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2010/12/05

LPG-Las mujeres del bicentenario

Llamados a la insurrección, la provisión de piedras y armas, sometimiento a torturas, y otras, fueron acciones de las mujeres en 1811 y 1814.

Escrito por German Rivas.05 de Diciembre.Tomado de La Prensa Gráfica. 

El Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU) lanzó recientemente un libro destinado a rescatar la historia de algunas mujeres partícipes en los procesos de independencia ocurridos en el país en 1811 y 1814.

Historias de mujeres protagonistas de la independencia es un libro escrito por el investigador histórico-literario Carlos Cañas Dinarte y fue presentado en el marco de las conmemoraciones del bicentenario de la independencia, y la designación del año 2010 como Año Interamericano de la Mujer.

Su puesta en circulación está rodeada de un contexto social en el que se discuten los derechos de las mujeres, y se buscan formas de protegerlas. De hecho, la Asamblea Legislativa aprobó el mes pasado la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres.

En la obra de Cañas Dinarte se plasma el papel –bastante activo en algunos casos– que ciertas mujeres tuvieron en el proceso para lograr la emancipación del Reino de Guatemala en la primera mitad del siglo XIX.

“El silencio de los historiadores sobre el rol de las mujeres en los procesos de emancipación política y de formación de los Estados y de las naciones es una constante en casi todos los países de América Latina en los siglos XIX y XX”, señaló Julia Evelyn Martínez, directora ejecutiva de ISDEMU.

A juicio de la funcionaria, dicho silencio refleja el enfoque sexista predominante en la reconstrucción e interpretación de la historia, sin descartar a El Salvador.

Punto de partida

El ISDEMU pretende, entre otros objetivos, que la investigación plasmada dé pie a otros trabajos históricos que contribuyan a generar “una nueva historia de la sociedad salvadoreña, donde se debe abrir espacios para la inclusión del trabajo político e histórico general de las mujeres de El Salvador”.

Las primeras investigaciones arrojan que las labores de mujeres independentistas fueron como activistas, defensoras públicas, convocantes y mensajeras.

También hubo presas políticas, algunas que fueron torturadas y que estuvieron al borde del martirio, acciones que habrían sido menos valoradas.

Al igual que los hombres, las mujeres de la Intendencia de San Salvador y otras regiones centroamericanas española “tuvieron una activa participación en las luchas”, se indica en el libro.

“La obra que se presenta tiene un carácter exploratorio, pero tiene la ventaja de situar a las mujeres por primera vez en la historia de la independencia como protagonistas de las luchas políticas y sociales de esa época”, agrega Martínez.

Juana de Dios Arriaga, Inés Anselma Ascencio de Román y Dominga Fabia Juárez de Reina son solo algunas de quienes se ha rescatado del olvido elementos de su participación.

Úrsula Guzmán y Gertrudis Lemus llegaron incluso a suministrar piedras y armas a los indígenas que el 24 de noviembre de 1811 participaron en enfrentamientos en Metapán, Santa Ana, bajo la dirección de Juan de Dios Mayorga.

Perfil

El libro lanzado por ISDEMU fue escrito por Carlos Cañas D.

Profesión: Investigador histórico-literario, editor y docente.

Carrera: Miembro de la Academia Salvadoreña de la Historia; de la Real Academia de Historia; de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua.

Santa Ana y Metapán

En el pueblo de Santa Ana hubo dos sublevaciones: 17 y 24 de noviembre de 1811. En Metapán fueron el 24 y 26 de noviembre.

Líderes. En Santa Ana la primera sublevación fue liderada por Dominga Fabia Juárez de Reina, Anselma Ascencio, Juana Evangelista, Inés Anselma de Ascencio de Román, y otras.

El grupo en Metapán estuvo encabezado por María Madrid, de Tejutla, Chalatenango; y Francisca de la Cruz López, nativa del lugar.

Estas últimas fueron acusadas de alta traición.

María Felipa

En diciembre de 1808 en San Salvador, Manuel José Arce contrajo matrimonio con su prima hermana María Felipa de Aranzamendi y Aguilar.

Descendencia. El matrimonio procreó 11 hijos: José Bernardo, Salvador, Jacinta, Juana, Isabel, Clara, José María, Bernardo, Teresa, Delfina y Ana.

Bajo su cargo. Debido a las enfermedades de su esposo en la cárcel, tras el fallido intento independentista de enero de 1814, tuvo a su cargo los bienes familiares y parte de la defensa judicial de su cónyuge, labor de la que se vio imposibilitada algún tiempo pues quedó paralizada durante varios años a causa de uno de sus múltiples embarazos.

