Escrito por Por Luis Membreño.06 de Abril. Tomado de La Prensa Gráfica.
“Los diputados deben escuchar atentamente el clamor del pueblo salvadoreño que exige votar por personas y no por partidos políticos y que no quiere leyes que contradigan dicho espíritu.”
Los problemas de las democracias se resuelven con más democracia. La discusión actual en nuestro país se centra en la decisión de los tres partidos que conforman una aplanadora en la Asamblea Legislativa y que aprueban todo tipo de decretos que les benefician a ellos y que perjudican la libre decisión de los ciudadanos de elegir a sus representantes.
El FMLN, junto con el PCN y GANA, tienen más de dos terceras partes (56 diputados) de los votos en la Asamblea Legislativa, por lo que ellos puedan aprobar todo tipo de leyes y hasta tienen los votos para pasar por encima de cualquier veto del presidente Funes. El único problema que tienen es que si tratan de pasar por encima de un veto justificado por inconstitucionalidad eso tiene que ser definido por la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y ante la posibilidad muy alta que la CSJ vaya a fallar que el decreto vetado por Funes efectivamente es inconstitucional, los legisladores están considerando otras opciones para seguir protegiendo sus privilegios.
Lo que estamos viendo en el mundo entero es un movimiento fuerte hacia la democracia, en los países que han tenido dictaduras por años; y movimientos hacia la profundización de las democracias en países a los cuales nos falta mucho por avanzar en las reformas electorales y en la creación de leyes que regulen a los partidos políticos. Esto, por supuesto, no es del agrado de los partidos que tienen el poder absoluto en la Asamblea Legislativa salvadoreña, algunos, luego de haber ganado las diputaciones en las elecciones, como el PCN y el FMLN, y otros que nunca han ido a elecciones, como GANA.
Los diputados deben escuchar atentamente el clamor del pueblo salvadoreño que exige votar por personas y no por partidos políticos y que no quiere leyes que contradigan dicho espíritu. Las cúpula de los partidos políticos de la aplanadora actual quiere mantener la situación actual porque los cambios podrían darle la posibilidad al elector de escoger a las personas que mejor les parezcan, independientemente del partido en el cual militen o si son candidatos independientes.
Nuestra democracia ha avanzado significativamente desde la elección del presidente Duarte en 1984; los salvadoreños hemos venido madurando políticamente y ahora estamos dispuestos a dar la lucha que sea necesaria para que se respeten nuestros derechos y que se acabe la partidocracia corrupta que tiene sumida a la clase política en el más grande desprestigio. Lo que necesitamos son políticos correctos, capaces, bien preparados y que antepongan el bien de sus electores al propio o al del partido político que los propuso. Los diputados no deben responder a las cúpulas de los partidos políticos sino al elector que lo ha llevado a esa posición en la Asamblea Legislativa, para que lo represente. Ese es el derecho que reclamamos y exigimos todos los salvadoreños.
Las próximas semanas serán claves para definir la forma como se va a elegir a nuestros representantes en las elecciones de marzo de 2012 y es por ello que el FMLN, PCN y GANA deben escuchar bien el clamor popular de más democracia y deben respetar nuestros derechos que están bien definidos en la Constitución; de lo contrario, independientemente de las argucias políticas que adopten, se van a llevar una sorpresa muy grande en las elecciones del próximo año, porque obligarán a la mayoría de la población a votar masivamente por las opciones políticas que hayan defendido los derechos de los ciudadanos, independientemente que se esté de acuerdo con ellos ideológicamente o no. Este es el inicio del gran cambio político salvadoreño del que no puede haber retroceso.
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