Lo que hacían en China roja y la Unión Soviética y pretende Chávez en Venezuela, es domesticar a los niños, destruir su individualidad, transformarlos en obedientes del sistema
29 de Septiembre. Tomado de El Diario de Hoy.
Los Estados Unidos se desarrollaron en un principio enseñando las "tres erres" a sus niños: reading (leer), wRiting (escribir) y 'rithmetic (aritmética). Partiendo de ese planteamiento inicial, muchísimos niños también aprendieron lo más importante de todo, a pensar. A pensar por su cuenta, a indagar, a cuestionar, a averiguar lo que no sabían, a ser personas libres.
Esa enseñanza esencial era la apropiada para las comunidades que iban surgiendo a medida que el país se poblaba: los recursos eran pocos, tanto humanos como materiales, y lo importante era asegurar conocimientos básicos pero sustanciosos: Lincoln y muchas grandes figuras estadounidenses aprendieron en la escuela "de troncos", la de un aula multiusos, con escasos pero buenos libros, leyendo la Biblia y recitando historias edificantes. Aprender bien pocas disciplinas es mucho mejor que aprender mal muchas.
En El Salvador, se nos dice, los niños serán educados desde el día cero, como se instituyó en la China de Mao y en la antigua Unión Soviética. Los soviéticos aplicaron los descubrimientos de Pavlov sobre los reflejos condicionados: se toca la campana y el perrito saliva, pues en las previas ocasiones al campanazo seguía el bocado. Pero una cosa es educar y otra condicionar, formar personas o formar robots.
En las sociedades libres no es "el Estado" el que educa a los niños hasta los cinco o seis años, sino las familias, que pueden optar entre diversas modalidades: enseñarles en casa, enviarlos al kindergarten a partir de los tres años, contratar una maestra entre varias familias, etcétera. Es en esos años en los que idealmente los niños aprenden a querer, respetar y obedecer a sus padres y parientes mayores, a reverenciar a Dios, a ser limpios, a hablar bien o mal. Es entonces cuando aprenden a diferenciar entre el bien y el mal.
Hay que seguir con lo bueno que hacíamos
Es esa la etapa de la vida cuando los niños también adquieren el sentido de responsabilidad, a cumplir con lo que se les pide, a ayudar a sus padres. Lo que hacían en China roja y la Unión Soviética y pretende Chávez en Venezuela es domesticar a los niños, destruir su individualidad, transformarlos en obedientes del sistema, matar su creatividad.
Nadie va a querer más a un niño que sus padres y hermanitos, aunque hay familias de delincuentes, de malos sentimientos, de padres y padrastros que violan a sus hijas e hijos, pero son la excepción, no la regla.
Lo inválido de la pretensión de "educar a los niños desde la cuna" se comprueba con lo que sucede en muchos orfanatos y las organizaciones que se hacen cargo de niños abandonados: hay descuido, en ocasiones maltrato, indiferencia y hasta terribles abusos. Por lo torcido de las leyes y estructuras que rigen el sistema de cuidado estatal a infantes, los niños crecen tristes y en la mayor parte de casos viven tristes el resto de sus vidas.
Con toda razón ARENA y el PDC se oponen a que El Salvador firme un nuevo acuerdo educativo que difícilmente va a adaptarse a las realidades y limitaciones de nuestro país, más cuando hasta la llegada del actual gobierno la enseñanza iba progresando, las familias se involucraban con las comunidades escolares gracias al programa EDUCO y se fortalecieron instituciones como el ITCA y FEPADE, y los megatec en el interior.
elsalvador.com :.: Aprendan poco pero bien y, sobre todo, a pensar
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.