Contra Punto-Política de investigación científica en El Salvador - Noticias de El Salvador - ContraPunto

 Luis Antonio Barba Camacho.08 de Diciembre. Tomado de Contra Punto.

SAN SALVADOR - Abordar el problema de la investigación científica en las áreas de las que hemos venido hablando en las anteriores publicaciones, nos lleva a sugerir la creación de institutos de investigación mono-sectorial y multidisciplinarios, dirigidos por un Consejo Nacional de Investigaciones que estará integrado por los representantes de las instituciones dedicadas a la investigación y las Universidades acreditadas por el Ministerio de Educación, así como representantes del sector privado y la banca pública, como el Banco de Fomento Agropecuario.
Será responsabilidad del Consejo Nacional de Investigación: dictar las políticas de investigación, coordinar, supervisar y evaluar la investigación básica y aplicada en el sector, determinar las prioridades del sector para establecer la asignación presupuestaria necesaria a las instituciones ejecutoras de la investigación, a través de las diferentes unidades de trabajo creadas para ese fin.
Para que la investigación sea integral y proporcione los resultados esperados en los distintos campos agropecuarios, además de hacer una utilización racional de los recursos disponibles, debe de enfocarse a través de equipo multidisciplinarios, donde los técnicos de las diferentes disciplinas conjuguen sus conocimientos y esfuerzos en la búsqueda de las soluciones a los problemas que disminuyen la productividad y producción agropecuaria nacional.
En base a la política de investigación, el plan de trabajo que será elaborado por el Consejo Nacional de Investigaciones será por Proyectos Nacionales, los cuales al ser analizados por los Comités de Investigación, de las diferentes unidades ejecutoras, los desglosaran en proyectos: regionales, zonales y específicos, para que en base a las diferentes necesidades y disponibilidades de recursos, contribuyan a las soluciones de los problemas prioritarios de cada lugar.
Los proyectos de investigación deberán ser aprobados por un Comité Técnico nombrado por el Consejo Nacional de Investigación para garantizar que se encuentran enmarcados dentro de las soluciones planificadas a nivel nacional.
Los proyectos de investigación a nivel nacional, propuestos por su importancia capital en el desarrollo del sector agropecuario, son los siguientes: Producción Pecuaria Intensiva: 1. Sanidad animal; 2. Producción animal; 3. Alimentación y nutrición animal; 4. Manejo animal (técnicas racionales de explotación animal); 5. Mejoramiento animal; 6.Conservación y transformación de productos y sub-productos de origen animal.
Un Proyecto Producción Agrícola Intensiva, es igualmente indispensable: 1. Protección vegetal; 2. Técnicas de cultivo amigables con la conservación y restauración del suelo; 3. Mejoramiento vegetal; 4. Nutrición vegetal; 5. Riego y drenaje; 6. Conservación y transformación de productos y sub-productos de origen vegetal.
Un proyecto no contemplado para el sector agropecuario importante es la elaboración de proyectos de tipo socio-económico de manera que estos estudios a nivel de región específica, puedan afinar al detalle, tanto la investigación como la transmisión de la tecnología agropecuaria bajo una base firme el desarrollo integral de esa región.
La asignación de recursos financieros, para la investigación agropecuaria, deberá ser mayor al 3% del P I B nacional, recomendado por las instituciones internacionales, ya que para países como El Salvador, dependientes de sus recursos agrícolas, necesita invertir más fondos en la actividad de investigación para acelerar el desarrollo socio-económico.
Para la generación y difusión de tecnología tendiente a ser adoptada en el sector deben tomarse en cuenta las condiciones ecológicas, agronómicas, económicas, culturales y sociales del medio rural a que estará dirigida esa tecnología así como a los beneficiarios de la misma.
La capacitación tecnológica en el exterior y los convenios internacionales de asistencia técnica, deben enmarcarse dentro de planes definidos que incorporen las condiciones y necesidades objetivas del sector y su proyección a largo plazo.
Se recomienda que los planes y programas educativos para la formación de técnicos destinados a trabajar en el sector agropecuario, incorporen aspectos sociales, culturales y de comunicación que por una parte generen vocación de servicio y por otra provean de los instrumentos básicos para conocer y comprender al hombre del campo en su medio. Además, deberían establecer mecanismos para evaluar la aptitud vocacional de los aspirantes a tales estudios.
La difusión de tecnología debe concebirse dentro de una política integral que contemple todos los servicios de apoyo a la producción, de manera especial al crédito y la comercialización. Si bien lo anterior se ha señalado muchas veces, se estima necesario reiterar que el productor adoptara tecnología que a través de sus resultados le aumenten significativamente sus ingresos, de ahí que la comercialización juega un papel importante dentro del proceso. Cabe agregar que para el funcionamiento de esta política integral es necesario formular mecanismos que permitan la participación de las instituciones involucradas y que se les defina claramente sus responsabilidades.
El mejoramiento de la mano de obra agropecuaria a través de la capacitación tecnológica debe relacionarse adecuadamente con las políticas de empleo previstas para el sector. Como una forma de garantizar el éxito de los programas de asistencia técnica, debe hacerse la investigación socio-económica y cultural del medio receptor que permita actuar con el conocimiento claro de todas las variables involucradas.
Debe también incluirse en la planificación, el concepto de zonificación agropecuaria para los procesos de difusión de tecnología a nivel nacional.
Más adelante mis estimados lectores, abordaremos el problema fundamental de la débil institucionalidad pública dedicada a esta gran tarea de la investigación y producción agrícola, que como ya lo hemos dicho, atenta contra nuestra independencia alimentaria que fue diezmada por el proyecto consumista de una versión equivocada del mercado, pautada por el neoliberalismo y que resulta francamente endeble frente a los cada vez más catastróficos fenómenos climáticos.
La baja producción agrícola y pecuaria, las insuficientes respuestas estructurales frente al fenómeno climático que diezma cada año los cultivos, el abandono por más de veinte años, la carestía de los alimentos y el brutal y despiadado acaparamiento dirigido y ejecutado por mafias infiltradas en el mercado alimentario, ponen en peligro la salud, el trabajo y el futuro de la sociedad salvadoreña.

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