Apoyo. María Felipa siempre estuvo al lado de Manuel José Arce en los buenos y malos momentos de lucha independentista durante la guerra, para impedir la anexión a México cuando Arce era presidente federal de Centroamérica. Lo acompañó a México al dejar la patria.

Manuela Antonia

Manuela Antonia de Arce y Fagoaga nació en San Salvador el 13 de junio de 1783, misma familia de Manuel José Arce.

Descendencia. El 4 de mayo de 1811 contrajo matrimonio con Domingo Antonio de Lara, con quien procreó dos hijas: Antonia y Dominga.

Defensora. Tras resultar herido durante los hechos del segundo movimiento de independencia, ocurridos en San Salvador el 24 de enero de 1814, Manuela Antonia se convirtió en la defensora judicial de su hermano Manuel José Arce y de su esposo.

Gestiones. El 17 de mayo de 1817, Domingo Antonio fue condenado a ocho años de prisión en las cárceles cubanas de El Morro, pero gracias a las gestiones de su esposa fue indultado en junio de 1818 y excarcelado al año siguiente, lo cual le permitió continuar activo en la lucha por la emancipación.

Ana Andrade Cañas

El prócer Santiago José Celis, tras retornar a San Salvador de Guatemala, contrajo matrimonio con Ana Andrade Cañas.

Familia. Ana Andrade era hija de Manuela Alfaro y Bartolomé Cañas, rama paterna de la cual era prima del presbítero, doctor y prócer José Simeón Cañas.

Descendencia. Del matrimonio de Andrade nacieron Santiago José y Leoncio Francisco, este último nació tres días antes de la violenta muerte de su padre, ocurrida en las bartolinas del Cuartel del Fijo, en San Salvador, por su participación en el segundo movimiento de independencia.

Escenario. La mayoría de mujeres y hombres encarcelados por su participación en esa segunda gesta salvadoreña no recuperó su libertad sino hasta el 4 de julio de 1818, cuando tras una solicitud hecha por ellos al nuevo capitán general, el cubano Carlos Urrutia y Montoya, fueron beneficiados con indulto.

María Bedoya de Molina

De acuerdo con el historiador, ella fue determinante para decidir la balanza de la historia a favor de la independencia.

Contexto. El 15 de septiembre de 1821 en la mañana, cuando un grupo de notables personas del Reino de Guatemala se encontraba reunido en el Palacio de los Capitanes Generales de la ciudad de Nueva Guatemala de la Asunción, discutiendo si se proclamaba o no la independencia, ninguna mujer formaba parte del cónclave.

Iniciativa. María Bedoya de Molina, esposa del prócer guatemalteco Pedro Molina, estaba en las afueras del edificio e hizo que una banda tocara música en la plaza y se quemaran cohetes para llamar a concentrarse al pueblo.

Ausentes. A pesar de que quizás ninguna firma de mujer se encuentre en el Acta de Independencia, su contribución merece ser rescatada.

Sensuntepeque

Tras los hechos en Santa Ana y Metapán, se produjeron hechos violentos en las zonas de Usulután.

Insurrección. Bajo la dirección de Gregorio Melara, María Feliciana de los Ángeles Miranda y Manuela Miranda lograron que Sensuntepeque se alzara en insurrección el 29 de diciembre de 1811.

Fueron capturadas por las autoridades españolas, procesadas en Sensuntepeque y recluidas en el convento de San Francisco, y condenadas a sufrir azotes.

Luego ingresaron como siervas sin paga en la casa del párroco Manuel de Molina.

San Miguel

Una compañía militar envió a San Salvador milicianos fieles a la corona española para aplastar los intentos de independencia.

Perseguidas. En San Miguel las personas insurgentes fueron perseguidas con mucho rigor. En estas localidades participó en las revueltas la anciana Mercedes Castro, aparentemente fusilada en San Miguel por sus afanes libertarios.

La historia no arroja datos certeros sobre lo ocurrido en los movimientos de 1810 o de 1811 acaecidos en San Miguel.

Las mujeres que participaron en los primeros movimientos libertarios del reino de Guatemala de noviembre de 1811 fueron encarceladas y torturadas.

San Vicente

Al igual que en San Miguel y Santa Ana, quienes participaron en la insurrección fueron perseguidos.

ParticipantesEn el levantamiento del 24 de enero de 1814 ocurrido en Zacatecoluca participaron Josefina Barahona, Micaela Jerez y Feliciana Jerez.

Al mismo tiempo tenía lugar el segundo intento emancipador de San Salvador. En junio de 1812, y como agradecimiento a los gestos de lealtad y solidaridad, la regencia española concedió el título de ciudad a la villa de San Vicente.

Además, el pueblo de Santa Ana ascendió a villa, mientras que San Miguel fue declarada con muy noble y muy leal ciudad.

Las mujeres del bicentenario

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