Un recorrido de LA PRENSA GRÁFICA en algunas unidades del transporte colectivo, que ya fueron capacitadas por el VMT, demostraron algunas deficiencias.
Escrito por Byron Sosa.03 de Abril.Tomado de La Prensa Gráfica.
Una semana ha pasado desde que comenzó a impartir el Viceministerio de Transporte (VMT) los cursos suplementarios a los motoristas de las unidades del transporte público, todo con el objetivo de obtener de ellos un cambio de actitud hacia los usuarios y enseñarles a manejar sin estrés en largas jornadas de trabajo.
Empero, estas no son aplicadas por la mayoría de los choferes, quienes solo al ver presencia policial o acercarse al centro histórico acatan la ley.
Prueba del irrespeto es que antes de aplicarse estos cursos la Policía de Tránsito indicó que al menos el 70% de los conductores del área metropolitana tenía las licencias vencidas o decomisadas por acumulación de esquelas.
Para conocer el interior de algunas de las rutas ya capacitadas, durante algunos tramos de San Salvador, fue necesario vivir como un pasajero más un recorrido.
La primera ruta fue la 41-B, que hace su recorrido desde Soyapango hasta el centro de la capital. Acá, abordando un microbús desde el centro de este municipio se identificaron faltas como no portar cinturón, puertas abiertas, música con volumen alto y paradas en puntos no establecidos.
Sin embargo, al ir llegando al centro de San Salvador la actitud cambia: el motorista comienza a estar más pendientes de si hay o no policías para cerrar y abrir la puerta en momentos claves.
Misma historia de los microbuses de la ruta 42, que hace su recorrido desde la zona del Zurita hasta Merliot. Junto con un colaborador en la puerta de la unidad, el motorista comienza a estar presto a hacer paradas en lugares no autorizados al son de la voz del colaborador que grita a un usuario: “Va pues, al vuelo, al vuelo suba”.
Cabe aclarar que muchas veces el hacer altos en lugares no autorizados tiene la complicidad de los usuarios, quienes, con conocimiento de causa, le hacen señales de alto a las unidades sabiendo que ese lugar no es parada de buses.
No entienden
En los cursos han recibido charlas sobre relaciones humanas, psicología y antidoping así como de seguridad vial y respecto a las leyes de transporte, impartidos estos dos por la Policía de Tránsito; sin embargo, el efecto de las charlas en ellos no surte el efecto esperado.
Se comprobó también en los altos de los semáforos: subiendo y bajando personas en los cortos segundos del alto; una historia muy frecuente frente a la Universidad Tecnológica y la Universidad Francisco Gavidia.
La ruta 101, microbús, es otra ya capacitada; sin embargo, un recorrido desde la alameda Manuel Enrique Araujo hasta el parque Bolívar dejó dudas pese a portar en el parabrisas un reglamento de la División de Educación, Subdirección de Tránsito Terrestre de la Policía Nacional Civil.
Pese a ello, el VMT planea carnetizar aproximadamente a 12,000 motoristas. Todos ellos deberán pasar por el curso suplementario, pero para ello tienen que haber pagado sus esquelas.
tendria que ser mas drasticos con ellos. La multa es represiva, pero las clases no reeducan, sencillamente porque nunca has estado educados ni tienen conciencia la mayoria de los buseros (porque no se les puede llamar conductores)
ResponderEliminar