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2010/12/20

El Faro - “Cuando se trata de políticas contra la pobreza y la vulnerabilidad de la gente hay que ser como Speedy González” - ElFaro.net El Primer Periódico Digital Latinoamericano

 Por Rodrigo Baires Quezada y Bernat Camps.20 de Diciembre. Tomado de El Faro.

 

Roberto Valent es un diplomático nato. Sus respuestas son siempre políticamente correctas –“para eso me pagan”, dice, a manera de despedida, al final de la entrevista- y habla siempre en positivo de la posibilidad de convertir en acciones concretas las recomendaciones que Naciones Unidas hace al Estado salvadoreño. El problema, reconoce, es el tiempo de implementación, esa transición entre el momento en que se conocen las recomendaciones técnicas y el momento en que estas realmente se echen a andar.
Para Valent, desde su puesto, como coordinador del sistema de las Naciones Unidas en El Salvador se puede hacer una presión “correcta” en temas de desarrollo, combate a la pobreza y prevención de la violencia, por mencionar solo algunos temas en los que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha generado docenas de estudios. ¿Cómo se lleva a la práctica estos estudios? Proponiendo y recomendando, trabajando junto a los actores nacionales de dentro y fuera del gobierno, dice. "No podemos darnos el lujo de ser pesimistas."
¿Qué conoce de El Salvador de hoy?
Lo que conozco es limitado. Lo que conozco es un país con contradicciones, un país que tiene un cierto desarrollo económico y de infraestructura. Cuando llegué, viniendo del aeropuerto hacia San Salvador, estaba sorprendido de la infraestructura. Y, moviéndome al interior del país, veo que la infraestructura pública social está bien desarrollada. Pero, al mismo tiempo, existen problemas de seguridad y vivienda precaria. Hay un mundo del todo escondido que no se ve todo el tiempo: problemas de violencia, criminalidad organizada básica, a nivel de maras y relaciones de tráfico de drogas a nivel nacional e internacional. Estas son cosas que me dejan un poco sorprendido, porque al mirar el país parece un poco relajado pero al mismo tiempo hay problemas de violencia interna, en un contexto regional que está caracterizado últimamente por violencia desde el crimen organizado.
Estos tres o cuatro años que estará como representante serán los años de consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), ¿cree que alcanzará las metas este país de contradicciones que ha visto?
La temática de desarrollo es fundamental. En todo esto está relacionado el marco de la seguridad, pero lo pongo de un lado porque no voy a parar en ello. A nivel general, las Naciones Unidas, en particular en el período 2010-2015, tienen un reto enorme para alcanzar o, por lo menos, hacer lo mejor para alcanzar los ODM. Y es el mismo reto del gobierno de El Salvador y los salvadoreños. Esto no es simplemente porque es un acuerdo, sino porque los ODM son hablar del bienestar de la población salvadoreña. Y las organizaciones de ONU en el país, que son 15, están integradas y encajadas en una dinámica de apoyo a la definición de políticas, estrategias y planes para abordar los temas de pobreza. Y aquí hay problemas que son estructurales en torno al contexto macroeconómico internacional.
¿Por ejemplo?
Las remesas que cayeron más del 20%, particularmente de los salvadoreños residentes en Estados Unidos. Y esto tiene un efecto nefasto en la economía salvadoreña.
Pero la remesa entra a la economía salvadoreño para gasto de consumo y no para inversión social, generalmente.
Pero si la remesa no entra al país, no hay inversión de los individuos. Y esto tiene un efecto en el desarrollo del mundo productivo nacional. Estamos hablando de más de 500 ó 600 millones al año para un país que tiene un presupuesto fiscal nacional de 4.5 mil millones al año, el hecho de que las remesas hayan bajado en los últimos dos años a ese nivel es problemático. Del otro lado, lo que está pasando es que hay una tasa de endeudamiento que es muy importante.
Sí, cercana al 51% del producto interno bruto.
