La Real Academia Española de la Lengua ofrece dos definiciones para cliché, derivado del francés: 1) Tira de película fotográfica revelada, con imágenes negativas. 2) Lugar común, idea o expresión demasiado repetida o formularia.
Escrito por Rafael Castellanos.11 de Junio. Tomado de La Prensa Gráfica.
En nuestro debate político, prevalecen los clichés sobre el razonamiento y la exposición clara de ideas. Eso no solo no ayuda a buscar el mejor interés para el país, sino que lo dificulta. Es casi imposible dialogar con alguien que usa solo clichés, algunas veces porque no tiene nada más que decir. Tienen una inclinación, pero al no lograr articular una propuesta coherente, o desconocer de lo que hablan, impera el cliché. Nada más alejado de lo necesario para la construcción de ideas comunes, de acuerdos.
Un cliché favorito de la izquierda es que en 20 años los gobiernos de ARENA no resolvieron esto. Otro similar es que ARENA, con 20 años en el poder, empobreció al pueblo, o los 20 años de ARENA es casi cualquier cosa mala.
Se comprende que la entonces oposición, o los adversarios traten de desacreditar a su adversario más fuerte en las próximas elecciones. También es bastante cierta la frase atribuida a Joseph Goebbels, ministro de propaganda de Hitler —aunque originalmente pertenece al pensador francés Voltaire—, “miente, miente que algo queda”.
No es de esperar que el FMLN o el gobierno de Funes le atribuyan éxitos a algún gobierno de ARENA públicamente, pero es importante para el desarrollo del país que examinen fríamente los logros y fracasos en apertura económica, en educación y modernización del Estado —según lo divulgan los organismos internacionales que nos miden— aunque sea con el exclusivo propósito de subirse en una plataforma existente para edificar más alto, y no de destruir o cambiar lo que hizo el anterior solamente por esa razón; más bien continuar con sello propio y darle mayor profundidad a políticas y programas existentes que son buenos.
Ese fue el gran acierto de Chile. Al llegar al poder la izquierda se encontró con una excelente serie de políticas económicas y sociales diseñadas y puestas en práctica por los “Chicago boys”, como se llama a ese grupo de jóvenes graduados de la Facultad de Economía de la Universidad de Chicago, e implementadas durante la dictadura de Pinochet, lo más odiado para las izquierdas chilenas.
Sin embargo, los chilenos educados y con sentido común, en diferentes tandas de gobiernos de izquierda, no cambiaron las políticas que funcionaban. Más de 35 años de economía social de mercado, apertura económica unida a estrategias sociales y una red de protección social ejemplar tienen a Chile en el primer mundo, el país latinoamericano líder en desarrollo económico y social.
Otro cliché que se repite a ultranza es que el neoliberalismo es la causa de todos los males, de la pobreza, del atraso, etc. La pregunta es si quienes hablan así conocen, aunque sea superficialmente, la teoría y la lógica de la economía de mercado. Más fácil aún: ¿si conocen la lista de los países con mejores índices de desarrollo humano?
Si se toman la molestia, encontrarán fácilmente que todos ellos, y los que de pobres han pasado a ricos en 30 años, como Irlanda, Corea, Singapur, Vietnam; los países ex comunistas de Europa que están progresando aceleradamente y las grandes potencias emergentes como China e India, han crecido rápidamente utilizando economía de mercado, el sistema capitalista contra el que despotrican ferozmente algunos políticos de izquierda.
Si igualmente se tomaran la molestia de ver las mediciones de organismos internacionales sobre crecimiento económico y desarrollo humano, encontrarán que los que practican algún tipo de socialismo radical (aunque sea solo título) son los más pobres y atrasados: Venezuela, Cuba, Corea del Norte y Bolivia.
Menos cliché, más estudio y sentido común.
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