La funcionaria se defendió ayer, luego de salir de bartolinas antes de las 72 horas que marca la ley.
Escrito por L. Aguirre/ F. Alemán/ D. Ayala/ F. Lazo .04 de Junio. Tomado de La Prensa Gráfica.
Levantaron un acta donde dijeron una falsedad, porque dijeron que yo, porque era juez, no me dejaba hacer el antidoping.”
Ana Elizabeth Argueta, jueza
La jueza Segundo de Paz de Chalatenango, Ana Elizabeth Argueta, fue detenida en un control antidopaje el pasado miércoles, a las 10 de la noche.
De acuerdo a la versión de la PNC de Tránsito en el lugar, la jueza conducía con las luces de su vehículo apagadas y por eso la retuvieron en el control, que había sido ubicado en la calle Sierra Madre, de Mejicanos.
A Argueta se le pidió someterse a la prueba de alcotest, pero se negó, por lo que fue detenida y llevada a las bartolinas de la subdirección de Tránsito de la PNC.
Tránsito aplica la presunción de ebriedad a los conductores que se niegan a hacer el alcotest y procede a ejecutar su detención, debiendo realizar otros procedimientos para determinar si se ha ingerido bebidas alcohólicas o no, así como la cantidad.
Jueza se defiende
La funcionaria se declaró inocente y ahora acusa a la Policía Nacional Civil de cometer un acto arbitrario en su contra.
Después de pasar alrededor de 18 horas detenida, Argueta afirmó que todo se trató de un mal entendido cuando fue detenida por no encender las luces de su vehículo en un retén policial, donde también se le pidió realizarse el alcotest.
Ella aseguró que, tras negarse a la prueba, solo fue informada de que sería detenida por conducción temeraria. Manifestó que había accedido a practicar la prueba después, pero recibió una negativa de los policías.
Según Argueta, un médico de Medicina Legal determinó, a través de un examen, que no había consumido ningún tipo de sustancia y que pese a esto la encarcelaron. Sin embargo, por disposición la Fiscalía fue liberada a la 1 de la tarde de ayer.
La jueza aseguró que buscará, junto con sus colegas, una ampliación al artículo 66 de la Ley de Tránsito, además de tomar acciones legales en contra del médico del Viceministerio de Transporte y del agente que la detuvo.
Cura absuelto
Ayer, en el Juzgado Tercero de Paz de Usulután, el sacerdote de la parroquia de Ciudad Barrios, en San Miguel, Ángel Gabriel Ochoa Torres, fue absuelto definitivamente de los cargos de conducción temeraria y resistencia a la autoridad.
En principio la Fiscalía solicitaba que el religioso fuera encarcelado por ser esta la segunda ocasión en la que se le detenía por manejar un automóvil en aparente estado de ebriedad.
Sin embargo, al final de la jornada, el juez del caso no encontró suficientes elementos probatorios para establecer que el párroco manejaba bajo los efectos del alcohol, por lo que prefirió decretar sobreseimiento definitivo.
Un grupo de unas 50 personas llegó al lugar para expresar su apoyo al religioso.
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