La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó con 130 votos a favor, ninguno en contra y 10 abstenciones, la Resolución 34/180, mediante la cual adoptó la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra las Mujeres, que se conocería a partir del 18 de diciembre de 1979 como CEDAW, por sus siglas en inglés.
Escrito por Julia Evelyn Martínez. 02 de Enero. Tomado de La Prensa Grafica.
Un año después de esta resolución, 64 Estados firmaron la Convención y 2 suscribieron sus instrumentos de ratificación. La Convención CEDAW entró en vigor en septiembre de 1981, luego de que 20 Estados miembros (incluyendo a El Salvador) aprobaron su ratificación, logrando de esta manera alcanzar un tiempo récord de vigencia con respecto a cualquier otra convención sobre derechos humanos.
Entre los aspectos más destacados de esta convención se puede mencionar la obligación asignada a los Estados para tomar todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer practicada por cualquier persona, organizaciones o empresas. Estas medidas incluyen: consagrar la igualdad en sus constituciones políticas; abolir las leyes, costumbres, y prácticas que redunden en discriminación contra las mujeres; establecer protecciones jurídicas contra la discriminación; crear mecanismos de denuncia.
De igual manera, la CEDAW establece que los Estados pueden adoptar medidas especiales de carácter temporal para acelerar el logro de la igualdad entre los sexos sin que estas sean interpretadas como discriminatorias para los hombres.
La Convención de la CEDAW promueve un modelo de igualdad sustantiva entre hombres y mujeres, el cual comprende: igualdad de oportunidades para que las mujeres puedan tener acceso a los recursos de un país en igualdad de condiciones que los hombres; la eliminación de cualquier tipo de obstáculos que impidan a las mujeres el disfrute y plenitud de sus derechos; y la adopción de medidas que garanticen cambios reales y efectivos en la situación de las mujeres en los diferentes ámbitos (economía, familia, política, seguridad ciudadana, etcétera).
CEDAW establece que la no discriminación hacia las mujeres en una sociedad debe evaluarse, no por lo que un Estado dice o hace, sino por los resultados que logra en las condiciones de desarrollo de las mujeres con respecto a los hombres. Es por esta razón que los Estados que la han ratificado tienen la obligación jurídica y moral de presentar informes periódicos de avances en su aplicación de la convención así como de acatar las observaciones y recomendaciones que le sean formuladas por el Comité de Naciones Unidas responsable de la revisión de estos informes periódicos.
En la conmemoración del 30.º aniversario de la CEDAW es justo reconocer que este instrumento ha realizado significativas contribuciones al avance de las mujeres en el mundo; sin embargo, quedan pendientes grandes desafíos para los próximos años. De acuerdo con datos de Naciones Unidas, el 70% de personas que viven en la pobreza son mujeres; 500 mil mueren al año por complicaciones relacionadas con el embarazo; mujeres representan dos tercios de las personas adultas analfabetas del mundo; una de cada tres mujeres del mundo sufre algún tipo de violencia a lo largo de su vida y sus salarios tienden a ser entre un 20% y un 60% inferiores a los de los hombres.
Frente a estos desafíos, la conmemoración de 30.º aniversario de CEDAW se presenta como una oportunidad para la renovación del compromiso del Estado Salvadoreño con la tutela efectiva de los derechos humanos de las mujeres salvadoreñas, es decir, con los derechos humanos del 53% de la población. Convertir a la igualdad entre hombres y mujeres en una Política de Estado podría constituir la forma más propicia para la renovación de este compromiso.
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