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2009/08/04

¿De regreso a los 80?

“Las amenazas de Chávez y Ortega de invadir Honduras, para resolver el tropiezo que tuvo su proyecto expansionista, y la amenaza real que ello representa para Estados Unidos, amenaza a la región con una guerra que no queremos.”

Escrito por Rafael Castellanos.Martes 4 de Agosto. Tomado de La Prensa Grafica.

En la década de los ochenta se pelearon guerras en toda la región, excepto Costa Rica. Su componente geopolítico fue enorme y lo que permitió que fueran tan largas. El bloque socialista de entonces, liderado por Moscú y La Habana por un lado, Estados Unidos y la mayoría de Occidente por el otro, pelearon en nuestro suelo la última batalla de la guerra fría. Ahora suenan tambores de guerra obsoletos pero preocupantes: Ortega y Chávez amenazan invadir Honduras, Zelaya dice preparar en territorio nicaragüense “milicias”, para combatir.

Al final, la guerra se terminó principalmente por el desmoronamiento del bloque soviético, se perdió el referente ideológico y el apoyo financiero a la izquierda, la guerrilla salvadoreña y al gobierno sandinista que luchaba a los Contras.

La cantidad de muertos, la destrucción de infraestructura y del tejido social que dejaron las guerras fue enorme, las economías cayeron estrepitosamente, retrocediendo 30 años, se provocó una emigración enorme, en la que se fueron muchos de los mejores talentos. Los muertos los pusimos nosotros, la guerra era más de otros.

Cada país salió a su manera. Guatemala, que fue siempre muy independiente de Estados Unidos, le entró a la guerrilla con todo, la política de tierra arrasada, sobre la cual no hubo mucha cobertura internacional, pues tampoco hubo mucha presencia internacional en el conflicto, llevó a una fácil victoria militar sobre la guerrilla. Su raquítica presencia se mantuvo para guardar apariencias y la firma de la paz fue más para legitimación del fin de la guerra que porque la hubiera.

La economía guatemalteca siguió fuerte, no hubo cambios sociales, el ejército se quedó cogobernando con los civiles de turno. Ahora enfrentan un grave problema, el crimen organizado y el narcotráfico han infiltrado ejército, policía y estructuras de gobierno. La situación es muy compleja.

Honduras no tuvo guerra, solo sirvió de base a la Contra en su guerra contra el gobierno sandinista. No hubo cambios, siguieron viviendo un statu quo bastante retrasado, con poca institucionalidad y estado de derecho.

En Nicaragua, los sandinistas con el apoyo de casi todo el mundo derrocaron sin muchos tiros al dictador Somoza, el Frente Revolucionario ofreció implementar una revolución y cambiar los patrones de injusticia social. Desde el primer día se desviaron del todo, Ortega y su banda se dedicaron a enriquecerse ilícitamente, lo que se conoce como “La Piñata”. Los idealistas como Sergio Ramírez no cupieron allí. (Lean su libro Adiós Muchachos.)

A pesar de perder dos elecciones, Ortega siguió mandando y enriqueciéndose ilícitamente, maximizado con el nauseabundo “Pacto” con Alemán, que le permitió a Ortega ganar la presidencia arreglando la Constitución.

Ahora Ortega no quiere arriesgarse a perder una elección, error que cometió cuando decidió ir a elecciones contra Violeta Chamorro, a quien consideraba que derrotaría fácilmente. Perdió la elección, la gente mintió en las encuestas. Ahora prepara el terreno para hacer las reformas legales necesarias para perpetuarse en el poder. Nicaragua sigue siendo el país más pobre de América después de Haití.

En El Salvador se peleó una guerra muy dura, en que se metió todo el mundo. Estaba para ser entregado por Carter, el peor presidente que ha tenido Estados Unidos, pero perdió la elección, Reagan trazó la línea en El Salvador y la cosa cambió. Doce años de guerra y destrucción llegaron a su fin con unos Acuerdos de Paz celebrados mundialmente. El país ha avanzado muchísimo en democracia e institucionalidad, de los que estuvieron en guerra, es el más avanzado en casi todo. Ahora llegó pacíficamente al gobierno el partido de la ex guerrilla, con una aceptación auténticamente democrática de opositores políticos y empresarios. Un ejemplo hasta ahora.

Regresar a la guerra después de dos décadas de paz es deplorable, Centroamérica no lo merece.

Los planes expansionistas, desquiciados de Chávez, anexar países a su proyecto confuso, instalando regímenes autoritarios usando las herramientas que proporciona la democracia, sufrió un tropiezo con el golpe en Honduras.

Ahora amenaza resolver ese tropiezo por la vía militar. ¿Sucederá realmente?

No se ve fácil. Estados Unidos enfrenta que de Colombia a México sea un territorio controlado por el narcotráfico. Los coqueteos de Venezuela y Managua con Irán los ponen en riesgo de tener ojivas nucleares a dos horas de su territorio. Aunque las guerras no son populares después de Iraq y de enfrentar problemas más graves, pero más distantes como Pakistán, Corea del Norte e Irán en el Medio Oriente, no pueden dejar abierta la retaguardia.

Esperamos no tener de nuevo guerra en la región.

1 comentario:

  1. Un disparate. Chavez va a invadir Honduras?. Que interes puede tener Chavez en invadir la bananera gringa?. Mmmhhh los sesudos salvadoreños!!!! diria mi abuelo!.
    Estara Ortega interesado en participar en la invasion que este sr anuncia si Ortega no tiene ni para dar de comer a sus soldados?. Cual es el interes estrategico de Honduras?. ninguno..

    Ahh y el enfoque de que aqui hubo guerra debido a la guerra fria es verdad a medias. No menciona el sr la terrible represion, miseria y falta de democracia que reinaba en esos dias.

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