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2010/06/01

Contra Punto-Hato Hasbún: No vamos a dejar al próximo gobierno el desastre que heredamos

 Me decía el ex presidente Cristiani: “Pongamos los intereses del país por encima de los intereses de partido”… ¡Pongámoslos, pues! Claro que sí, pero preguntemos al país cuáles son sus intereses, que seguramente no son los de él ni los míos…

Por Juan José Dalton. 01 de Junio. Tomado de Contra Punto.

SAN SALVADOR – Hato Hasbún es el Secretario para Asuntos Estratégicos del actual gobierno y el principal asesor político del presidente Mauricio Funes. En el argot de tinglado de los poderes terrenales es su Operador Político, en ocasiones, el “apaga fuegos”.

Es difícil en el cambio operado en El Salvador encontrar “logros” políticos ya que persiste la confrontación. Pese a que la gobernabilidad es visible, en el interior y en el alma de la sociedad, más que frustración existen dudas del avance prometido. Existen urgencias postergadas por décadas, sistemas abandonados y una precaria estructura para consolidar metas.

Sin embargo, Hasbún detalla para ContraPunto, la visión del gobierno en sus objetivos políticos trazados. No promete nada para el futuro, pero asegura que las plataformas para llegar a acuerdos, el combate a la corrupción y avanzar en la seguridad pública, están puestas y sobre ellas se logrará caminar con más determinación.

¿Cuáles son los logros que puede señalar de este primer aniversario de la gestión de Mauricio Funes?

“Hay una gran cantidad de actividades, pero no se trata de mencionar todo lo que hemos hecho en el área política. Pero el primer logro, que se trata de una línea política de Estado, es la generación de ámbitos para la negociación y búsqueda de acuerdos. Aquí tenemos varias acciones, como por ejemplo: el primer ejercicio que hicimos para mediar en la conformación de la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía General. ¡Eso fue audaz! Nunca se había hecho y nosotros no podríamos intervenir como gobierno, pero el presidente Funes dijo que debíamos facilitar las condiciones; los partidos estuvieron de acuerdo y sobre la base de esos acuerdos fue que se eligieron a los funcionarios”.

¿Otros logros?

“Hemos trabajado en la conformación del Consejo Económico y Social, lugar donde se discuten propuestas de Nación. También hemos creado la llamada Mesa Sindical, donde hemos estado resolviendo diversos conflictos dentro del ámbito público, es decir, dentro del gobierno: conflictos en Acajutla, Aeropuerto y Ministerio de Hacienda, por ejemplo. Para resolver estos conflictos hemos fijado dos criterios: Garantizar la eficiencia y la rentabilidad del ente que está en conflicto, pero al mismo tiempo, garantizar el respeto irrestricto del derecho de los trabajadores”.

¿Y con otros poderes?

“Claro, tenemos una coordinación con la Asamblea para ver iniciativas de leyes. Coordinamos con Hacienda los préstamos internacionales. De hecho, hay una proyección para la coordinación entre todos los ministerios y otras entidades. Vamos a establecer incentivos para estimular la calidad del trabajo en la atención a la población; es decir, otorgaremos un Premio Nacional a la institución que cumpla con los cánones de modernización y calidad en los servicios y celeridad”.

¿Eso no se hacía en el pasado gobierno?

“Mirá... Cuando nosotros llegamos al gobierno encontramos en cajas un estudio completamente formulado por consultores españoles: se gastó una millonada... Nos encontramos todos los estudios en cajas escondidas o tiradas en una esquina. No sólo era un inmenso derroche, sino que no le habían hecho caso a todo un estudio excelente que hicieron unos consultores españoles. Ahora ese estudio nos ha servido para todo el proyecto de modernización del Estado”.

¿Cómo debería quedar el Estado salvadoreño al finalizar ustedes sus labores?

“Lo primero que hicimos fue un diagnóstico de cómo recibimos el aparato del Estado. Se hicieron las entrevistas en cada una de las carteras del gobierno. El ejecutivo estaba conformado no con la preocupación de dar un bueno servicio a la población. No había proyecto de modernización. Todo estaba estructurado como en “islas” que funcionaban coordinadamente en determinadas coyunturas y bastante deficiente. Ahí se denotaba un derroche de recursos. Por otro lado, estaba bastante construido –y aún estamos luchando contra ello- para el ejercicio de la corrupción”.

