Es muy común escuchar que es un problema que las nuevas generaciones no hayan conocido el país de antes de la guerra y que no que tengan recuerdos de ésta.
La idea es que, por esas carencias involuntarias de experiencia, los jóvenes no tienen la correcta perspectiva para entender que la lucha que define al país es una entre las izquierdas y las derechas, y que lo definen de tal forma que en esa lucha todo se acepta de un gobierno o partido político excepto ser de izquierda (si el que habla es de derecha) o ser de derecha (si el que habla de izquierda).
No hay duda de que el no conocer la historia es una debilidad, pero la triste realidad de nuestro país es que esta es una debilidad de tanto los jóvenes como los viejos y los de mediana edad. Sin negar esto, también es cierto que el no haber vivido los hechos de la guerra y los años que llevarona ella, y el no haber estado directamente expuestos a sus hechos terribles y a las profundas emociones que lamarcaron, da a los jóvenes una frescura de perspectiva que es interesante tomar en cuenta porque ven la realidad con el lente de lo que ahora se percibe, no con el lente de hechos que pasaron hace veinte o treinta años.Aunque pueden perder la perspectiva de los largos procesos de la historia, pueden ser más objetivos con los síntomas de lo que está pasando. Ellos ven la realidad como se les presenta.
¿Y como la ven? La revista Estrategia y Negocios recientemente realizó un concurso de jóvenes columnistas y blogueros. Hay tres aspectos interesantes en este concurso: primero, los temas, que dan una idea de cómo los jóvenes miran la realidad; segundo, la orientación técnica de la discusión de esos temas, que difiere mucho de la discusión normal de los temas de país en El Salvador y el área, en la que predominan las opiniones sin hechos ni análisis; y, tercero, el hecho de que, a pesar de que los premios fueron dados por jurados que no sabían la nacionalidad de los concursantes, El Salvador ganó un porcentaje alto de los premios (cuatro de seis).
Los ganadores fueron los siguientes.Ángel Marín de Colombia ganó con un ensayo de cómo las crisis en Colombia evidenciaban una decadencia moral en la sociedad y cómo el apelar a una reversión de esta decadencia está afectando positivamente la vida política deColombia; Gabriel Gutiérrez de El Salvador, con un ensayo sobre cómo el populismo ha tomado control del problema de la inseguridad ciudadana y cómo las soluciones que se proponen están dominadas por lo que él llama el populismo punitivo, quemueve emociones políticas pero no resuelve el problema. Javier Angulo con una discusión de cómo las controversias sobre los recursos renovables y no renovables en el país no toma en cuenta la innovación tecnológica que está avanzando rápidamente para resolver estos problemas. Manuel Larreátegui de Panamá ganó con una discusión de la correlación entre la Educación y la Innovación, que es la fuente principal de desarrollo económico. Felipe AndrésTorres, (chileno viviendo en El Salvador) ganó con un ensayo sobre la educación colaborativa como un método ideal para desarrollar un profesional globalizado; y Rodrigo Barraza, con una discusión de la Nueva Centroamérica que puede ganar una gran ventaja competitiva si se convierte en una región de paz, libertad, democracia y desarrollo.
El lector puede comprobar que todos los temas son fundamentales para el desarrollo de nuestro país, que en los temas los escritores han llamado por soluciones serias, técnicamente correctas, y que en ningún momento plantean una división social en términos de izquierda o derecha. Todos asumen objetividad en la definición de los problemas y pragmatismo en sus soluciones.Ninguno plantea que dichas soluciones requieran el cambio de todo lo que es la sociedad para que todo de allí en adelante sea perfecto-que es, por cierto, la mejormanera de no resolver ningún problema. Ninguno de ellos espera que el gobierno controle todo para resolver todos los problemas. Al contrario, proponen resolver los problemas con soluciones técnicamente diseñadas y basadas en la participación ciudadana.
La lección de la generación anterior ha sido bien aprendida. Estos jóvenes no quieren dictaduras de izquierda comoCuba y tampoco dictaduras de derecha, ni gobiernos corruptos de izquierda o de derecha, y mucho menos arreglos derecha-izquierda para mantener a grupos de políticos en el poder. Y no quieren pasarse la vida peleando por esto.
Es una perspectiva correcta. Es la que necesitamos. El hecho que haya habido tantos salvadoreños (asimilando al chileno Felipe Andrés Torres por vivir aquí y estar casado con salvadoreña) entre los ganadores debe ser un motivo de orgullo y esperanza para nuestro país. Al realizar este concurso, Estrategia y Negocios ha ayudado a ventilar las ideas de esa nueva generación que está surgiendo en nuestro país, ayudando a que se de esa transición que tanto necesitamos, del lenguaje del odio de clases y la ignorancia vulgar a la discusión sofisticada de pragmática de los problemas que aquejan a nuestro país.
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