Comentarios mas recientes

2010/09/30

LPG-Editorial-La inagotable creatividad laboriosa de nuestra gente

 Esto es lo que hay que potenciar con oportunidades reales y con incentivos adecuados.

Escrito por Editorial.30 Septiembre. Tomado de La Prensa Gráfica.

Es cierto que la incidencia de las remesas familiares ha generado un fenómeno de dependencia ociosa en mucha de nuestra gente joven, y también lo es que la perniciosa atracción del mundo pandillero ha llevado a muchos jóvenes a depender de actividades delictivas como la extorsión y el sicariato; pero también hay en el ambiente incontables ejemplos de gente de todas las edades que “se las rebuscan” decentemente para ganarse el pan de cada día, con creatividad y dedicación ejemplares, aun en las circunstancias más adversas. Esta actitud básica es característica del ser de infinidad de salvadoreños, de las más diversas condiciones tanto sociales como económicas. El empuje del emprendedurismo tiene, por eso, tantas manifestaciones en el ambiente.

En estos días, las condiciones climáticas derivadas de la estación de lluvias y huracanes ponen a muchísima gente en situación de riesgo. Hay calamidades por doquier, como es fácilmente constatable, sobre todo en las zonas y áreas de más alta vulnerabilidad. Cuando las circunstancias ambientales se extreman por cualquier causa que sea, como erupciones, terremotos, inundaciones y otras adversidades por el estilo, la tragedia muestra su cara más dura en el ambiente, y entonces siempre sale a relucir la solidaridad inagotable de los buenos salvadoreños, que son la abrumadora mayoría.

De resultas de los coletazos de varias tormentas en cadena, muchos lugares han quedado inundados, con grandes pérdidas y angustias para la población. En la colonia Maralí, de Soyapango, por ejemplo, se ha dado la cuarta inundación del año, y los pobladores tienen que sobrellevarlo como pueden. En medio de tal adversidad, unos jóvenes imaginativos idearon prestar el servicio de taxi acuático, en el cascarón de una refrigeradora, para que los habitantes puedan transportarse a través de las aguas crecidas. Son tres jóvenes que cobran una cora por viaje, y así le sirven a su comunidad y se agencian unos cuantos dólares. Al ver a esos jóvenes sonrientes y decididos, que empujan su “taxi” que tiene un nombre ingenioso –“El Titanic”– no se puede menos que admirar el esfuerzo de todos aquéllos que, sin quejarse ni amargarse inútilmente por las pruebas cotidianas de la suerte, sino todo lo contrario, se las ingenian para ir saliendo adelante.

Con mucha más frecuencia de lo que debería ser, nos quedamos lamentándonos del estado de cosas, de los quebrantos que proliferan en la realidad y de los peligros que nos acechan constantemente, cuando lo que todos deberíamos hacer es trabajar en conjunto para resolver los graves problemas que nos acechan o nos golpean, pero poniéndole al mal tiempo buena cara, para que las energías positivas se impongan a los diversos y constantes embates de la negatividad.

Es muy importante generar en el ambiente, desde todos los ámbitos del mismo, un ejercicio de actitudes que favorezcan los avances posibles hacia la estabilidad y hacia el desarrollo. Ni la estabilidad ni el desarrollo se dan mecánicamente o por el sólo efecto de decisiones gubernamentales: en ambos propósitos hay que poner a actuar las voluntades coincidentes tanto en la ciudadanía como en la institucionalidad. Y uno de los motores disponibles es el espíritu emprendedor y estoico de la inmensa mayoría de nuestra gente. Esto es lo que hay que potenciar con oportunidades reales y con incentivos adecuados. Y con ese tipo de asistencia motivadora ya no habrá necesidad de tanto asistencialismo que se queda en la simple ayuda para sobrevivir.

La inagotable creatividad laboriosa de nuestra gente

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.