07 de Septiembre. Tomado de Diario Co Latino.
Seguramente sí. Y es que hay muchos indicios de que los barriles repletos de dinero, que ya suman más de nueve millones entre dólares y euros, podrían estar relacionados a un cartel de la droga, ya sea mexicano o colombiano. Sin descartar, que podría ser de algún desconocido cartel salvadoreño. Y es que, desde mediados de la década, en El Salvador, la vox populi y más de algún político, mencionan nombre y apellidos de pudientes que podrían venir trabajando o bien en el narcotráfico o bien en el lavado de dinero.
Más allá de las especulaciones, por supuesto, lo que se tiene, por el momento, son evidencias. Nos referimos a los dos barriles que la policía de antinarcóticos encontró en la finca de un supuesto empresario guatemalteco.
Obviamente, si ese dinero fuera limpio, pues, lo más seguro es que hubiese estado depositado en un banco, o de la región o de fuera.
Por supuesto que por el momento, solo se puede escribir, como hemos señalado arriba, de los hechos, es decir, el dinero decomisado. Más adelante, en la medida en que avancen las investigaciones se podrá analizar el tema en concreto, por hoy, lo que sí vale la pena, a partir de ese hecho, es señalar que El Salvador no está ausente del crimen organizado, en todas sus dimensiones.
Es más, los indetenibles homicidios, dirigidos por cierto, podrían estar involucrados al movimiento del narcotráfico o el lavado de dinero, lo que a su vez podría estar vinculado al sicariato.
La cuantiosa suma, según la policía, es la más grande encontrada o decomisada en los últimos diez años, lo que no implica que esas tareas de traficar dinero a través de El Salvador, así como la droga, sean nuevas.
Recordemos por ejemplo que a mediados de los 90´s hubo el decomiso de un alijo de varias toneladas de cocaína, caso conocido como el de la bodega San Jorge, que por cierto, el propietario casi sigue en el anonimato, así como quienes arrendaron la bodega.
Luego hubo otro decomiso en unas bodegas cercanas al Puerto de Acajutla, propiedad de un salvadoreño con apellido francés. Pero, no pasó a más.
Es decir, en este país han pasado casos y a su vez ocultado casos, que no nos sorprendería que las investigaciones en el caso de Zacatecoluca, o los “narcobarriles” como lo han bautizado algunos medios, tenga que ver con los carteles de la droga propios o extraños.
Esperemos que la sección especializada de la Policía Nacional Civil pueda llegar al fondo del asunto, y se esclarezca no solo quienes eran los dueños de ese dinero, sino que se descubra o descubran las estructuras que operan en el país.
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