Las casas de los vecinos de Soyapango se amortizan con los salarios que devengan en las empresas allí establecidas
Editorial. Jueves 6 de Agosto. Tomado de El Diario de hoy.
Los cortes de agua en la zona sur de San Salvador -–que se alega son para mejorar el servicio en Soyapango, lo que es imposible por no haber conexión efectiva entre ambas redes de abastecimiento— ignora el importantísimo vínculo que existe entre los pobladores de ambas áreas: Soyapango vive de las fábricas establecidas en su circunscripción, cuyos dueños y administradores residen en el sur. Además decenas de miles de soyapanecos trabajan o rinden servicios al sur de San Salvador, los que se verían afectados por los racionamientos.
Como lo hemos dicho muchas veces, todos somos parte de extensas cadenas productivas; no se puede golpear a unos sin que el resto del engranaje casi de inmediato sufra las consecuencias.
Soyapango pasó de ser una pequeña población en las afueras de San Salvador a convertirse en la gran metrópolis de hoy en día gracias a las empresas y fábricas que se fundaron a lo largo del Bulevar del Ejército construido a finales de la Década de los Sesenta. No sólo Soyapango, sino también Apopa, Aguilares, Nejapa, El Paisnal y así hasta Cojutepeque y Chalatenango, se benefician de las fuentes de empleo y las oportunidades de negocios que ofrecen las miles de empresas que surgieron en los últimos cuarenta años.
Las grandes y medianas empresas que se establecieron no sólo dieron empleo a trabajadores, técnicos y personal administrativo, sino que también comenzaron a comprar servicios a otros negocios de soporte que operan gracias a las oportunidades que hay y van surgiendo. A esto se suma que los trabajadores generaron un mercado para la edificación de viviendas, como luego las colonias requirieron servicios y negocios, poniendo en movimiento un proceso virtuoso de desarrollo.
Muy malas señales para los inversores
Como con respeto sugerimos al Secretario Estratégico de la Presidencia Lic. Hasbún, los directivos de ANDA pueden hacer un recorrido por Soyapango y las ciudades circunvecinas, y preguntarse qué NO se hizo directa o indirectamente con recursos generados por empresas privadas muchas de ellas ubicadas sobre el Bulevar. Las casas de los vecinos de Soyapango se amortizan con los salarios que devengan en las empresas allí establecidas o negocios que les prestan servicios o sirven a esas comunidades; escuelas, centros de salud, mantenimiento de calles, alumbrado, lo que pueden ver y oír, o se ha construido de manera directa por emprendedores, o se pagan con los dineros que estos aportan al fisco. Y lo mismo se puede decir de lo que hay a lo largo y ancho del territorio, desde el viejo al nuevo Puente de Oro, hasta las represas hidroeléctricas y la red de asistencia médica.
En la actualidad "los medios de producción" no son tanto maquinaria y edificios de duración ilimitada, cuanto sistemas que requieren permanente actualización, mantenimiento, desarrollo y cuido de clientelas así como lo necesario para competir. Todo eso demanda incesantes inversiones, las que se producen cuando el emprendedor tiene confianza en el sistema y en que será tratado con imparcialidad pero buena voluntad.
Lo del agua ha sacudido a los productores que se preguntan si fue un mal paso de alguien o si refleja una política aún no anunciada, la de tomar revanchas por agravios imaginarios. La medida se sufre en el sur de San Salvador, pero son señales que también recogen potenciales inversionistas. Economía puede ir cerrando PROMESA si no hay rectificación.
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