Caracas está azotada por la delincuencia, las inversiones se han desplomado en casi un quince por ciento, hay escasez de alimentos, los apagones son "el pan de cada día"
Editorial.04 de Junio. Tomado de El Diario de Hoy.
uando veáis afeitar a los venezolanos, queridos compatriotas, poned vuestras barbas en remojo.
Después de que se encontraron en Venezuela varias decenas de miles de toneladas de alimentos podridos, para desviar la atención del público, Chávez amenazó a los productores del país con expropiarlos, acusándolos, como se oye en los cuatro puntos cardinales, de "explotadores".
Caerle encima a propiedades, fábricas, negocios, terrenos, viviendas, equipos, pertenencias y al dinero de la gente, es cada vez más frecuente bajo el "socialismo del Siglo XXI", el calificativo que se da, como dijo uno de nuestros observadores, al comunismo del Siglo XX.
Lo trágico es que lo robado se desintegra, como está sucediendo a las empresas, negocios, fábricas, comercios, supermercados, agroindustrias y plantaciones que Chávez ha expropiado y que ha hecho caer en bancarrota. Es frente a esa realidad que los trabajadores de la empresa Polar, amenazada por Chávez, le piden que los deje laborar en paz. Se lo piden al déspota porque saben que sus empleos se perderían "y a la vil calle".
Chávez se está deschavetando frente al creciente derrumbe de su régimen, que hace aguas por todos lados. La moneda, el bolívar, pierde mes a mes su valor frente al dólar, lo que se traduce en un encarecimiento del nivel de vida. Caracas está azotada por la delincuencia, las inversiones se han desplomado en casi un quince por ciento, hay escasez de alimentos, los apagones son "el pan de cada día", la producción de petróleo está casi a la mitad que antes, el desempleo va en alza…
El más reciente exabrupto es contra las cámaras de la empresa privada y la Polar, la principal productora de alimentos de Venezuela. Chávez dijo:
"…Declaramos guerra contra la burguesía apátrida de Consecomercio y Fedecámaras (gremiales empresariales). Guerra es guerra y después no se quejen... vamos a ver quién puede más: si ustedes, burgueses, o quienes queremos patria…"
Ok, pero ¿quiénes producirán la comida?
Grandilocuentes palabras de quien se arropa no sólo en la bandera patria, sino que pone los pies encima del indefenso Simón Bolívar. Pero como lo descubrieron nuestros exaltados revolucionarios poco después de la firma de los "acuerdos de paz", una cosa es la ilusión y otra la realidad. La ilusión fue que iban a demostrarles "a los burgueses y al mundo" que con el pueblo unido y en la ciudadela Segundo Montes, la revolución puede fabricar con gran eficiencia zapatos, muebles, cosechar granos y toda clase de alimentos, dar servicios, etcétera.
Al inicio del segundo año de gobierno del Presidente Funes, bien haría el Gabinete Económico en visitar la Segundo Montes y ya que están cerca, la hacienda La Carrera, Tierra Blanca y la Isla de Espíritu Santo, estos últimos obra del primer gobierno de izquierda que tuvo El Salvador, el duartista.
No hay duda de que el fervor revolucionario de Chávez es un elemento para "hacer patria", pero más se necesita administrar la producción, dar mantenimiento, hacer bien el mercadeo, evitar que los alimentos se pudran en las bodegas, escoger personal capacitado, cuidar los gastos, hacer reservas, gestionar créditos y lo que los burgueses ricachones (el apelativo es de Chávez, que dispone a su capricho de los ingresos de Venezuela) hacen para iniciar, poner en marcha, sostener y agrandar sus empresas. Si no hay empresarios, ¿quiénes van a producir?
elsalvador.com :.: Si afeitan a los venezolanos remojad vuestras barbas
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