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2009/12/07

EDH: El "socialismo venezolano" y el compromiso vicepresidencial

Escrito por Javier Tobar Rodríguez. Lunes 7 de Diciembre. Tomado de El Diario de Hoy.

Bondades y maldades se dicen del régimen venezolano, bueno, bolivariano de Chávez. Verlo con objetividad y con ojos extranjeros no deja de constituir un gran reto. Durante más de cuatro años conocí y conversé con una multitud de venezolanos de casi todos los estratos sociales, profesiones y tendencias políticas, privilegiados y perseguidos del régimen; antiguos clasistas y de los nuevos económicamente acomodados. Su diáspora es enorme en Europa, México, Costa Rica y Panamá.
Dos motivos explican la presencia de venezolanos en el extranjero: por un lado, la huida del régimen, de la situación económica y delincuencial en el país; por el otro, el disfrute de las bondades y ventajas del régimen del cual son privilegiados (estudian en el extranjero o se van a comprar a las tiendas de moda).

El mayor porcentaje de conocidos concuerda en que el nuevo régimen cultiva la división de clases, justifica el pillaje como medio de apropiación de la riqueza ajena que no puede ser obtenida por mérito o esfuerzo propio, se quejan del control de divisas (en la web se puede observar el trámite gubernamental para que el Estado autorice el cambio de divisas), no pueden cambiar aproximadamente más de dos mil dólares por año para vivir en el extranjero.

Aquél rompe acuerdos internacionales -–incluso con sus vecinos-- y mantiene la gobernabilidad mediante el asistencialismo económico a las masas populares, etc. Para otros, el porcentaje mínimo de la muestra conocida está feliz con el nuevo régimen, son familiares de agregados militares en el extranjero o con vínculos políticos.

De tales relatos, cabe la duda razonable o una alta probabilidad que los primeros testimonios sean los que mejor describan la situación en el país hermano.

¡Pan para tu matate, decía mi abuela!, los salvadoreños debemos de aprender de los errores ajenos y pensar sin excitación política ni romanticismos revolucionarios sobre el destino que deseamos para nuestro país. Describir a tal sociedad a través de la reconstrucción de cientos de testimonios de tales hermanos americanos no es tarea fácil, pero tampoco imposible, ya que el retrato latinoamericano es prácticamente el mismo: sociedades que en su momento fueron dominadas por gobernantes de la derecha, sin mayor interés por la necesidades de grandes colectividades de compatriotas, cuyas abismales desigualdades sociales se vieron "suplidas" por el mesías chavista que lo controla todo y a todos, de quien se dice que compra voluntades y que no es más que la muestra de una endemia cultural latinamericana, el mismo mal de siempre: corrupción, desigualdad social y distribución no equitativa de la riqueza.

Es intrigante que el vicepresidente Sánchez Cerén pareciera que desea seguir el modelo chavista para implantarlo en El Salvador, según sus recientes declaraciones en el exterior. Y nuevamente me recuerda lo que decían mis antepasados: ¡no desees para otros lo que no deseas para ti!, para nadie es un secreto la lucha de clases en tal país y su alarmante índice delictivo que desdice el supuesto desarrollo socialista. Parece que a veces los políticos proponen o desean implementar planes foráneos que ni siquiera en tierras lejanas funcionan; en vez de ser más propositivos y construir soluciones propias para problemas surgidos de realidades domésticas.

En cuanto a la divergencia de criterios entre el Presidente y los militantes del FMLN, más cuando el primero desdice al vice, es sano, se muestra la diversidad de ideas, lo que nutre y enriquece el panorama político que constituya la oferta electoral e incluso convalida la idea de que las elecciones las ganó Funes.

Dicha discrepancia refuerza la idea de independencia política que debe existir entre ambos. Aunque, no deja de entrever la posible presencia de un doble discurso del instituto político muy difícil de conciliar.

Por otro lado, el socialismo no debería ser sinónimo de antiamericanismo. Las recientes declaraciones del vicepresidente de la República, para implementar el socialismo y constituir un sentimiento antiestadounidense, constituyen posturas políticas que deben ser recordadas y tomadas en cuentas por el electorado para volver a endosar el voto en las futuras elecciones, variar de opción política e incluso abstenerse de votar a causa de la falta de propuestas convincentes.

EDH:El "socialismo venezolano" y el compromiso vicepresidencial

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