Contra Punto-Delincuencia y economía, los déficit - Noticias de El Salvador - ContraPunto

 08 de Diciembre. Tomado de Contra Punto.

Se tiene que tomar al toro por los cuernos: hacer que se cumplan las leyes, invertir en lo social, emparejar a la sociedad, quitándole los privilegios a los históricamente beneficiados

SAN SALVADOR – Para los salvadoreños los problemas principales en este año han resultado ser la criminalidad que azota y la crisis económica; ambas se entrelazan o se entremezclan; ambas deben resolverse con voluntad política y unidad nacional.
Los problemas que la población señala no son nuevos; vienen desde hace más de una década. En unas encuestas un tema sale en primer lugar y en otras en segundo, o al revés, pero así se han ido intercambiando de puesto.
Los problemas los heredó el actual gobierno de los anteriores, y si no se hace un esfuerzo supremo, éste gobierno de los dejará al que venga, con la misma tranquilidad que lo hicieron sus predecesores.
No es que no se esté haciendo algo, pero la pregunta es: ¿Por qué si se está haciendo algo los índices no bajan como debieran en cuanto a criminalidad? ¿Por qué no ya empleo y un mejor bienestar de la población?
La verdad es que resolver el tema de la criminalidad y de la economía, no es sólo función del gobierno como algunos sectores hacen ver. Es un problema de todos y se requieren sacrificios de todos.
No obstante, en El Salvador ha prevalecido un “sistema de privilegios”, en el cual se ha sustentado el desarrollo de su vida cotidiana y sus perspectivas. Sin romper esa cadena de privilegios no podemos hacer nada para cambiar la realidad.
Los sectores privilegiados son los que mantienen no sólo el estado de crisis en la economía, sino la incapacidad estatal para hacer justicia social y legal, a lo que se le llama impunidad.
Por ejemplo: no se prohíbe la portación de armas porque un sector pequeño -pero poderoso- se impone para que no se haga, aún a sabiendas que las armas de fuego accionadas por delincuentes causan casi el 90 por ciento de los homicidios.
El ministerio público o Fiscalía sigue sin tener garras porque no interesa que investigue profundamente todos los hilos de la delincuencia y la corrupción. Ello es producto de hacer de la fiscalía un coto de intereses políticos.
Los empresarios más poderosos del país se niegan a un impuesto para pagar algunos déficit para cubrir la seguridad pública y pretenden que los costos los asuman los sectores más empobrecidos y al final, a los que se les ha conocido históricamente como los sobreexplotados.
La situación es urgente: el gobierno tiene que tomar al toro por sus cuernos: hacer que se cumplan las leyes, invertir en lo social, emparejar a la sociedad, quitándole los privilegios a los históricamente beneficiados… Ese es el cambio. No hay de otra.

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