Comentarios mas recientes

2010/12/21

Contra Punto-Va siendo hora - Noticias de El Salvador - ContraPunto

 Armando Salazar.21 de Diciembre. Tomado de Contra Punto.

SAN SALVADOR - Sin dudar, para iniciar el 2011, es necesario que en el país se establezcan acuerdos nacionales claros, pero con la única dirección de mejorar las condiciones humanas de los que por generaciones han nacido y siguen muriendo en pobreza hereditaria.
Los “señores de este sistema” siempre han derrochado y comido a manos llenas y, el famoso “rebalse del vaso” de las ganancias, solo ha sido calculado como beneficio a empresarios y profesionales cercanos y funcionarios corruptos del Estado que manejaron los partidos Arena, la democracia cristiana y el Pcn. Evidencias hay.
Las gremiales empresariales y algunos tecnócratas han continuado con su queja partidaria y cansina de la inseguridad, de la falta de confianza y de incertidumbre para “invertir” en el país, ¿Acaso mucha actividad de los “privados” no siempre estuvo vinculada con los favores y licitaciones de los gobiernos y principalmente con el presupuesto general de la nación, es decir con los impuestos que pagamos todos?
Piden certidumbre confesional al gobierno, pero se han manifestado cerradamente en contra de la declaración de ingresos abultados ante el fisco. Uno se pregunta si estos señores han logrado simplemente enterarse de los informes de las Naciones Unidas de este año 2010, sobre desarrollo humano, vulnerabilidad y pobreza en este país, con seis millones de salvadoreños dentro y dos y medio fuera de sus fronteras.
Es claro que el CES, por más racionalidad que se compruebe y establezca, no concluirá en un pacto fiscal con el favor de oligarcas y la Anep, mucho menos en políticas sociales o salariales. Fueron ellos mismos los que ordenaron privatizaciones de los recursos estratégicos del Estado, la dolarización y los impuestos generalizados para la población, con el sombrerazo del FMI y el Departamento de Estado gringo.
No hay absoluta duda que quienes han estado en el gobierno y sus sub-contratistas se han enriquecido en más de 20 años y algo más. Otros, también,  hicieron millonarias fortunas durante la misma guerra contrainsurgente. Se creó una especie de adicción al dinero fácil del Estado. Existen informes. Lástima que Wikileaks no los contemple, mucho menos el Departamento de Estado u Obama, que los divulguen.
Los “empresarios” piden certezas, pero no dicen que muchos no invierten hoy en el país porque están sacando el dinero del país o porque calculan que disminuirán sus altas ganancias por el simple hecho de que tienen que cumplir con los requisitos de ley.
Mientras tanto, mucha gente sencilla y trabajadora sigue huyendo hacia el Norte, obligados a cruzar dramáticas tierras mexicanas y a hacer de sus actos de sobrevivencia humana una subversión en la legalidad norteamericana. Otro tanto, sigue siendo “devuelto” a un país que aún no les ofrece nada o muy poco para vivir.
Por ello, es falsa la tesis que solo la empresa privada “crea” empleos, como igualmente falsa es que solo el Estado los genera, como formas de ampliar la producción, sea en alianzas público-privadas (en iniciativas productivas o de recursos estratégicos del Estado) o formas cooperativas (agrícolas, artesanales, medioambientales, industriales o de servicios, incluso exportables). El trabajo es el que dignifica y establece decencia y civilidad, eficiencia y productividad.
Es por ello que es impresionante la incapacidad y la insensibilidad humana de la empresa privada que se niega aceptar acuerdos humanizantes en el Consejo Económico Social CES. Una empresa privada que utiliza todas las arti-mañas (mañas depuradas y legalistas, practicadas por mañosos) para inmovilizar acuerdos que mejoren las condiciones económicas, sociales y culturales de una amplia población.
La derecha y la empresa privada están férreamente en contra de aumentar el salario mínimo urbano o de servicios, el pago por arroba en las cortas de café o por tonelada en las zafras de caña cuando no sea mecanizada, por ejemplo. ¿Acaso, incluido el gobierno, no siguen mirando con “gran normalidad” la miseria en que viven millares de familias trabajadoras de la ciudad y el campo? El gobierno ya hubiera decretado aumentos en los salarios agrícolas, precisamente para arraigar y estimular la mano de obra y la producción nacional.
Es por ello que independientemente del gobierno actual, los trabajadores tienen derecho a exigir mejores remuneraciones y… trabajar con eficiencia y honestidad. ¡¡Son ellos quienes hacen producir el país!!
Se cierra otra década y un poco más de año y medio del gobierno de Mauricio Funes. Algunos avances se registran en educación, en salud, en seguridad, en algunas medidas fiscales, pero todo indica que la realidad en este país es una bestia negra que sigue galopando y matando a tiros, de estrés, de desnutrición, de hambre o de inanición ciudadana a la población.
Ya va siendo hora de definiciones más profundas por parte del gobierno y el Fmln. El poder político hay que ejercerlo a favor del país. Es hora que vean con claridad y sus riesgos la ejecución (no solo legislación) de medidas para cerrar los precipicios de pobreza que dividen a este país. La austeridad familiar no da para más. Es más, muy riesgosa es la continuidad del “proyecto de cambios” y sus alianzas, si no se materializa el establecimiento mínimo de la dignificación salvadoreña.
Esto conlleva inevitablemente a que no es posible que tanto delincuente, principalmente de los llamados “cuellos blancos” siga deslizándose sobre la legalidad actual. No hay excusa para la Fiscalía, que es su obligación: ¡¡para eso se les paga con los impuestos de todos nosotros (hasta de los hermanos lejanos)!!
El gobierno debe superar y dominar la contradicción que tiene con la empresa privada.
Ya no es posible que poblaciones enteras sigan sin electricidad, sin agua potable, sin aprendizaje académico-social, sin atención médico-hospitalaria, sin nutrición adecuada, sin deporte de integración colectiva, sin espacios de recreación cultural.
¿Podremos profundizar reformas o cambios esenciales? Los parches ayudan a avanzar con réditos políticos, pero no son solución. La gente sencilla, trabajadora, sigue contando las monedas en su bolsillo para comprar las tortillas, la verdura o una libra de frijol o azúcar.

Va siendo hora - Noticias de El Salvador - ContraPunto

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.