Belarmino Jaime nació en el mejor ambiente para la formación de sólidos valores. Hijo de un agricultor en pequeño de Jiquilisco, pertenece a esa casta que, como he dicho varias veces, constituye la maciza base moral en que descansa nuestra sociedad. Gente que conoce en el trabajo la única fuente legítima de ingresos. Apegada a principios que le son consustanciales y se vuelven hábitos ordinarios y espontáneos de vida: amor a la familia, respeto a los demás, sacralidad de la palabra empeñada, continuo deseo de superación.
Escrito por Ivo Príamo Alvarenga. Miércoles 12 Agosto. Tomado de La Prensa Grafica.
Lleva en los genes los requisitos para ser el buen presidente de la Corte Suprema de Justicia que se propone ser.
Estudió en los colegios Panamericano y El Salvador, ambos aguerridos combatientes en los campeonatos de básquetbol, cuando el estudiantado de secundaria dejaba el alma en esas competiciones. Se vino de Jiquilisco porque allá solo había escuela primaria, a vivir en las entonces comunes “casas de familia”.
En 1963 ingresó a la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador, en una época en que florecían los grupos ideológicos estudiantiles. Se acercó al Movimiento de Izquierda Democrática, MID, de inspiración social demócrata, rival enconado de los social cristianos de derecha y los para marxistas de izquierda. Sin embargo, no se adentró profundamente en las luchas y desde entonces no ha enarbolado ninguna bandera política.
Cree que los términos izquierda y derecha no tienen vigencia. Son solo medios para etiquetar a la gente. A un periodista que le preguntó de qué lado estaba, ironizando le contestó que le aclarara la diferencia entre la una y la otra porque él, Jaime, leyendo el programa del FMLN y ARENA, no encontraba en ellos discrepancias sustanciales.
Los partidos hicieron una buena elección si querían a alguien equidistante de todos. No está a favor ni en contra de ninguno. Esto no significa desempeño total, sino compromiso con lo positivo, no importa dónde se encuentre.
Su visión de la Corte no es pues, política, sino puramente profesional, del profesional del Derecho que siempre ha sido.
Su primer ejercicio en el mismo fue como colaborador jurídico en los Juzgados 5º y 1º de lo Civil. Luego cuando se creó el Registro de Comercio, fue uno de sus fundadores como registrador.
A su salida de ahí, se dedicó al ejercicio libre de la profesión, lo que ha venido haciendo en los últimos 33 años. Su dedicación al Derecho Privado, como litigante y asesor, lo ha mantenido fuera de las candilejas de los medios. Su figura es poco conocida para el público, pero connotada en el mundo jurídico.
Las mayores aspiraciones que lleva a la Corte son combatir la mora judicial y la corrupción.
La primera está relacionada con el amiguismo, el clientelismo, que ha prevalecido en la elección del personal de la Corte. Hay salas hasta con 40 resolutores y sus decisiones marchan con un asfixiante retraso. Lo primero que se viene a la mente es que hay personal cuya incompetencia deriva de haber sido contratado por favoritismo. Y que la solución se buscará en la selección exclusivamente por méritos de los nuevos reclutados.
La corrupción es más compleja. Pueden tenerse sospechas sobre una persona, pero probarle sus fechorías es otro pisto.
Lo importante es que Jaime ha llegado con ideas claras y propósitos precisos sobre los males de la Corte. Hay que formularle los mejores augurios de éxito.
No he leido lo que este sr escribe sino solo quiero lanzar una pregunta: En la situaicon del escritor del articulo, debera una persona publica querer ser comentado por un escritor de este calibre moral o deberia mejor pagarle para que nunca le mencione? De otra manera solo para que que de bien claro: que peso tiene el pensamiento del escritor este? Visceral, alevoso, deshonesto ...etc... Se me viene a la cabeza que lo unico que el sr tiene en la mira es algun favor del Presidente de la CSJ, ya en camino o por venir.
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