¿Qué quiere decir eso?

“Bueno, que se manejan y se organizan las cosas para que haya posibilidad de ejercer la corrupción…”

Colocación de amigos y parientes en puestos públicos…

“Y no sólo eso. Sino también el hecho que no funcionaban los mecanismos para garantizar que se fuera eficiente y que garantizara la corrupción. Teníamos un derroche por falta de eficiencia porque no se daban los servicios a la población, que también es corrupción. Entonces estamos tratando de hacer eficiente la labor pública. La corrupción no es sólo echarse los fondos a la bolsa, que también sucedía”.

¿Se están investigando casos?

“Si, claro. No puedo adelantarme, pero veamos lo del bulevar “Diego de Holguín”. Hicimos un trabajo conjunto entre el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y la Subsecretaría de Transparencia: auditores y abogados. Pero, ¿cómo es posible que en esta carretera haya existido tantas, pero tantas irregularidades? ¿Cómo es posible que una carretera de 8 y pico de kilómetros cueste al pueblo salvadoreño más de 50 millones de dólares? Son 23 millones que no aparecieron; no apareció el dinero y no aparece la obra… Al menos en otras obras se hace corrupción pero las terminan, sin embargo, este no es el caso. Ahora hay que poner 29 millones más para terminarla. Y el costo de la obra se eleva a más de 50 millones de dólares. Ahora la Fiscalía tiene que llevar a cabo todo el proceso”.

Se ha hablado mucho de transparencia…

“Si, este es un segundo ámbito de una proyección política fundamental: el combate de la corrupción y la transparencia. Hay que generar un sistema de transparencia en el Ejecutivo, que se convierte en una política de Estado, en términos de irreversibilidad. Por eso se ha conformado una Subsecretaría de Transparencia; se están estableciendo las “Oir”, que son las oficinas de denuncias y respuestas; se está orientando tapar los portillos de corrupción, un trabajo que hay que hacerlo con investigación y exactitud. Tenemos una propuesta de Ley de Acceso a la Información, tras una consulta pública. Nosotros hicimos un documento con las propuestas del FMLN y de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) y luego se generó el debate, que hemos incorporado y presentado a los diputados”.

¿Qué dice la ley?

“Bueno, que todo el mundo debe tener acceso a la información pública de la gestión gubernamental, pero también a la información de las empresas relacionadas con las obras públicas, incluso a aquellas que tengan que ver con la especulación de los precios. Hay que hacerlo… Acabamos de crear con todos los ministros la Mesa por la Transparencia. Yo no digo que ahora todo va a ser transparente y que esto va a dar resultados totales en cinco años, pero estamos poniendo las condiciones para que la transparencia sea la normalidad; porque la normalidad ha sido la corrupción. Durante la dictadura la normalidad era la represión; en los últimos 20 años la normalidad fue la corrupción y en el futuro la normalidad debe ser la transparencia, el acuerdo y la unidad”.

¿Acuerdo y unidad? Esto no se ha visto mucho…

“Sin acuerdo no hay unidad. Hay que recordar que hay de por medio intereses. ¿Cómo nos ponemos de acuerdo con los intereses de cada sector de poder? Me decía el ex presidente Alfredo Cristiani: “Pongamos los intereses del país por encima de los intereses de partido”… ¡Pongámoslos, pues! Claro que sí, pero preguntemos al país cuáles son sus intereses, que seguramente no son los de él ni los míos… Hace poco dijo Cristiani que este gobierno no tenía rumbo… Claro, no es el rumbo que ellos quieren y por supuesto que no vamos a ir por ese rumbo. La gran pregunta es: ¿Qué queremos hacer con el país? Y para ello tiene que hacer acuerdos”.

Ahora, ¿cómo avanza ese diálogo cuando hay elementos nuevos como el partido de gobierno, el FMLN, en ocasiones en la oposición?

“Claro. En el caso mío, que soy dirigente del FMLN y miembro del gobierno, te digo: no tengo un pié en el partido y otro en el gobierno, no: tengo los dos piés en el gobierno. Esto ya sabíamos que no iba a ser una tabla rasa, que no se iban a dar problemas. Por supuesto que hay diferencias y las habrá. El tema es que estamos de acuerdo en los aspectos estratégicos. El gobierno quiere un cambio que significa una nueva forma de gobernar: buscamos la unidad para garantizar que haya un mejor nivel de vida para la población en general y no para un núcleo que concentre el ingreso. Pero en la manera de gestionar es dónde existe la diferencia”.