Estamos hablando de 10 mil millones de dólares. En este contexto, el problema que estamos viendo es que estos grupos de comunidades que son más vulnerables y con menos recursos financieros sufren mucho más, porque los estratos medio y alto a nivel económico tienen mecanismos de salida. Ahí tenemos los asentamientos urbanos precarios. En estos ocho días me he enterado que esta problemática, que está siendo manejada por el Ministerio de Obras Públicas, y trata sobre la calidad de vida de más de 2 millones de salvadoreños. Como decía antes, hay infraestructuras públicas y privadas que parecen muy lindas vistas desde aquí –desde las oficinas del PNUD en Santa Elena- pero hay lugares que están escondidos, donde no se tiene acceso a agua potable y electricidad. Eso, como Naciones Unidas, es una de las temáticas que nos preocupan. El país lo está abordando y estamos internamente ayudando en los mecanismos nacionales para definir políticas, normativas y planes de acción.
El PNUD hizo el mapa de pobreza urbana y visibilizó comunidades que viven sin agua potable y sin energía eléctrica aquí mismo en la capital, que algunos están en medio de colonias de altos ingresos o en municipios de altos ingresos. Pero este tipo de informes a menudo no se traducen en políticas o en cambios. ¿Para qué sirven súperestudios sobre el trabajo digno, el uso de las remesas o el  mapa de pobreza urbana si solo quedan en un estante de un analista o un político?
La información que tengo es que un programa conjunto de Naciones Unidos y el MOP, por ejemplo en relación a los asentamientos urbanos precarios, el gobierno de El Salvador está desarrollando un análisis, un diagnóstico en zonas claves del país. Este diagnóstico tiene que ser traducido en una política una estrategia y un plan de acción. El gobierno español, a través de lo que se llama el fondo de desarrollo del milenio de ONU, ha puesto como 5 millones de dólares a disposición del país; y hay organizaciones como el PNUD, UNUDI y UN Habitat, estamos trabajando para montar estas políticas y estrategias. Al mismo tiempo, parte de los recursos vienen para hacer acciones concretas para validar con acciones estas políticas y estrategias. Veo que el gobierno y el país está activando reformas estructurales a diferentes niveles para realizar una metamorfosis que vuelvan a estos asentamientos una parte normal y no que hayan dos sociedades que viven cerca pero que no se miran. Esto es importante y es simplemente una parte de lo que el sistema de ONU hace en apoyo a los esfuerzos nacionales.
No pongo en tela de juicio si Naciones Unidas apoya o no políticas. Lo que pongo en cuestionamiento es el tiempo que pasa entre un estudio de ustedes y que se tomen medidas con base en ellos. Por ejemplo, el informe sobre trabajo digno hablaba de la falta de oportunidades para los jóvenes pero no se ha traducido en una política de primer empleo.
Estaba sorprendido porque la tasa de desempleo en el país es del 7% y es mejor que la que hay en algunos países europeos. El problema es el subempleo, el empleo indecente. La OIT está trabajando de una manera incesante con el gobierno en este asunto. El 41% del empleo es subempleo. Al mismo tiempo, no hay recetas, no se puede esperar que la ONU resuelva el problema. La solución es una solución nacional. Lo que hacemos es acompañar las instancias nacionales –gobierno, sociedad civil y empresas- para establecer y activar estrategias que aborden el problema y montar políticas nacionales, que requieren de un cierto presupuesto. Esto requiere ciertamente un cierto nivel de aceleración en la acción. Me imagino que el pacto fiscal, del cual tanto se habla en el país, va a ser fundamental porque detrás de él hay pacto programático para abordar diferentes problemas cruciales, como es el subempleo. Ciertamente hay un déficit en este sentido.
Antes del mapa de pobreza urbana, ya había estudios que hablaban de las condiciones de los asentamientos urbanos precarios, pero que tampoco cambiaron nada la realidad. Por ejemplo, si no se aprueba una ley de desarrollo territorial, de la que ya hay borradores y estudios, no va a cambiar nada en este sentido.
