Por Johana Peña.01 de Junio. Tomado de Contra Punto.'
Como una epidemia que ataca a todos los sectores de la población, así se encuentra la delincuencia en el país, y a pesar de las promesas del gobierno por erradicarla, no se ha percibido ninguna mejora.
SAN SALVADOR - Un año después de la toma de posesión del Presidente de la República, Mauricio Funes, la población percibe que la delincuencia se ha incrementado, volviéndose el problema más difícil que superar o al menos aliviar, en su gestión.
Porque, comparándolo con el tema económico, una cosa es tener que apretarse el pantalón por la crisis, y otra cosa muy distinta es ver cómo caen abatidos a tiros o acuchillados hijos e hijas, padres y madres, parientes y amigos.
Según la última encuesta realizada por el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA), el combate a la delincuencia es el área que obtiene la evaluación más crítica: el 63.3% de la población encuestada percibe que la delincuencia ha aumentado.
Para la directora de la IUDOP, Jeannett Aguilar, las tendencias son las mismas con un predominio sustancial de homicidios, un patrón similar al del 2009.
“Fluctúa entre 12 y 13 homicidios diarios en algunos fines de semana se incrementa, sobretodo ahora en la modalidad de masacre, pero en términos generales se mantiene con respecto al 2009 relativamente constante”, dice Aguilar.
Para la directora del instituto no le extraña que la población se sienta “agobiada”.
“El clamor popular por mejorar la seguridad no es nueva en el país, es un reclamo social que se ha venido incrementando desde el 2007, el país percibe elevados niveles de criminalidad que ha impactado directamente en la convivencia cotidiana de las personas en su calidad de vida”, señala la directora del IUDOP.
El Salvador se ha convertido en el país más violento de America latina. En lo que va del año 1,736 personas han sido asesinadas, solo en el mes de mayo se reportan 285 homicidios y las cifras siguen en aumento.
Se estima que 71 personas son asesinadas por cada 100.000 habitantes, la tasa más alta del hemisferio.
La tasa de crímenes crece desmedidamente en un país de tan sólo 5.7 millones.
Callejón sin salida
Para la erradicación de uno de los problemas que más aqueja a la población, el gobierno desplegó la Fuerza Armada como antídoto de la garbe crisis delincuencial que impera en todo el territorio nacional.
Pero la implementación del cuerpo castrense en las actividades de seguridad en conjunto con la Policía Nacional Civil (PNC) no es la solución del problema a pesar de que posee una gran aceptación por parte de la opinión pública.
“La salida del Ejército a las calles es visto favorablemente, pero al encuestar a la población sobre el respaldo de la PNC el 40% de la población apoya a la institución (PNC), mientras que el 60% da su voto de confianza en el trabajo realizado por el ejercito” mencionó Aguilar.
Pero aclara que la medida no dará soluciones concretas.
“Creemos que esta medida a seis mese de su implementación no ha dado resultados, no ha impactado en la reducción sustancial de homicidios ni las extorsiones que son los dos delitos que están afectando la seguridad de la población”.
Los militares se encuentran realizando trabajos de seguridad pública desde el pasado seis de noviembre del año pasado, con un despliegue inicial de 2,500 soldados, ahora ascienden a 4,500 los que patrullan por las calles de los municipios considerados más peligrosos.
La población ve con visto bueno las acciones del ejercito, esta postura se ve reflejada en la encuesta hecha por la IUDOP en la que el 51.9 % de los encuestados opinan que la presencia de la Fuerza Armada ha reducido en mucho o algo la delincuencia, mientras el restante 4.8 % consideran que la salida de los militares ha reducido poco o nada la delincuencia en el país.
Pero al cuestionarlos sobre si la presencia del Ejército ha reducción la delincuencia, las opiniones se dividen: un 31.4% de la población encuestada califica como poco el trabajo realizado por militares, un 26.2 % algo y el 25.7 % mucho.
A pesar de la poca efectividad del trabajo de la FAES, el Órgano Legislativo ha aprobado darles mayores atribuciones como la incorporación en los Centros Penales, ya que según investigaciones de la PNC las extorsiones y homicidios se planifican dentro de los centros penitenciarios.
La directora de la IUDOP, menciona que esta es una medida populista y demagógica que busca responder al clamor popular, aunque realmente no darán resultados satisfactorios.
