03 de Abril.Tomado de El Diario de Hoy.
El promedio nacional de esquelas impuestas al transporte colectivo en El Salvador es de 11 por hora.
Basta hacer un recorrido en cualquiera de las 11 mil unidades del transporte colectivo que brinda el servicio a nivel nacional.
El jueves, un periodista de este medio de comunicación abordó una unidad de la Ruta 41 "A", desde las 6:30 a.m. hasta 8:15 a.m., y se llevó una sorpresa: ¡Contabilizó alrededor de 24 infracciones en menos de dos horas! Las infracciones que cometió el motorista de esa unidad sobrepasan los 900 dólares.
Datos estadísticos de la Policía de Tránsito reflejan que en lo que va del año las multas impuestas a motoristas del transporte público ascienden a 630,663 dólares, equivalentes a 24,670 esquelas.
En 2010, los buseros acumularon 103,371 esquelas, lo cual equivale a 2.6 millones de dólares, según datos de Tránsito.
Estas cifras no incluyen las cometidas por el susodicho motorista, cuyo punto de partida es la colonia San José de Soyapango.
A continuación el relato de la travesía donde quedó al descubierto que algunos motoristas del transporte público continúan irrespetando las normas establecidas en el Reglamento General de Tránsito Terrestre.
ESQUELAS NO IMPUESTAS
El viaje comenzó a las 6:30 de la mañana, cuando miles de personas se las ingenian para subirse a las unidades del transporte colectivo, que a esa hora van repletas.
Los cobradores siempre gritan: "¡Va vacío... Centro, Catedral, Hispano, Centro! ¡Suba, suba ya nos vamos!". Las frases son las mismas en todo el recorrido.
Además de los gritos del cobrador, los pasajeros escuchamos a lo largo del recorrido, la música estridente que salía de las enormes bocinas que instalan los motoristas en las unidades, sin que nadie les diga nada, pese a que el reglamento lo prohíbe. Al parecer, el conductor desconoce que la pena por esta infracción es de $57.14 de dólar.
No habían transcurrido ni 10 minutos desde la salida, cuando el motorista de la unidad cometió su segunda falta: sobrepasó a otro vehículo invadiendo el carril contrario. En este caso la pena es de $57.14.
Justo a las 6:45 a.m., el conductor permitió que un grupo de pasajeros subiera en paradas no autorizadas. La multa por esta falta es de $34.29, según el reglamento de Tránsito, y fue una de las infracciones más repetidas por el motorista.
Esto ocurrió en la calle La Fuente, la cual conecta con varias colonias del populoso Soyapango donde, a esa hora, prevalecen las calles congestionadas y la gente cruza las calles y sortea los vehículos como en una carrera de obstáculos.
El reloj marcaba las 7:00 de la mañana cuando, sin advertir a los pasajeros, el motorista se desvió de forma violenta de la ruta autorizada por el VMT: la pena por esta infracción es de $57.14.
Algunos usuarios protestaron por la forma temeraria en la que el motorista de la unidad realizaba el viaje. "¡Por eso los joden los policías porque no les importa la vida de las personas!", exclamó una señora que abrazaba a su pequeño para que no se golpeara.
Alrededor de las 7:15 de la mañana, el microbús, que ya lucía un poco viejo, llegó al bulevar del Ejército donde, debido al congestionamiento, el motorista optó por ir sobrepasando a otros vehículos de un carril a otro.
Cerca del Hospital Amatepec, donde no hay paradas autorizadas por el VMT, se repetía la misma escena: pasajeros subían y bajaban sin ningún orden.
Este es un tramo que, debido a la cantidad de vehículos que por ahí circulan, se convierte en una amenaza tanto para los conductores como para los peatones que se arriesgan a cruzarse los carriles del congestionado bulevar.
En ese lugar con frecuencia se registran accidentes de tránsito.
Unas cuadras más adelante, cerca del "puente Eureka" la Policía de Tránsito desarrollaba un control de seguridad con el cual se pretendía controlar el tráfico vehicular. Pero el cobrador de la unidad se percató de la presencia policial y sugirió al motorista bajarle volumen a la música.
Veinte minutos después de las 7:00 de la mañana, nos encontramos frente a la Terminal de Oriente, un punto por todos conocidos por el "cuello de botella" que se forma y donde los conductores no tienen cómo maniobrar.
Durante unos minutos, parece que el conductor está tranquilo. Pero es gracias al congestionamiento, pues se ve obligado a disminuir la velocidad. Pocos metros había avanzado el bus cuando el reloj marcó las 7:30 de la mañana. En ese momento, por Fenadesal, el conductor permitió que una persona se bajara de la unidad. Al llegar a la intersección de la 10a. Avenida Sur y la 1a. Calle Oriente, a un costado del mercado Ex cuartel, el bus bloqueó la intersección, lo cual es multado con $34.29.
En el centro de San Salvador, quizá debido a la presencia de la Policía, no hubo infracciones.
Sin embargo, a partir del Reloj de Flores, las multas comenzaron a sumarse. Allí, tres personas abordaron el bus. Esta falta, catalogada como grave, es sancionada con una multa de $34.29.
De regreso en Soyapango, en la calle Antigua a Tonacatepeque, cerca de la entrada al reparto Los Santos, subir y bajar pasajeros se había convertido en una rutina de viaje, el tiempo seguía su curso y ya eran las 7:50 de la mañana.
Cuando por fin retornamos al punto de partida, a las 8:15 de la mañana, se contabilizaban más de 20 infracciones cometidas por el conductor de la unidad.
Una cifra nada tranquilizadora para todos los pasajeros que diariamente hacen uso del transporte público donde, cada día, se ven obligados a depositar algo más que su confianza: su vida.
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