Escrito por Víctor René Marroquín.Viernes 04 de Diciembre. Tomado de Diario Co Latino.
En la actualidad, cuando se habla, escribe, oye y se teoriza sobre modelos económico-políticos, alternativos al régimen social capitalista, es necesario abocarse a los originarios de los pueblos de Latinoamérica y el Caribe.
Mencionamos a vía de ejemplo pueblos aymará e inca; para ello, nos situamos en el lago sagrado de los incas, Titicaca, a 3,814 metros sobre el nivel del mar, a.s.n.m., y con un área de 8,300 km2. Es binacional, el 60 por ciento de su extensión corresponde a Perú y el resto a Bolivia. Ahí encontramos varias islas, pero nos referiremos a Urus y a Taquile.
Urus es una isla flotante a 7 kilómetros de distancia de Puno, capital del departamento del mismo nombre y está conformada por varias islitas, en cada una de ellas vive grupo familiar (abuelos, padres e hijos, hermanos primos); cada habitante representa el mejor hijo del agua; el suelo, la vivienda y las embarcaciones se construyen con “totora”, planta acuática, parecida al junco nuestro. En esta isla se vive una variante del comunismo primitivo, con actividades productivas y de servicio tales como la pesca, artesanía y turismo.
El trabajo es social, se desconoce la holgazanería y la propiedad privada sobre los medios de producción. La distribución económica es en común, igualatoria, según las necesidades. No hay delincuencia y por tanto, la cárcel es desconocida.
La autoridad suprema en cada una de las islitas es ejercida por el presidente, electo por la comunidad y en forma pública; además es rotativa. El consejo de presidentes determina las actividades económicas, educativas y de salud que serán realizadas durante el año calendario.
Desarrollan su modelo económico-político sin afectar el medio ambiente. Destinan lugar determinado para depositar la basura y excretas fuera de su islita. El agua potable se obtiene en otra isla, así como también alimentos que se obtienen en Puno.
En el idioma aymará la palabra amiga (o) es el mismo que hermana (o); lo que indica la fraternidad, cooperación y no hay discriminación alguna.
Los isleños son educados para triunfar en la vida y especialmente en el matrimonio. Los novios conviven durante 6 ó 18 meses en familia del novio o de la novia, en ese lapso, se dan cuentan si se aman, con sus virtudes y defectos. Si la pareja decide casarse “vivirán unidos hasta que la muerte los separe”.
Taquile es otra isla. Al verla de lejos tiene forma de puma. En extensión es mayor que Urus. Este lugar rocoso tiene pendiente pronunciada y hay restos de bosque, lo que indica que hubo tala. En su cima alcanza 4,100 metros a.s.n.m., su suelo es de formación reciente, lo demuestra la descomposición físico-química de sus rocas y como hay piedras en abundancia, éstas últimas se emplean como materia prima para reparar su única vía (camino), para cercar lotes familiares, hacer obras de conservación de suelo, regadío y construir el puerto.
Sus habitantes saben cómo cultivar y pastorear, tejer hilos y pescar. Se produce gramíneas, forrajes, tubérculos, hierbas, flores, etc.; el excedente se almacena o se da en trueque, en otras islas. La seguridad alimentaria está garantizada. También se desarrolla la política de población. El crecimiento de habitantes cero. El número de nacidos es balanceado por los difuntos o por los que emigran a tierra firme.
El atuendo de los habitantes (chuecos, chal, ojoles, polleras, chuspas o fajas) denota si la persona es soltera, casada, divorciada o viuda. En las chuspas, los isleños llevan hojas de coca y al contactar con otra persona intercambian las hojas para manifestar la relación de amistad.
La educación ética que se imparte se basa en 3 leyes: no ser ocioso, no mentir y no robar.
La organización social es dirigida por el Presidente, quien es electo democráticamente y en forma pública.
La tecnología de punta ha llegado a la isla a través de donaciones. Se tiene número limitado de paneles solares y la energía eléctrica producida se utiliza para uso casero (aparatos eléctricos y computadora), en la escuela, clínica y casa comunal.
El limitante de paneles solares puede provocar diferenciación social y problemas de conducta entre los habitantes.
Los estudiantes o científicos sociales que llegan a la isla a estudiar el modelo económico político sólo pueden vivir ahí durante un mes, para evitar lo nocivo de la transcultura.
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