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2009/12/06

Las estadísticas, base de democracia y desarrollo

 En El Salvador es más que crucial que a la producción estadística de base que frecuentemente es utilizada para la formulación de indicadores se le otorgue la importancia que le corresponde.

Escrito por Ricardo Olmos.Domingo 06 de Diciembre. Tomado de La Prensa Grafica.

El desequilibrio entre la oferta y demanda de estadísticas es fruto de la poca cultura y transparencia informativa que aún padecen las sociedades de la cual la salvadoreña no es la excepción. La inversión empresarial y gubernamental requiere de mejor y mayor información para dinamizar los negocios y hacer políticas gubernamentales efectivas situándose el sistema estadístico en El Salvador como factor clave, que pasa por una fuerte dosis de responsabilidad política y ciudadana, reto que todavía no se asume ni se observa en el horizonte institucional.

Existe consenso que sin cifras estadísticas de base, confiables, oportunas y de calidad es imposible la toma de decisiones acertadas en negocios, políticas públicas y mercados internacionales, ni propicia la democracia ni el desarrollo. Por ello, la demanda de estadísticas en las múltiples áreas del saber y de la producción se vuelve prioritaria y esencial para volver competitiva cualquier sociedad.

Las empresas, no importando su tamaño, están vinculadas a los mercados locales e internacionales, espacios en los cuales las capacidades empresariales requieren, hoy más que antes, de información estadística relevante para participar exitosamente en el mercado nacional, regional y mundial.

¿Cuál es la producción estadística y cuáles son los indicadores pertinentes con estándares internacionales que permitan la mejora en la toma de decisiones por los agentes que mueven y dinamizan las economías locales, entre ellas la salvadoreña? Presentar y destacar esta complejidad de información estadística de base para diferentes áreas es uno de los primeros desafíos como país, si queremos acompañar las decisiones certeramente para entrar y desarrollar las herramientas idóneas con las cuales la sociedad entera genere las oportunidades locales con mayor certidumbre.

No hay excusas para detener el ordenamiento, la modernización y el avance de la planificación de la oferta estadística de base necesaria que permita avanzar la democracia y construir nuevas sendas para el desarrollo nacional.

La estadística debe servir al desarrollo, debe reflejar las oportunidades existentes y los desafíos que se tienen para el corto, mediano y largo plazo. Por lo que se demanda de manera urgente un diálogo entre productores y usuarios de estadística a fin de otorgar relevancia, pertinencia y utilidad a la producción estadística. Ese diálogo debe partir de las necesidades y los objetivos específicos que se determinen por la demanda, y que la institucionalidad en materia estadística nazca a partir no de deseos sino de beneficios y utilidades específicas, y se minimice el derroche existente en variables e indicadores que nunca se han utilizado.

Existe consenso también de que El Salvador no cuenta con la estadística de base que permita construir los indicadores más fundamentales en el área de justicia, educación, salud, etc., y que en el mejor de los casos hay información estadística duplicada, sin la representatividad requerida, con periodicidades diferentes y que regularmente queda en el olvido sin ninguna utilidad por las instituciones gubernamentales que deberían ser las obligadas en la formulación de políticas públicas creíbles.

Con información estadística de calidad se podrá pasar a la rendición de cuentas con el consenso que las herramientas y los indicadores utilizados proceden de estadística creíble con fundamentos metodológicos cuyos estándares sean producto de las recomendaciones internacionales, con el propósito de mejorar el impacto de las políticas y programas que viabilizan el desarrollo del país.

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