Se nos olvida por qué no logramos ver el vaso medio lleno... y siempre estamos lamentando de lo que le falta. ¿Siete maravillas? Seguramente el país tiene más de siete, pero ese número tiene magia. ¿Cuáles son mis maravillas?
Escrito por Sandra de Barraza.03 de Diciembre. Tomado de La Prensa Gráfica.
En ocasión de la Feria Comercial de China, tuve oportunidad de observar el banner con las fotografías que más identifican a ese país. No faltó la muralla ni el oso panda. Inmediatamente me imaginé un banner similar para demostrarle al mundo que nuestro país tiene mucho que da identidad y provoca orgullo al país entero. Lamentablemente se nos olvida por qué no logramos ver el vaso medio lleno... y siempre estamos lamentando de lo que le falta. ¿Siete maravillas? Seguramente el país tiene más de siete, pero ese número tiene magia. ¿Cuáles son mis maravillas?
El Salvador del Mundo tiene obligadamente que ser la primera maravilla. La plaza se ha remodelado y visualmente se ha ampliado la perspectiva para admirar la estatua dEl Salvador del Mundo. Pronto tendrá árboles y seguramente nadie podrá dejar de admirarlo. El alcalde comentó que utiliza la estatua para promocionar la identidad del país y como muestra de agradecimiento en sus visitas y gestiones. Seguramente en El Salvador del Mundo tenemos identidad concentrada y mucho para promocionar turísticamente.
Tazumal es mi segunda maravilla nacional. “Es el lugar más estudiado en la historia de la arqueología salvadoreña. Se trata de un lugar monumental y espectacular, en el que desde 1885 hasta la fecha se han realizado más de 200 proyectos de investigación”, registra el libro sobre Tesoros Arqueológicos del Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán. ¿Cómo ser indiferentes a su deterioro? Perderíamos años de historia si descuidamos su protección.
El río Lempa es la tercera maravilla. “Hace aproximadamente 1.8 millones de años, el Lempa inició su conformación para convertirse en el río y afluencia de tributarios que ahora conocemos. Nació como producto de convulsiones tectónicas y movimientos de las placas de Cocos y del Caribe”, describe el capítulo de Génesis y Territorio “Río Lempa Caudal de Vida”. Es imposible imaginar a El Salvador sin el Lempa; no se le puede pensar sin la fuerza y el caudal de este río símbolo... se lee en la introducción.
Mi cuarta maravilla es la iglesia de Suchitoto, obra que data de 1858, año en el que la villa de Suchitoto adquiere la categoría de ciudad. Seguramente es la iglesia más fotografiada dentro del área de la Bermuda. Aunque en belleza arquitectónica de iglesias se podría organizar un concurso nacional, es un hecho que el Suchitoto de hoy, con su monumental iglesia, es resultado de arduo trabajo por posicionarlo como un espacio cultural. La iglesia se mantiene imponente e impecablemente adornada con vuelos internos de palomas.
Mi quinta maravilla es el maquilishuat, ese árbol impresionante que desde 1939 es el árbol nacional: “Es un árbol grande, que puede alcanzar más de 20 metros de altura y tolera bien casi cualquier tipo de suelo. Florece en la época seca, entre febrero y abril, produce flores de color rosa. Cuando está en flor es uno de los árboles más bellos de la región”. En belleza de floración poco o nada tendríamos que envidiarle al colorido de la floración de los cerezos en la ciudad de Washington. Japón donó los árboles como símbolo de amistad después de la Segunda Guerra Mundial, la gente los cuidó y protegió y ahora... todos podemos admirarlos. Hay árboles en la carretera de Comalapa... faltan más. Y los alcaldes de la zona norte propusieron que los 350 km de la carretera Longitudinal del Norte se ornamenten con este árbol. ¡Ojalá!
El torogoz, que en 1999 fue declarado Ave Nacional, es mi sexta maravilla nacional. No se adapta al cautiverio. Tiene una belleza singular en su plumaje. Visita mi jardín periódicamente para dejarse admirar. Simboliza la unidad familiar que tanta falta hace en nuestro país. Recientemente embellecieron un redondel del norponiente de la ciudad con una escultura muy atractiva de nuestro torogoz.
Falta la séptima maravilla del país... la Reserva Ecológica Recreativa El Espino y hay que construirla antes de que acaben con el espacio. Hay una propuesta que tiene varios años: “Conciliar las funciones urbanas con las funciones ambientales en 670 manzanas de la Cooperativa El Espino y 129 manzanas de las alcaldías de San Salvador y Antiguo Cuscatlán, convirtiéndolas en un gran Parque Metropolitano”... el mejor en Centroamérica ¡El parque que satisfaga la necesidad de recreación y esparcimiento y que sea orgullo nacional!
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