Comentarios mas recientes

2010/12/19

LPG-Techo de esperanza

Escrito por Kalena de Velado.19 de Diciembre. Tomado de La Prensa Gráfica.
kvelado@yahoo.es

La plaza del Salvador del Mundo se vistió de verde esperanza con los jóvenes voluntarios de la ONG “Un techo para mi país”, que daban inicio a la campaña de construcción de 200 casas provisionales a igual número de familias de escasos recursos, para que en Navidad cuenten con un lugar llamado hogar. ¿Por qué impacta tanto que una familia construya una sencilla edificación con cuatro paredes de madera? Me parece que hay tres razones: una la explica sencillamente una mujer con su testimonio en un video de la fundación al decir que al tener su nueva casita limpia y ordenada ya no le daba vergüenza invitar a sus amigos. Es decir, las personas recuperan su dignidad y su sentido del valor personal. La segunda razón es el sentimiento de comunidad que genera entre las familias pobres, los voluntarios y los patrocinadores económicos, mirándose como iguales y reconociendo que todos salen beneficiados, en especial los jóvenes constructores que provienen de situaciones socioeconómicas desahogadas, para quienes supone vivir la experiencia de servir como clave de saber amar y como actitud fundamental de vida.

Estas iniciativas cambian las cosas más rápido que las teorías y cumbres de naciones, que buscan el famoso diálogo o alianza de civilizaciones, muchas veces como excusa perfecta para armarse con aviones y armas de guerra. Creo que hay que pensar fuera de la caja... No podemos continuar con la lógica de la solidaridad tan gastada que piensa que solo con mucho dinero se cambia la vida de los más pobres de los pobres. El ser humano es tan grande que puede triunfar si tiene un pequeño estímulo entregado con amor. “Con esto lo que quiero decir es que la civilización del amor comienza dentro de nosotros mismos, en nuestras casas, en nuestros lugares de trabajo, en nuestras ciudades y espacios de convivencia. Se trata de asumir un nuevo estilo de vida que se manifieste en poner como fundamento de las decisiones concretas (a nivel personal, familiar, social e internacional) la justa escala de valores: la primacía del ser sobre el tener, de la persona sobre las cosas” (Jaime Nubiola, filósofo).

La última razón del éxito de “Un techo para mi país”, o de las actividades de fundaciones similares, es que, sin ser organizaciones religiosas, son iniciativas ciudadanas que tienen como fundamento valores humanos y cristianos, los cuales son el secreto de la motivación permanente de los voluntarios. Las acciones en favor de los más necesitados llevan irremediablemente a descubrir que si Dios tuvo la idea tan grande de darnos la vida es porque tenía una confianza inmensa que estaba dando al mundo una riqueza. En el Libro del Génesis se dice que al final de cada día de la creación, Dios expresaba que “todo estaba bien”... Desde antes de hacer el universo nos pensó y eligió de entre todas las posibles personas que pudieran haber nacido... ¿No será por eso que Dios sonríe y aprecia a los que saben agradecer las bendiciones en sus vidas? ¿Qué derecho tenemos entonces de desconfiar de los demás, si Dios ha confiado primero en nosotros, para que seamos Cristo que pasa al lado de los que sufren?

Navidad es tiempo de servir, dar y perdonar. “Con mi Dios, salto los muros”, canta el salmista, refiriéndose a los muros que están en nuestro corazón. Con la ayuda de buenos amigos y la gracia de Dios, podemos dejar de ser egoístas. “Perdonar es un acto de fortaleza espiritual, un gran alivio. Significa optar por la vida y actuar con creatividad” (Jutta Burggraf).

Techo de esperanza

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.