El programa de comunidades urbanas solidarias y otros esfuerzos del Gobierno en el combate a la pobreza pueden ser proyectos sin mayores resultados, hasta tener recuperación económica.
Escrito por Sigfredo Ramírez.07 de Junio. Tomado de La Prensa Gráfica.
Combatir la pobreza como la delincuencia nos corresponde a todos, el Gobierno tiene la responsabilidad de buscar ese acuerdo social.”
Hato Hasbún, secretario de Asuntos Estratégicos.
Es importante reactivar la micro y pequeñas empresas, para crear más fuentes de empleo para las personas en pobreza de El Salvador.”
Mario Cerna, viceministro de Comercio e Industria.
Si no logramos reactivar nuestra economía, cualquier intento para bajar los índices de pobreza van a ser en vano.”
Rafael Morán, alcalde de Ahuachapán.
100,000 hogares
CEPAL redefine pobreza
La creación de fuentes de empleo dentro de la actividad económica es un requisito para asegurar el éxito de programas que buscan afrontar el aumento de la pobreza en El Salvador, un ascenso que se ha prolongado por los últimos cuatro años.
Ese es el planteamiento de Rafael Morán, alcalde de la ciudad de Ahuachapán, uno de los municipios elegidos por el Gobierno para echar a andar el plan piloto de comunidades urbanas solidarias en noviembre de 2009.
El edil es preciso: “Dudo mucho que los programas sociales que se impulsen tengan un mayor impacto si no hay una mejora en la economía después de la crisis económica que ha afectado a la población más pobre del país”.
En Ahuachapán, el proyecto piloto contra la pobreza estipulaba medir el funcionamiento real de programas en comunidades de pobreza extrema, como el asentamiento de Un Rancho y Un Lucero, en las afueras de la cabecera departamental.
En ese lugar, el programa implicaba un bono para las personas de $100 mensuales a cambio de realizar trabajo comunitario, desde limpiar los parques, los drenajes, labores de ornato y otras actividades en una jornada de siete horas, cuatro días a la semana.
Los bonos de 120 personas representaron $120,00o en un mes.
Asimismo, se recibían capacitaciones en panadería, mecánica automotriz, cosmetología, talleres artesanales y otros oficios. Por lo menos 800 mujeres fueron parte de los cursos impartidos.
“En este esfuerzo se ha ayudado a muchas mujeres y hombres que antes del programa no tenían trabajo, vivían de pequeñas ventas informales”, explicó Nery Lima, promotor social de la comuna ahuachapaneca, quien trabajó dentro del proyecto piloto.
Hasta allí todo va según lo estipulado, pero a esta altura surge la interrogante de Morán: ¿Dónde ubicar a las personas que fueron capacitadas?, ¿en qué fuentes de empleo?
“Si no los logramos insertar al ciclo de la economía cualquier esfuerzo va a ser en vano, la gente puede estar recibiendo su bono, pero ¿y después?”
La apreciación es compartida por Hato Hasbún, secretario de asuntos estratégicos de la Presidencia, quien sostuvo que programas como comunidades urbanas solidarias tienen “una limitante amplia”.
Sin embargo, matizó que “estos programas tienen también muchas posibilidades si están pensados en el marco de un proceso y no pensamos en nada que no se vaya a convertir en proyectos que fortalezca políticas de Estado”, acotó Hasbún.
Un Pacto social
El viceministro de Comercio e Industria, Mario Cerna, está seguro de que programas como comunidades urbanas solidarias tendrán un efecto positivo en la lucha contra la pobreza, pero sintetizó que los frutos “se cosecharán en el largo plazo, quizás hasta el final del quinquenio”.
Según Hasbún, un elemento importante para impulsar el éxito de los programas sociales es que el Gobierno encuentre respuestas a su búsqueda de más recursos.
“Es un proceso que no es de la noche a la mañana, son complicados y requieren de la participación de todos, hay que buscar los pactos fiscales porque si no, ¿qué se hace sin recursos?”, explicó el secretario.
Mientras que el alcalde de Ahuachapán prevé un reto social en el futuro del país: garantizar que con el crecimiento económico se reduzca la pobreza y no al contrario, “porque en el pasado se ha tenido bonanza y la pobreza no se ha reducido”.
Reactivación Frenar la pobreza dependerá de mejora en economía
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