El FMLN se dispone hoy a pasar la página en algo que, en apariencia, tiene poca importancia, pero que, en el fondo, es la culminación de todo un proceso.
Escrito por Luis Laínez.12 de Diciembre. Tomado de La Prensa Gráfica.
En las reformas de los estatutos que aprobará hoy la XXVII Convención Nacional Ordinaria aparece que “coordinador” se sustituirá por “secretario”. Y eso es a escala nacional, departamental, municipal y en las que, hasta ahora, eran comisiones. Medardo González dejará de ser el coordinador nacional del FMLN para convertirse en el “secretario general” del FMLN.
La figura del coordinador surgió de la naturaleza misma del frente guerrillero y la necesidad de una dirección colectiva. Cuando la guerra termina con los Acuerdos de Paz, el modelo de la Comandancia General (donde había dos representantes por cada una de las cinco organizaciones militares) deja de ser el más indicado. De manera formal, los cinco grupos político-militares se disuelven (hay una desmovilización militar, pero las estructuras ideológicas no se desmontan), pero dan paso al surgimiento de corrientes y tendencias. Entonces, el FMLN guerrillero, el FMLN histórico, da paso a un partido de partidos. De ahí nace la necesidad de un coordinador, alguien que busca el consenso entre personas y grupos que piensan diferente.
No era para menos. Entre los grupos que hicieron la guerra había socialdemócratas, comunistas, marxistas-leninistas y otras vertientes de la izquierda. Con la paz, las diferencias ideológicas se mantenían y el FMLN se jactaba de su pluralismo y diversidad, un ejemplo de la democracia que impulsaría en la sociedad salvadoreña.
No obstante, el modelo no convenció a los dirigentes de dos de las organizaciones. Y tan pronto asumen como diputados en la legislatura 1994-1997, el ERP y RN se separan y forman el Partido Demócrata.
En el Frente, hubo dos tendencias principales, el Movimiento Renovador y la Corriente Revolucionaria y Socialista (CRS, que aglutinó al Partido Comunista con el ala dura de las Fuerzas Populares de Liberación). Además, una tercera, autodenominada “institucionalista” o “efemelenistas” (pero que se conoció como “tercerista”) osciló entre una y otra tendencia principal. A la larga, siguen aliados de la CRS, que es la que terminó copando los cargos de dirección, purgó a los renovadores y otras disidencias y ha terminado imponiendo su visión de mundo a todo el colectivo.
Y es precisamente este fenómeno el que hoy vemos culminar.
Ya no tiene sentido tener un coordinador porque ya no hay grupos o tendencias. Fueron expulsadas o asimiladas.
“El FMLN se convierte en partido de una sola estructura, una sola línea política y programa”, resumió Medardo González.
Por otro lado en la izquierda, sin embargo, se gesta un nuevo modelo. Dagoberto Gutiérrez, un destacado comunista que abandonó el FMLN en 1996 con toda la Tendencia Revolucionaria (TR) por considerarlo un partido que se integró al sistema que había jurado sustituir, lidera el Movimiento por la Democracia Participativa (MDP) “que aspira aglutinar a la gran mayoría de organizaciones sociales y populares del país con el fin de trascender de la democracia representativa a la participativa”.
El MDP considera que los partidos políticos se arrogan la exclusividad de ser los instrumentos para hacer política. Ahora, con las candidaturas independientes, se abre una oportunidad de romper ese monopolio. Y lo harán incluso contra un partido que se define revolucionario y socialista y que tiene un secretario general. El mismo cargo que Dagoberto tiene en el MDP.
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