En teoría, la forma “más persuasiva” de estimular el desarrollo de una cultura tributaria son los impuestos bajos, equitativos, generales y, neutrales, en cuanto a las decisiones de inversión. La predisposición del asalariado en cuanto a distribuir su tiempo entre el trabajo y el ocio cuenta. Pero ¿y el Estado qué?
Escrito por Juan Héctor Vidal.04 de Enero. Tomado de La Prensa Grafica.
Definido el papel de este en una economía que se rige por las reglas del mercado, lo relevante es la provisión –al menor costo económico y social– de los bienes y servicios públicos para satisfacer las necesidades de los sectores más vulnerables y propiciar las condiciones que requieren los agentes económicos para potenciar el desarrollo productivo. Es a partir de la consecución de esos dos objetivos que se puede edificar una sociedad moderna, solidaria y a la vez competitiva.
La política fiscal adquiere así un especial significado. Sintetizada en el manejo racional y responsable del gasto y su financiamiento, se convierte en un arma poderosa para un gobierno que tiene como objetivos el empleo, el combate a la pobreza, la expansión de la producción y el aumento permanente de la productividad. En el caso de El Salvador, donde la dolarización de la economía redujo la política económica a su mínima expresión, los desafíos para el gobierno son mayores.
Paradójicamente, la reforma tributaria se ha dado en presencia de una brecha fiscal y en momentos en que han salido a la superficie sonados casos de malos manejos, ya se trate de las partidas secretas de CAPRES, contratos de arrendamientos de inmuebles como el que ocupa la Fiscalía General, plazas fantasmas en entidades públicas, necesidades emergentes como la creada por el huracán Ida y una situación realmente precaria en materia de empleo, seguridad y actividad empresarial.
Si la situación fiscal del país ya era crítica por los efectos del contexto internacional; los malos manejos internos y un nuevo fenómeno natural, han venido a ponernos en un dilema tremendo, donde los sectores menos favorecidos exigen más servicios del gobierno y los empresarios mayores estímulos para reactivar la economía. Estos últimos reclaman un esfuerzo más eficaz para combatir la delincuencia y seguridad jurídica ante los desatinos de la izquierda radical.
El país tiene a su vez que ser muy responsable ante la comunidad internacional, particularmente cuando están echando raíces en América Latina, gobiernos populistas que amenazan nuestra débil institucionalidad democrática. En esto incluyo las relaciones con organismos multilaterales de financiamiento, donde a las exigencias convencionales de disciplina financiera, se agrega la necesidad de transparencia y cuentas claras, algo que hoy en día es muy cuestionable.
La mala gestión en el uso de los recursos es lo que también considera la población y los contribuyentes, cuando no encuentran la lógica de trasladar mayores fondos al fisco, cuando unos pocos se han beneficiado de los impuestos.
Por ello resulta lógico exigir al gobierno, que sus demandas de mayores recursos vayan acompañadas del combate a la corrupción, el acceso a la información y de todo aquello que dote a la gestión pública de mayor transparencia. Sabemos que en estas materias hay iniciativas en marcha, pero no sería mala idea complementarlas con un observatorio privado que esté brindando a la ciudadanía, información sobre lo que hace o deja de hacer el gobierno con sus recursos.
Hoy que se inicia un nuevo año, debemos hacer un esfuerzo renovado para que la sociedad como un todo empiece a saborear las mieles de la democracia. Esto pasa por gran acuerdo nacional, donde los impuestos constituyen un tema ineludible, o una condición necesaria, pero no suficiente.
La idea es buena y deberia de tomarse en cuenta. En lo que difiero es en que el caracter "privado" del propuesto observatorio le de total credibilidad. Eso no es asi. Ya me imagino un gobierno de derecha contratando a sus secuaces para controlarles a ellos mismos!!!
ResponderEliminarEl gobierno debe crear, y esto hay que exigirlo, los mecanismos suficientes para continuamente poder darle seguimiento al uso de los recursos del estado. Algo importante en este sentido es el control fiscal de los que tienen acceso y disponen de los recursos del estado. Otro medio podria ser hacer publico el acceso a la informacion de proyectos publicos atravez del internet etc.