Esta medida “busca generar una percepción subjetiva de tranquilidad ciudadana aunque en la práctica no está reduciendo la comisión de delitos, lo que busca es mantener cierto respaldo popular, sobre todo en los sectores conservadores que desconocen que esta medida en realidad no va a ser efectiva, pero que genera créditos de capital político al Presidente”.
La medida no es factible según la directora porque los homicidios y extorsiones son planificados con antelación de manera premeditada, la víctima no es al azar.
La delincuencia no da tregua
Las opiniones se encuentran divididas dentro de los diferentes grupos parlamentarios entre quienes a un año de gobierno del izquierdista Mauricio Funes, califican la delincuencia como el principal problema en el país.
Para la Gran Alianza de Unidad Nacional (GANA), muchos son los aciertos del nuevo gobierno, pero aseguran que el área de “seguridad es la que más preocupa hoy en día” siendo esta la que amerita un trabajo en conjunto para su disminución.
Pero la falta de políticas efectivas podría tener su génesis en la separación del FMLN con el mandatario, que impide una coordinación efectiva entre partido y Presidente.
“Creo que tarde o temprano va a suceder una ruptura con él y el FMLN” mencionó el diputado de GANA, Guillermo Gallegos.
Para el diputado de ARENA, Roberto d'Aubuisson, el gobierno ha sufrido “fracasos e inestabilidad”, ya que no ha sido capaz de cumplir las promesas realizadas por el mandatario en su candidatura presidencial. Mencionó además que el área de seguridad es uno de los problemas más urgente por resolver.
Pero la directora del IUDOP dice que es el mal manejo de las pandillas y la delincuencia, abonados a malas políticas públicas en los años de posguerra lo que ha generado la actual criminalidad.
“Es el tratamiento equivocado, nefasto y contraproducente lo que ha contribuido a exacerbar la situación de violencia que tenemos hoy día”, dice.
El FMLN hace mea culpa de que la criminalidad es un obstáculo serio para avanzar en el país.
“Reconocemos que hay muchos retos en el ámbito de seguridad y generación de empleo hay que acelerar la ejecución de los planes como de seguridad y desarrollo, para tener respuestas oportunas” dijo Sigfrido Reyes, diputado del FMLN.
Factor de erosión para actual gobierno
Las pandillas no es un tema nuevo, pero no son el único causante de las continuas muertes. Según la directora de la IDUDP detrás de estas se encuentra el crimen organizado y rencillas por los controles del mercado de la droga que ha permeado poco a poco la estructura no solo social, sino también la política, por ello se recomienda una “pronta depuración” de la PNC y Fiscalía.
“El crimen organizado y grupos de poder paralelos están interesados en causar inestabilidad, para socavar las instituciones, generar zozobra e inestabilidad en la población” recalcó Aguilar.
Según la titular de la IUODP en el proceso de transición de un gobierno a otro se generan no solo reacomodos políticos, sino en la red de economía criminal ilegal.
Por esa razón al producirse un cambio en un gobierno, aun más en uno que seguía una política pública determinada por veinte años, desarticularon ciertas redes que facilitaban las actividades delincuenciales.
Esta situación ha sucedido en toda sociedad en transición o al finalizar un conflicto armado, por la situación de pobreza y desempleo, organizaciones internacionales de narcotráfico se infiltran fácilmente en estados vulnerables por esa transición de guerra a la paz.
Grupos de exterminio
Aparentemente una de las hipótesis respecto al aumento desmesurado de la violencia señala que pueden existir grupos de “exterminio” que podrían estar ahondando la crisis de la delincuencia.
Continuas muertes, masacres y hasta cuerpos con señales de tortura son encontrados diariamente el rededor del país, implicando un importante factor de erosión del respaldo y apoyo popular del Presidente.
El principal factor de respaldo del ex presidente Elías Antonio Saca se resguardaba bajo la bandera de la “mano dura” y “supermano dura”, heredada de su antecesor, Francisco Flores. Le otorgó a Saca un gran apoyo popular, pero terminó siendo el principal factor que socavó la gestión no solo presidencial sino también la continuidad de los gobiernos de su partido.
En el caso de Funes se advierte que la violencia junto con un escenario de incertidumbre política puede ser un importante factor de debilitamiento del apoyo popular a la gestión presidencial, mencionó la directora de la IUDOP.
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