“El desacuerdo del FMLN con el presidente sobre el rumbo del país exige que expongan claramente, sin clichés, en qué consiste su propuesta de socialismo, que ha fracasado en todos los países que lo adoptan.”
Escrito por Rafael Castellanos.08 de Junio. Tomado de La Prensa Gráfica.
Roberto Lorenzana declaró en entrevista reciente que las diferencias del FMLN con el presidente Funes sobre el rumbo del país son de fondo, dejó ver que no era su opinión solamente, que estaba por así entenderlo, autorizado por la cúpula.
El planteamiento no es nada nuevo para la ciudadanía, esta separación de ideario sobre el rumbo del país estaba planteada desde la misma campaña electoral y a medida se fueron dando hechos que exigieron una definición, el presidente fue consecuente con sus promesas de campaña y no se plegó a los designios del Frente, algo que ellos probablemente esperaban pero no fue así.
Fueron llegando las desautorizaciones públicas a declaraciones de dirigentes del Frente, al mismo vicepresidente, luego diferencias en algunas votaciones en la Asamblea... pronto el Frente actuó como partido de oposición, se vieron desdibujados en algunas oportunidades y hasta llegaron a parecer desconcertados sobre cómo actuar.
Las declaraciones del Sr. Lorenzana son pertinentes para varios propósitos, analizar la médula de sus críticas a Funes, aclarar lo que nunca aclaran del todo: cuál es la propuesta de rumbo de país que tiene el Frente y cuáles son las ventajas para la población, no solamente con críticas y clichés de lo que no debe ser en su criterio, sino en qué consiste el cambio “real” que ellos proponen.
Se da la oportunidad de tener un debate ideológico serio en que pueda ser disectado, bien analizado su pensamiento, sus propuestas y debatir sus críticas.
Aunque el Sr. Lorenzana solamente dice que este es un período de transición y que el socialismo debe verse uno o dos períodos más tarde, cuando las condiciones existan, es oportuno debatir en qué consistiría la transición que menciona y qué sería el socialismo que dice llegaría tiempo después, y si las condiciones a que se refiere son las que en el camino pueden ir creando ellos mismos por medio de la parte del aparato estatal que manejan, adoctrinamiento en la educación de niños y jóvenes como se ha señalado con frecuencia, creación de organismos de control territorial, comités de barrio, ideologización de cuadros a través de medios de difusión comprados, infiltración del aparato del estado con militantes.
Un señalamiento muy serio que hacen algunos analistas y gente común es si el ser tolerantes o ineficientes en el tratamiento de la delincuencia y de la violencia es parte de un plan para que la población en desesperación busque un cambio a cualquier costo, una mano fuerte, un Leviatán que la proteja de lo que tanto la oprime. Si esto es así sería realmente grave, pues la violencia se desborda a donde menos se espera y pasados ciertos límites ya no es controlable, se corre el peligro de ser un estado fallido.
Otro señalamiento igualmente serio y muy dañino para el país es que las declaraciones de este tipo y el amenazar con ir hacia un modelo como el de la ALBA, además de estar en su ideario, cumple con el fin de ahuyentar la inversión y sin inversión es imposible que haya crecimiento, prosperidad y fondos para los programas sociales. Es conocido, ante la desesperación, el pueblo vota con el bolsillo, con el estómago y creen que podrían capitalizar ese descontento atrayendo votos para sí.
Si es así, se equivocan en su apreciación si esa es la verdad, el salvadoreño promedio y el humilde más aún han demostrado tener una sabiduría sencilla pero profunda y difícilmente irían hacia ese lado. Está comprobado históricamente, el pueblo no le da el poder a la izquierda radical.
El Sr. Lorenzana usa el fácil cliché de que el neoliberalismo ha fracasado. El término mismo ha sido acuñado con una connotación de desprestigio por la izquierda. Pero analizando con seriedad, sin sesgos ideológicos, lo que ha fracasado rotundamente es el socialismo como remedio utópico para mejorar las condiciones de vida de los pueblos. Ya con el fracaso del socialismo de la USSR y Europa Oriental, China y Vietnam entre otros del siglo XX, eso quedó claro. Los pocos países que ahora se embarcaron en algo llamado Socialismo de Siglo XXI, notablemente Venezuela, Ecuador y Bolivia, tienen los peores índices económicos y sociales de casi todo el continente.
Los que han tenido éxito, notablemente Chile, Brasil, Panamá y Costa Rica, con gobiernos socialistas, han seguido políticas económicas de mercado, sin importar cuando cambian gobiernos y han logrado la superación de sus habitantes.
¿De qué hablamos entonces? El ataque al presidente es buen momento para debatir a fondo, seria y serenamente sobre el rumbo del país.
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