Entonces, si lo que me dice es correcto, quiere decir que mi trabajo y el de las Naciones Unidas en su conjunto va a ser mucho más interesante de lo que me parecía. Claramente hay un cierto nivel de interés de activar políticas públicas en el país. Me enteré en estos días del trabajo que se ha hecho a través del Consejo Económico y Social, que es una plataforma que está creciendo, es un mecanismo importante de diálogo y un espacio importante para el desarrollo de políticas nacionales. Hay una voluntad, en la que la Secretaría Técnica de la Presidencia juega un papel central, de activar el diálogo entre las diferentes fuerzas políticas y económicas. Esto toma un poquito más de tiempo, aunque no debería de ser una excusa. Estoy de acuerdo que cuando se trata de políticas que tienen que abordar el problema de la pobreza y la vulnerabilidad de la gente hay que ser como Speedy González. No podemos atrasarnos, no podemos articularnos de manera administrativa y con procesos interminables. Esto lo veo como un reto para Naciones Unidas: desarrollar políticas a favor de la niñez, de género, de seguridad alimentaria, etcétera, pero que al mismo tiempo se pueda trabajar en la aceleración de acciones para alcanzar los ODM.
A ver, por ejemplo, ya que lo menciona, políticas de género. Si yo fuera el Ejecutivo, ¿qué tipo de diálogo y con quién tengo que mantenerlo para echar a andar una normativa de derechos laborales para la mujer dentro del mismo gobierno? ¡Ninguno, solo tomar una decisión política! ¿No le parece que falta más decisión política que diálogo y recursos económicos en algunos casos?
Ciertamente, por ejemplo, el gobierno puede tomar la decisión de imponer políticas contra el acoso sexual laboral. Me imagino, esperaría, que estén vigentes.
Las organizaciones feministas se quejan de que no existen.
¿No existen?
No...
... No puedo abordar eso porque no lo conozco. Pero si no existen, se tendría que trabajar en ello.
Por ejemplo, no existen protocolos unificados en las diferentes instituciones que ven casos de violencia hacia las mujeres.
Entonces, hay que hacerlos.
El PNUD puede hacer muchos estudios científicos y con un montón de recomendaciones, pero nada garantiza que se van a echar a andar porque falta voluntad política para hacerlo.
Pero su papel como medio de información y esto que está diciendo también es importante. De una manera u otra, usted puede pasar un mensaje claro a su gobierno en este sentido. A veces la voluntad política se puede empujar a través de la presión de la sociedad, de la Asamblea Legislativa, de los medios de comunicación...
... ¿El PNUD, el sistema de Naciones Unidas, no puede presionar, no puede presionar a nuestro Estado? ¿No puede decirle a nuestro Estado que está fallando?
Normalmente efectuamos un seguimiento del estado de implementación de todos los acuerdos que el Estado firma. Lo que hacemos es cierta presión. Podemos presionar y lo hacemos de manera correcta, porque hay también un protocolo de relación con un Estado soberano. Pero lo hacemos y el sistema tiene una plataforma de diálogo y de presión.
Por ejemplo, el Consejo Nacional contra el Sida (Conasida) trabaja bajo la visión de la abstinencia, el ser fiel a la pareja y, por último, el uso de preservativo (ABC, por sus siglas en inglés). Si un joven de 17 años pide un preservativo en el sistema público de salud, se lo pueden negar. ¿Naciones Unidas recomienda negar condones a menores de edad?
Ciertamente, negar un condón a quien lo pide es incorrecto, simplemente porque es un derecho humano la protección en la interacción sexual. No solo Naciones Unidas, pero estoy seguro que cualquier entidad que trabaja seriamente en la prevención del VIH-sida y las enfermedades transmisibles tiene una posición muy clara sobre esto. No es simplemente la promoción y el márketing de los condones. Tenemos respeto a las tradiciones y las sensibilidades, pero el hecho es la protección de la vida. Si un joven va a comprar un condón, yo se lo daría gratis, y espero que se los estemos dando de gratis.
En el sistema de salud público, si soy menor de edad, no es seguro que me den un preservativo. La tasa de embarazos en menores de 18 años dice que tenemos una juventud sexualmente activa pero también tenemos un Estado que cree que esta no tiene relaciones sexuales y que se van a abstener de tenerlas...
