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2011/04/04

Contra Punto-Violencia y sociedad sacrificial - Noticias de El Salvador - ContraPunto - Noticias de El Salvador - ContraPunto

 Moisés Gómez (*)  

SAN SALVADOR - René Girard (Aviñón, 1923) ha sido el antropólogo, el estudioso de las religiones y de la mitología, más original y controvertido de los últimos años de siglo XX. Antiguo alumno de la ‘Ecole des Chartes’ (la base de la escuela de los Anales), Girard se define como un antropólogo de la violencia y de las religiones. En 1947, parece ser que tras algún enfrentamiento con Claude Lévi-Strauss que hizo imposible su carrera universitaria en Francia, marchó con una beca a Estados Unidos, donde ha realizado toda su obra y donde se le ha considerado una especie de cónsul de la ‘french theory’, es decir, de la retórica filosófica francesa de base fenomenológica y estructuralista, en oposición a la filosofía analítica y al pragmatismo anglosajón. En octubre de 1966, organizó el Coloquio internacional sobre ‘Los lenguajes de la crítica y las ciencias del hombre’, en el que participaron Barthes, Derrida y Lacan, este coloquio marcó el inicio de la moda estructuralista en América.

Girard es analista de lo que denomina ‘deseo mimético’ el mecanismo que considera central en la construcción de las relaciones humanas. Y sobre esa idea ha construido toda una teoría de la civilización y una explicación (cristiana) del nihilismo. Tanto por la originalidad de su obra como por su crítica a las tesis de Lévi-Strauss (que en público siempre le ignoró y jamás le cita), seguramente Girard mercería ser más divulgado. Ese es uno de los objetivos de esta contribución y agradezco a este periódico electrónico por ello.

Dos categorías sumamente importantes en su producción antropológica y de crítica literaria: «deseo mimético» y «chivo expiatorio».

René Girard ha descrito el deseo mimético como el impulso más profundo del hombre y de los animales. Este deseo de imitar es indispensable para que el hombre llegue a ser hombre, porque es imitando que aprende a hablar, a caminar, a integrarse a la familia y la sociedad, a una cultura. Pero Girard distingue entre la mimesis de aprendizaje y la mimesis de rivalidad o de antagonismo. El hombre está gobernado por el deseo mimético. Deseamos algo porque el otro lo desea. Y de ahí surge el antagonismo, la rivalidad y la violencia.

Con el término chivo expiatorio se refiere a un rito muy habitual en todas las religiones primitivas, mediante el cual se trata de apaciguar la cólera de los dioses y, al mismo tiempo, de poner a prueba la devoción y el sacrificio de los creyentes obligándoles a participar conjuntamente en el sacrificio ritual es decir, más llanamente, a ‘hacerse cómplices’. Solo ofreciendo un chivo expiatorio, una «víctima inocente», se logra detener el ciclo de agresión y de venganzas interminables a que nos conduce el deseo mimético. El sacrificio en común de una víctima inocente (y especialmente de un cierto precio, o de un cierto prestigio), crea comunidad.

René Girard estudia los mitos por qué revelan una parte de la lógica del deseo mimético: la rivalidad. Por ejemplo el relato mítico de Caín y Abel sería el ejemplo bíblico de la fuerza de ese deseo mimético que engendra el asesinato. Antígona sería un ejemplo de chivo expiatorio: en la versión de la tragedia por Sófocles ella acepta morir: "no han de ser mis males tantos que no pueda, al menos, morir con gloria". Antígona admite morir para restablecer el orden de la ciudad que ella misma ha quebrantado al desobedecer la ley, no la mata nadie más que ella misma. En esta misma línea nos serviría el modelo de la Ifigenia de Eurípides, nuestra protagonista acepta su destino al resignarse a morir por la Hélade. Acepta que su sacrificio humano dará más vida y poder a los compatriotas griegos. Nadie piensa que Agamenón la haya asesinado sino que es parte de un ritual en el que todos los griegos participan, Ifigenia cree en la necesidad de su muerte.

Una característica del chivo expiatorio de acuerdo con Girard es que posee o se identifica por un distintivo, una marca: tanto Antígona como Ifigenia  pertenecen a familias trágicas por excelencia; Antígona es fruto del incesto de Edipo con su madre. Ifigenia es fruto de una infidelidad de Agamenón cuando estuvo en Troya y cuando su esposa Clitemnestra se entera es que ella decide serle infiel con Egisto lo que le cuesta la vida a manos de su propio hijo Orestes.

Al trasplantar las dos grandes ideas girardianas de deseo mimético y chivo expiatorio y aplicándolas al análisis de la realidad social y su carácter violento podemos darnos cuenta de la riqueza de esta herramienta de análisis.

Por ejemplo en relaciones internacionales entre países como los Estados Unidos  y países con recursos naturales como petróleo (medio oriente), cuencas hídricas (Brasil, Venezuela) de manera simple vemos como opera el deseo mimético que impulsa a un imperio a desear la riqueza de la otra nación y como efectivamente tiene más fuerza trata de adquirirla a como dé lugar, tenemos así relaciones conflictivas y violentas, otra forma de expresión de esta tesis es la violencia producida por rivalidades territoriales como es el caso del conflicto entre Israel y palestina y en general entre judíos y árabes.

El desarrollo de la idea de chivo expiatorio resulta muy útil para comprender la necesidad de sacrificar vidas humanas en aras de conseguir la unidad de la comunidad por ejemplo, Sadam Hussein representaba para la comunidad internacional agrupada en la OTAN la victima perfecta: eliminándolo la amenaza nuclear desaparecería. Osama bin Laden otro ejemplo de hijo mal nacido de la CIA y que debe ser exterminado.

Ya en nuestra realidad nacional estoy pensando que cuando se aborda la problemática de las pandillas se suele culpar a los jóvenes de su realidad, son el perfecto chivo expiatorio, vienen de hogares desintegrados, son drogadictos, delincuentes, ellos mismos aceptan que son un mal que la sociedad ha engendrado, que causan división en la sociedad y por lo tanto, lo que sigue es extirparlos como cáncer social. Como chivo expiatorios son inocentes pero nuestro mundo necesita de ellos para su legitimación.

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