Bueno, pasando a otro tema: Desde hace más de seis años se viene prometiendo que El Salvador iba a ser el país más seguro de Latinoamérica. El ex presidente Antonio Saca no cumplió y en este primer año Funes tampoco. ¿Qué es lo que se propone?

“Bueno, aquella propuesta del ex presidente fue una irresponsabilidad, porque no tenían un diagnóstico claro de las causas de la violencia. Y no tenían un diagnóstico claro porque no querían tenerlo y además tenían un concepto de superación del problema que no era correcto. Nosotros para hacer el plan que presentamos de Seguridad, que no lo hemos dado a conocer todo porque no se puede, lo que pretendemos es garantizar un proceso irreversible. Que ya no estemos con esos altos y bajos en el tema de los homicidios y las extorsiones. Tenemos que garantizar un proceso de Estado, política de Estado. Y eso no se hace de la noche a la mañana y menos cuando no venimos de cero, sino de menos 400. Por eso dijimos que hay ejes: uno de ellos, la prevención de la delincuencia, como política de Estado”.

¿Qué hicieron los anteriores gobiernos?

“La dinámica se movía en avances y retrocesos; en altibajos. Sacaron planes manos-duras, súper manos-duras y otros más o menos blandas. Pero la verdad es que nunca avanzaron. ¿Qué tenemos ahora? Encontramos una estructura policial sin recursos; no habían podido comprar un parque respetable de carros ni un parque comunicacional respetable; encontramos en la aduana una gran cantidad de armas que no las habían sacado porque no habían pagado impuestos… Nosotros somos los únicos que podremos sacar el plan de seguridad adelante porque no tenemos compromisos con el crimen organizado ni con la delincuencia ni con nadie; además, la gente tiene confianza: el trabajo de inteligencia, la información y garantizar ámbitos de seguridad, sólo se puede hacer con la gente”.

¿Y qué hay de la participación del Ejército?

“El ejército no es el responsable de la seguridad: su función es de apoyo. Pero los militares tienen capacidad para ese apoyo en aspectos que el presidente Funes ha definido y dentro de la ley. Otra cosa: consideramos necesario que los militares estén en los penales porque vamos a reciclar a todos los señores que están en los penales como custodios. Ahí había corrupción. Esta gente no estaba preparada para ser custodio de los penales. Vamos a crear una escuela de capacitación para funcionarios y vigilantes de los penales. El ejército nos ayudará a suplir, mientras reparamos gentes. Los soldados estarán en garitones, en las entradas y salidas de los penales, así como en la seguridad periférica. Nada más”.

Bueno, en las últimas encuestas que se han publicado, aparece aprobado Mauricio Funes en su gestión, pero con un declive en su popularidad. ¿A qué se debe?

“Nosotros lo evaluamos con toda objetividad. Soy una persona que conoce bastante de encuestas. Esto no es un declive real. Hay curvas de variación. Los declives, que no son muchos, se pueden considerar normales. Pero tenemos que ponerle ojo a este tipo de estudios. Esa curva está dentro de los márgenes normales a estas alturas; si no existieran, estaría un poco asustado. Nuestras mediciones nos dan de forma similar. Creo que hay situaciones problemáticas que ha habido con el partido; una gran cantidad de rumores y sobre todo algunos medios tienen agenda frente a eso: maximizan y exageran las diferencias. Dicen que no hay rumbo”.

¿En síntesis?

“Para el nuevo período vamos a avanzar: están puestas unas plataformas en la búsqueda de acuerdos; se avanza en el combate de la delincuencia… Vamos y hemos puesto los recursos y la voluntad para generar políticas públicas y de Estados para avanzar en la Seguridad Ciudadana. No queremos dejarle al próximo gobierno, una situación como la que dejaron los anteriores gobiernos a nosotros. Por lo tanto, lo que prometo, es que estamos trabajando para no dejarle al próximo gobierno una situación de inseguridad ciudadana y una política de Estado en términos de acuerdos. No se puede gobernar bien sin acuerdos”.

Hato Hasbún: No vamos a dejar al próximo gobierno el desastre que heredamos

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