... No hay que taparse los ojos. Es una verdad lo que está diciendo: hay una tasa de embarazos en edades prematuras que es muy elevada. Lo mínimo que se puede hacer, y lo digo muy claramente, es dar a los jóvenes acceso a herramientas que les puedan ayudar a evitar embarazos y la transmisión de enfermedades sexuales. Eso es muy claro. Y si las entidades de salud pública nacional están impidiendo esto, abogaría porque se permita. Después serán las entidades nacionales las que escogerán qué hacer.
Naciones Unidas le ha pedido a El Salvador que revise su política de educación sexual reproductiva para nuestra juventud. Usted decía que hacen “presión correcta”, ¿cómo se presiona “correctamente” a la Iglesia Católica, que tienen el poder de borrar un manual de educación sexual y promover la abstinencia como única manera de evitar las enfermedades de transmisión sexual?
El asunto no es siempre presionar...
... ¿Imponer?
... No, no... La Iglesia Católica promociona la abstinencia en muchos casos de manera muy eficaz...
... Creo que ha fallado en el país si vemos los números de embarazos...
... Bueno, eso es lo que hacen. La tasa de éxito o no es otra cosa. La Iglesia tiene sus opiniones y valores, y tienen toda la libertad de exponerlos. Ahora, la abstinencia claramente es parte de la estrategia. Pero hay otros enfoques estratégicos y opciones, y uno de esos es el condón. El Papa mismo, el gerente de la Iglesia Católica, se expresó con cierto nivel de apertura en relación a la utilización de los condones. Hay un proceso de cambio cultural porque la sociedad y su dinámica así lo imponen.
Igual, eso podría ser un primer paso pero no me dice que la Iglesia Católica cambiará de la noche a la mañana. La pregunta iba más en el sentido de saber cómo Naciones Unidas puede presionar en este tema, por ejemplo, donde la religión tiene un peso muy evidente. ¿Qué cartas tiene en este campo para hacerlo?
Lo que Naciones Unidas hace es evitar entrar en dinámicas y esquemas políticos que no manejamos. Yo no quiero hablar de la Iglesia o de la religión. Ya pedí una reunión con el nuncio apostólico y espero que me la otorgue...
¿No es una postura muy cómoda? A veces me parece que Naciones Unidas es como un árbitro que ve el partido pero no tiene silbato.
Bueno... nosotros jugamos el balón también, no somos el árbitro. Somos socios en dinámicas de desarrollo. No pienso que ser el árbitro es el papel que Naciones Unidas juega en El Salvador.
Pongo un ejemplo: el PNUD tuvo un programa muy exitoso de cero tolerancia a las armas de fuego en tres municipios. El PNUD hizo un informe mostrando el alto costo social de la violencia en el país y ha traído a muchos expertos a hablar de esto. Desde el año pasado el presidente tiene una propuesta para prohibir la portación de armas y no le ha dado impulso.¿No cree que el Estado salvadoreño lo que necesita es un jalón de orejas más que de presiones políticamente correctas?
Eso no nos lo permitiríamos con el Estado salvadoreño. Ciertamente como Naciones Unidas abogamos porque la portación de armas sea reducida, si es posible, al 100%. Si no hubiera armas, pequeñas o grandes, la violencia tendría menos efectos. No sé cómo es en El Salvador, en este momento, y no sé si esto está en las estrategias y políticas de combate y prevención de la violencia.
Digo, hay un anteproyecto de ley presentado por el actual ministro de Justicia y Seguridad Pública a Casa Presidencial y no ha visto luz pública, ni siquiera para un debate abierto sobre la no portación de armas…
… Entonces hay que discutirlo.
Por eso volvemos a la pregunta inicial: ¿De qué sirve a Naciones Unidas venir a El Salvador a invertir dinero en una cantidad de estudios y que no cambie nada?
Nosotros no podemos darnos el lujo de ser pesimistas. De cualquier manera vamos a continuar empujando ciertos mensajes. El control y reducción de armas es fundamental, y es uno de nuestros mensajes.

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