reclutados desde tempranas edades (antes de los 16 años) y son utilizados para el crimen organizado, narcotráfico, extorsiones y sicariato. Las pandillas con el lema de una “vida loca” es una cosa del pasado.
Para el sociólogo Gomáriz la edad es un factor clave para la resolución del problema de la violencia, debido a que muchas de las medidas que toman las autoridades son “adultocráticas” y que por ende suelen fallar.
Para él, la violencia en los jóvenes y adolescentes no tienen nada que ver con la falta  de trabajo y un provenir oscuro, tomar una postura de este tipo sería “promover el trabajo infantil”, que más bien debe existir una política de prevención para evitar el ingreso de adolescentes en las llamadas “Maras”.
De la misma idea es la presidenta del CNSP, Aída Santos de Escobar, para ella se debe fortalecer el núcleo familiar y fomentar la participación en actividades de prevención, a través de la educación, deporte, arte y cultura.
De las cifras a la realidad
Decenas de jóvenes mueren en el país incrementando la extensa y cruel lista de homicidios. Las cusas pueden ser diversas, como crímenes pasionales, delincuencia común, rencillas, malas miradas, discusiones por parqueos y por relaciones con pandillas.
Una minoría logra sobrevivir al flagelo de la violencia, pero llevan sobre sus espaldas el peso de sus efectos, otros hasta el momento, han sido afortunados.
“Me siento con expectativas de vida son grandes, bueno mis expectativas no bajan pero igual ya no puedo hacer lo que hacía antes. Mi vida la vivo con mi enfermedad y todo, pero no es igual”, dijo Esteban.
El joven de 29 años ahora se aferra al sueño de poder conseguir una oportunidad, espera poder adquirir un equipo de sonido para poder amenizar eventos y continuar viviendo, pese a que una noche cualquiera una bala le cambió la vida.

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