Ricardo Chacón.06 de Junio. Tomado de El Diario de Hoy.
Por quinto año consecutivo alumnos y profesores de la Escuela de Comunicación de la Universidad Dr. José Matías Delgado realizaron la investigación, "Hábitos de lectura", entre estudiantes de colegios privados y públicos; la novedad de este año es que se tomó también la opinión de estudiantes de las universidades.
Al estudiar los resultados de la consulta que recoge percepciones, propósito de todas las encuestas de opinión, nos damos cuenta --como ocurrió en los trabajos anteriores--, que los estudiantes valoran positivamente la lectura. Aseguran que le dedican entre una y tres horas por semana, por lo general a textos indicados por sus profesores y catedráticos; pero, cuando se les pregunta de manera específica cuántos libros han leído en el último año, estos no pasan de tres, sí, sólo tres libros leídos en un año.
En cambio, y esta es otra novedad del estudio, la casi totalidad de estudiantes usan, e incluso poseen, una computadora, y si no la tienen, emplean las de los ciber café, la de un amigo o las que posee la institución donde estudia. Todavía más revelador es que más del 85 por ciento de los jóvenes tiene acceso y usa Internet.
El estudio es mucho más amplio y complejo, pero estos datos nos permiten plantear un par de cuestiones: uno, el problema no es que los jóvenes de hoy no leen porque le dedican mucho tiempo a los juegos de la computadora o a la televisión, la cuestión es que la familia, la escuela y la comunidad no dedican ni el tiempo ni el esfuerzo necesarios para que las nuevas generaciones gusten, vivan y aprovechen al máximo la riqueza de la lectura, sea esta en libros tradicionales o en una computadora (incluso en una I Pod, para ponerse a la moda).
Pero la sociedad no da ni el valor ni pone el esfuerzo ni genera las condiciones para que en el hogar o en la escuela exista el ambiente que propicie la lectura; mucho menos es capaz de inculcar la disciplina, porque tiene que haber mucha, para leer.
Será que somos incapaces de motivar a las nuevas generaciones para que disfruten y se sumerjan en la lectura de lo narrado por un escritor que fabrica "mundos". Y es que leer un buen libro, por ejemplo una buena novela, es adentrarse en las realidades y fantasías planteadas por el autor.
En la familia, pero sobre todo en la escuela, no se fomenta la lectura, así de sencillo, y mientras esto no se revierta, mientras esto no se cambie, las deficiencias en la formación de los jóvenes serán grandes. Después de conocer las primeras letras y aprender a leer, ¿cuántos libros se leen anualmente los alumnos de primaria, secundaria o de las universidades? Según el estudio de la Matías, no pasan de tres libros al año, una pobrísima cantidad.
Una segunda cuestión es que se quiere fomentar el hábito de la lectura sólo cuando los funcionarios de Educación se acuerdan de hacerlo durante las campañas promocionales; esto está bien, pero resulta totalmente insuficiente, sobre todo cuando vemos a nuestro alrededor que ni los padres de familia ni los profesores ni el sistema educativo inculcan la afición por la lectura. Es probable que no lo hagan porque tampoco ellos tienen la voluntad o vocación de leer.
No creo que sea mala fe o ignorancia, más bien lo que existe son visiones que no ponen énfasis en lo importante, en lo sustantivo, en lo esencial que convierte a la educación en instrumento para formar hombres de mente abierta, dispuestos a utilizar al máximo la ciencia, la tecnología y ponerlas a resolver los problemas más apremiantes del país. Y esto comienza, sin duda alguna, no por uniformes y zapatos sino por el fomento de la lectura.
Rescatable el articulo del sesudo. Salvable.. esto en realidad es algo que algun instituto deberia de concentrar esfuerzos. Observacion: si los cipotes no llegan a las escuelas por que sus mamaces no pueden costear uniformes y cuadernos como mierdas les vamos a inculcar la lectura?. Es ahora cuando las condiciones para asistir a la escuela son mejores que se puede tener mejor acceso y a mas alumnos.
ResponderEliminar