Pero yo no noto que Insulza muestre ante Castro la misma indignación y rechazo que en su momento tuvo contra Pinochet. Además, Insulza no cuestiona los flagrantes ataques a la democracia en Venezuela.
Escrito por Jorge Ramos. Domingo 09 de Agosto. Tomado de La Prensa Grafica.
Lo ocurrido tras el golpe de Estado en Honduras ha sido una lección extraordinaria. Muchos países del mundo se unieron para denunciar que no se puede sacar del poder, por la fuerza, a un presidente elegido democráticamente. Los golpes, los caudillos y las dictaduras, afortunadamente, están pasando de moda.
Es verdad que el derrocado presidente de este país centroamericano, Manuel Zelaya, coqueteaba con una reelección ilegal y que se equivocó garrafalmente al pensar que los hondureños se lo iban a aguantar. Pero el consenso internacional es muy claro: Si querían expulsar a Zelaya de la presidencia, primero lo hubieran tenido que acusar y juzgar. Y luego, si resultaba culpable, entonces podría ser despojado del poder. No al revés, como ocurrió.
Pero la pregunta sigue siendo ¿por qué se está luchando tanto por la democracia en Honduras y no en otros países como Cuba y Venezuela? Y eso es precisamente lo que le pregunté en una entrevista reciente al chileno José Miguel Insulza, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Insulza luchó incansablemente contra la dictadura del general Augusto Pinochet en Chile (1973-1990). De hecho, tuvo que irse al exilio a México y dio clases en la universidad donde yo estudié.
Pero el 27 de noviembre de 2006, en Madrid, Insulza dijo algo que me llamó mucho la atención y fue inesperado.
“Yo creo que una de las grandes fuentes de legitimidad del sistema cubano se llama Fidel Castro. Y esto lo digo con mucho respeto y casi una admiración por el personaje”, declaró Insulza. (Esto se puede ver en Youtube.com)
En la entrevista le pregunté a Insulza si esas declaraciones significaban que él apoyaba la dictadura cubana de los hermanos Raúl y Fidel Castro.
El secretario general de la OEA me dijo que no, que se trataba únicamente de una “cita trunca” en una “conferencia académica”.
“Lo que yo digo es que el sistema cubano es un régimen de autoridad carismática”, explicó, “y que desaparecido Fidel Castro va a perder toda posibilidad de ejercer esa autoridad”.
Y continuó: “Mi récord en materia democrática es absolutamente impecable... Por favor, este es un cuento que no necesita análisis”.
Pero yo quería escuchar algo más.
“¿Usted considera que Cuba es una dictadura?” le pregunté.
“Evidentemente que Cuba no tiene un régimen democrático”, respondió Insulza, “eso está claro”.
Y de Cuba pasamos a Venezuela.
Hugo Chávez prometió como candidato que entregaría la presidencia en cinco años o menos. (También en Youtube.com) Pero ya lleva 10 años en el poder y amenaza con más. Y a pesar de sus triunfos en varias elecciones, Chávez ha terminado con el balance del poder en su país. Controla el ejército, las cortes, casi todos los medios de comunicación, el organismo electoral y la asamblea. Eso no es democracia. Pero Insulza culpa a la oposición por la falta de diversidad política.
“La oposición se negó a participar (en las pasadas votaciones a la Asamblea)”, dijo Insulza, “ellos pidieron una serie de garantías y la misión de la OEA les consiguió todas esas garantías. Y a pesar de eso se negaron a participar. Naturalmente todos los elegidos eran partidarios del presidente Chávez. La ausencia de oposición en el Parlamento venezolano es responsabilidad de la oposición venezolana”.
¿Y qué pasa sobre el caso del opositor Antonio Ledezma, que ganó la Alcaldía de Caracas? Chávez le quitó la oficina, el personal, el presupuesto e impuso a uno de sus aliados para gobernar la capital.
Según Insulza, eso no compete a la OEA.
“¿Usted conoce a algún organismo internacional en el mundo –uno– que alguna vez se haya ocupado de los conflictos entre un Estado nacional y uno de sus municipios?” preguntó el líder de la OEA, “yo no conozco ningún caso en que la Unión Africana, en que la Unión Europea, en ninguna organización, en que haya ido un señor alcalde a decir que tiene un problema con el gobierno nacional”.
Entonces ¿dónde se pone la queja? El argumento es que la OEA no está aplicando el mismo principio democrático, de la misma manera, a todas las naciones de América Latina y el Caribe. Entiendo que Cuba no ha regresado todavía a la OEA y que eso implica muchas limitaciones al poder de acción del organismo. Pero yo no noto que Insulza muestre ante Castro la misma indignación y rechazo que en su momento tuvo contra Pinochet.
Además, Insulza no cuestiona los flagrantes ataques a la democracia en Venezuela. Pero, en cambio, sí lo hace y con mucha fuerza en Honduras. Ojalá que tras la crisis en Honduras se enfoque también en otros países y sea parejo con todos.
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