Comentarios mas recientes

2010/06/10

Co Latino-La solidaridad puede más que un río sucio | 09 de Junio de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

 Nohemy del Carmen Dueñas Ramírez/Claudia Verónica Martínez/Douglas Antonio Aguilar
(Estudiantes de Realidad Nacional –sección 19- de la UTEC).10 de Junio. Tomado de Diario Co Latino.


El pasado 11 de abril, nosotros, estudiantes de La Universidad Tecnológica de El Salvador –UTEC-, nos dirigimos a realizar un trabajo académico de campo, para la cátedra Realidad Nacional, sección 19, cuyo objetivo era, partiendo de los temas vistos en clase, “mejorar las condiciones y calidad de vida de algún grupo vulnerable del país, juntando sus propios recursos con la creatividad”. A esa tarea todos los grupos la denominamos: “Tu bienestar es nuestra obra”, tratando de reflejar en ese título, el compromiso de los universitarios con nuestro pueblo. Nosotros escogimos trabajar en una de las escuelas del país y optamos, por cuestiones del azar, por ir al Centro Escolar “Comunidad San Fernando”, que está situado en el kilómetro 6 de la carretera Troncal del Norte, en  el municipio de Ciudad Delgado. Fue hasta entonces que entendimos lo que significa la relación entre teoría y práctica; hasta entonces supimos que la pobreza extrema es un concepto vacío o un manojo de indicadores fríos, que sólo se comprende hasta que estamos frente a ella, y entonces sabemos quiénes somos y cuál es el papel de los profesionales universitarios.
Reconocemos que al principio sólo lo hicimos por obtener una buena calificación, pero, cuando visitamos el lugar, cuando fuimos protagonistas de la problemática y convivimos, cara a cara, con sus habitantes -especialmente con los niños- se despertó en nosotros la necesidad de hacer algo más que una tarea. De alguna forma misteriosa, nos contagiamos de sensibilidad social y eso terminó siendo la mejor enseñanza de la cátedra.
Esperamos no curarnos de ese contagio.
Al ver los rostros pálidos y chorreados de las criaturas inocentes, sonriéndole a la vida y al estudio en condiciones deplorables; al verlos con deseos de aprender aunque sus aulas estén al borde del precipicio, literalmente hablando, y teniendo como paisaje el río Acelhuate, no sólo nos dispusimos a trabajar, sino que incluso cuestionamos la dedicación y amor que nosotros –estudiantes en medio de buenas condiciones-  le tenemos a la formación recibida.
Los niños, sobrevivientes genuinos de la miseria y la exclusión social de la que tanto se habla, tienen que cruzar diariamente ese río para ir a la escuela, sólo se quitan sus zapatitos que le sonríen de par en par a la vida, hacen a un lado sus calcetines rotitos, y se lanzan a él, siendo esa la única alternativa para poder aprender las nuevas letras y problemas de aritmética que, en sus sueños más felices, los sacarán de la pobreza, al menos un par de kilómetros. Imagínate por un momento, haciendo a un lado toda la neblina que nos impide ser solidarios con el dolor ajeno, que sea tu hijo, o que seas tú mismo el que tuviera que pasar por esa situación ¿Cómo te sentirías? ¿Tendrías deseos de estudiar? ¿Asistirías a clases todos los días y cumplirías tus tareas sin poner pretextos?
Y entonces, resolviendo el problema planteado en la cátedra de Realidad Nacional, la nostalgia se apoderó de la tarea académica y eso fue más importante que la nota que obtendríamos. Es más, la nota perdió toda importancia para nosotros. ¿Recuerdas tú el primer día de escuela prendido de la mano de tu mamá? ¿Recuerdas tú la ilusión con la que ibas llevando tus zapatitos limpios, tu pañuelito oloroso y sin necesidad de cruzar un río sucio? Te deberías de sentir afortunado por haber tenido la oportunidad de asistir a una escuela digna, a una universidad prestigiosa como la nuestra, sin necesidad de pasar por caminos peligrosos, llámense estos ríos sucios, barrancos, inviernos crueles, poniendo en riesgo tu vida. Sobre todo hoy que se acerca el invierno, hay ocasiones que los niños no pueden asistir a la escuela, ya que el río crece más de lo normal, obstaculizando el paso de dichos niños y sembrando en ellos la tristeza.
Te preguntarás: ¿Qué puedes hacer ante esta situación? “Eso le corresponde al gobierno”, dirás, seguramente. Pero, tú tienes la oportunidad de ayudar a estos niños, ya que sabemos que en las pequeñas cosas se marca la diferencia, lo que para ti puede ser un simple lápiz, para estos niños es su arma con la que quieren luchar toda su vida, para sacar a sus familias adelante y no sólo a su familia, sino al país, ya que de ellos depende el futuro.
Y si piensas “Que lo hagan los demás”, y así la pelota va a seguir de mano en mano y los niños  se quedarán esperando por ti, hasta que el día del juicio final de la historia se te pase la factura. Nosotros sólo pudimos aliviar –mal y efímeramente— las necesidades, llevando cuadernos, pintando algunas cosas, haciendo material de apresto, consiguiendo libros, pero se necesita de todo eso en cantidades grandes.
Ayúdanos de la forma que puedas a lo más importante: a abrirle los ojos y oídos al Ministerio de Educación para que saque ese Centro Escolar del barranco. Entre todos construiremos un lazo irrompible y tendremos la fuerza para sacarlos del barranco, para arrebatárselo al río. No permitas que caigan en la deserción escolar, aumentando así el analfabetismo en el país contribuyendo a la delincuencia. “Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres”, dijo Pitágoras.

La solidaridad puede más que un río sucio | 09 de Junio de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.