LPG-Se ha dado una sacudida en el mapa electoral

 Los partidos políticos deben ir aprendiendo de la experiencia, y ya no sentirse habilitados para hacer cualquier cosa a su antojo e interés, como fue el “salvataje” que se ha dejado sin efecto.

Escrito por GN3.03 de Mayo.Tomado de La Prensa Gráfica.

Cuando ya está avanzado el año preelectoral, surge la sentencia de la Sala de lo Constitucional que ordena cancelar a los dos partidos políticos de más larga presencia en el escenario político nacional: el PCN y el PDC; aunque durante la posguerra, por el reacomodo resultante del proceso de paz, tal presencia sea más bien complementaria. Dicha sentencia es de cumplimiento obligatorio e inapelable, según nuestro ordenamiento legal; pero ello no quita que pueda y deba haber un ejercicio reflexivo acerca de los contenidos jurídicos de la misma y sobre la oportunidad política de su pronunciamiento. No hay que olvidar, y la primera en tenerlo en cuenta debe ser la misma Sala, que su función, por el altísimo grado de poder que conlleva, es a la vez jurídica y política; y así debe ser asumida, con la enorme responsabilidad del caso.

Falta por ver cuáles serán las reacciones concretas de los organismos directamente comprometidos con el cumplimiento de la sentencia, en particular el Tribunal Supremo Electoral; pues la reinscripción oportuna de los partidos señalados para desaparecer será en todo caso un pulso contra el tiempo, porque éste se hace cada vez más corto de aquí a las elecciones del 13 de marzo de 2012. Si no pudiera darse dicha reinscripción a tiempo, habría sin duda un nuevo esquema de correlación de fuerzas electorales, de cara a los resultados de las urnas.

Estaría por conocerse, en ese caso, hacia dónde van los contingentes de electores que perderían sus referentes inmediatos. ARENA y GANA se hallarían, entonces, en la competencia principal por atraer dichas simpatías partidarias. El ambiente es hoy lo suficientemente fluido para que nadie pueda hacer cálculos seguros de antemano; todo dependería, en tal eventualidad, de las habilidades y estrategias desplegadas. La situación del espectro de derecha es ya, actualmente, muy complicada, de resultas de los efectos políticos y emocionales de las elecciones de 2009, en las que se dio la alternancia; y este nuevo escenario viene a enredar más las cosas para dicho sector ideológico de la política nacional.

Nos hallamos, indudablemente, en un período de altas volatilidades y cambios imprevistos; y esto agrega incertidumbre a la que ya carga el ambiente. Como decíamos hace muy poco, estamos, como sociedad, expuestos a lo imprevisible, y eso se evidencia cada vez más en los ámbitos institucionales. No sabemos con qué puede salir el Ejecutivo, qué puede resultar de los movimientos dentro del Legislativo, ni qué esperar de las tensiones que imperan en el Judicial. Y, entretanto, la compleja e intrincada problemática del país ni espera ni da tregua. Dosis significativas de lucidez, de prudencia y de buen juicio estratégico vendrían bien para todos.

Situaciones como la que hoy se presenta a raíz de la sentencia aludida tienen, en todo caso, filones aleccionadores. Los partidos políticos deben ir aprendiendo de la experiencia, y ya no sentirse habilitados para hacer cualquier cosa a su antojo e interés, como fue el “salvataje” que se ha dejado sin efecto. Y para los juzgadores, de cualquier nivel, hay también una advertencia por asimilar muy responsablemente: de la independencia a la temeridad sólo hay un paso. Los diversos aprendizajes de la sana lógica democrática exigen reconocer, además, que este es un proceso, en el cual nada está desconectado; y el real Estado de Derecho es, justamente la sabia interacción permanente entre la ley, la política y todos los otros componentes de la vida nacional.

Se ha dado una sacudida en el mapa electoral