Richard Awad.04 de Abril.Tomado de El Diario de Hoy.
La visita reciente del Presidente Obama a nuestro país ha generado múltiples expectativas, desde el tema migratorio hasta la seguridad regional y la cooperación económica.
En el tema migratorio afirmó el mandatario que su administración continúa trabajando para impulsar un sistema de emigración legal, efectivo y que no sea desilusionante para la familia, pero en todo se va requerir del aval del Congreso de los Estados Unidos de America.
En el tema de la seguridad regional, ofreció aportar $200 millones a la lucha contra el narcotráfico y las pandillas. Fondo no reembolsable destinado a los países de Centro America, para fortalecer tribunales, sociedad civil, Fiscalía General y Policía.
En lo económico prometió apoyar la candidatura del país a un segundo Fomilenio para la zona costera y un asocio para el crecimiento.
Analizando detenidamente lo expuesto por el ilustre visitante, debemos entender: a) que su gobierno trabaja para impulsar la migración legal. Esto responde negativamente a las pretensiones de nuestros migrantes ilegales, con la excepción de más de 220.000 compatriotas, quienes gozan del estatus legal del TPS y podrían optar a futuro por una residencia permanente; b) para el combate del narcotráfico y el crimen organizado, que es un problema regional, ofreció un aporte económico para la iniciativa conocida con las siglas CARSI; c) lo mas importante, en mi opinión, fue su abordaje del tema financiero, absteniéndose de propuestas asistencialistas y hablando de crecimiento económico y progreso social, pactando un asocio entre Estados Unidos y El Salvador para el crecimiento (Partnership for Growth) y un Fomilenio 2 para la zona costera, que tendría un impacto directo en el turismo y la construcción. El mandatario expresó su confianza en nuestro proceso democrático, para promocionar que empresarios norteamericanos se interesen en invertir en nuestra Patria.
En mi criterio, la visita del señor Obama ha sido fructífera, habló como un estadista y expresó confianza en nuestro país, la que debe ser compartida por los salvadoreños de los distintos sectores de nuestra sociedad, y así trabajar hombro a hombro para entrar triunfantes a un mundo desarrollado y globalizado. No seamos pesimistas ni sectarios, hagamos un esfuerzo unido, gobierno, empresa privada y sociedad en general. Existen datos que alientan nuestro optimismo, como que la actividad económica de nuestro país, según Fusades, ha mostrado 27 tendencias positivas de 28 indicadores, desde las remesas familiares, hasta la inversión extranjera directa, pasando por las exportaciones. El crecimiento económico es de vital importancia para mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos, puesto que es la mejor forma de combatir el crimen, la pobreza, el desempleo y la emigración.
Para incrementar la producción nacional, no podemos esperar que la economía del mañana se sustente en la infraestructura del ayer. Esto significa invertir en investigación y tecnología de avanzada, en proyectos de infraestructura, redes de comunicación y transporte ágiles, que muevan bienes e información rápidamente. Así como mejorar los puertos y aeropuertos y elevar el estándar educativo en ciencias aplicadas.
Tenemos el desafío ineludible de abandonar la mentalidad que nos ata al subdesarrollo. Es tiempo de pensar en grande, no podemos como país seguir apelando a la ayuda asistencialista, ni debemos permitir que nuestros trabajadores emigren al extranjero en busca de oportunidades. Apostemos al desarrollo, generemos empleos dignos para nuestra gente, invirtamos en nuestro país, declaremos abiertas de par en par las puertas del éxito y la prosperidad.
El Salvador ha tenido, tiene y tendrá como socio estratégico al Divino Salvador del Mundo, quien nos ha permitido salir triunfantes de múltiples y graves problemas, y cuya fe inspira a nuestro pueblo a caminar con certeza de lo que esperamos y convicción de lo que a futuro visualizamos. No perdamos esta confianza, El Salvador será grande y próspero, no en balde el Presidente de la nación más poderosa del planeta nos escogió como uno de sus socios para el desarrollo.
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