Escrito por Licda. Norma Guevara de Ramirios. 04 de Enero. Tomado de Diario Co Latino.
Vale la pena pensar en serio en la renovación institucional del RNPN
A partir de enero inicia el proceso de renovación del Documento Único de Identidad Personal (DUI), de acuerdo al mes de cumpleaños. Es la primera vez que este proceso se hará desde el 2001, año que inició esta forma de identificación que sustituyera a las antiguas Cédulas de Identidad Personal que extendían las Alcaldías Municipales.
Se creó una institución centralizada como uno de los últimos Acuerdos de Paz, la idea era evitar la inseguridad que representaba contar con 262 Registros y dar seguridad a uno centralizado con mayor capacidad de evitar que una misma persona tuviera al mismo tiempo dos o más documentos de identidad; es necesario volver a este principio vigilando el cumplimiento de la misión fundamental del Registro Nacional de Personas Naturales (RNPN).
Para las generaciones más jóvenes es necesario hacerles conocer el por qué de estas decisiones que modificaron en parte la estructura estatal. La identidad fraudulenta fue práctica común en el pasado, y sobre esa base la autoridad electoral tenía registros también fraudulentos, eso y otras prácticas llevaron a perpetuar la imposición de gobiernos y aumentaron el descontento de la sociedad, fue en síntesis, causa del conflicto armado, y visto como sistema (Sistema Electoral) fue uno de los seis temas de negociación entre el Gobierno y el FMLN. A pesar de los Acuerdos, la reforma institucional y pasos que se han dado, la identidad personal y los registros siguen siendo problemas a atender con celo y diligencia institucional para garantizar la identidad segura, personal, única, legal y legítima para cada ciudadana y ciudadano.
La base de la identidad sigue estando en los Registros del Estado Familiar que lleva cada Alcaldía, allí se inscriben los nacimientos, se corrige cualquier error, se registra cualquier modificación al nombre que legalmente desea hacer una persona, se registran los matrimonios, los divorcios, las adopciones y las defunciones, es decir, todos los actos esenciales de la persona en el transcurso de su vida se deben consignar en la partida de nacimiento, y esta es la base para la obtención del DUI y en el momento de la renovación la ley respectiva y todas las leyes referidas a la identidad hacen que se requiera contar con una certificación de partida de nacimiento.
Por todo ello el fortalecimiento del RNPN debe garantizar que adquiera capacidades de incidir en la seguridad de los actos registrales desde el origen y prestar a este aspecto una particular atención del Estado y de la ciudadanía, evitando que hondureños o peruanos obtengan TPS sobre una falsa identidad de salvadoreños.
Lo más común es pensar en el costo financiero de un documento de identidad o de registro, y en efecto, los costos financieros representan obstáculo para la ciudadanía de más bajo ingreso, tenga acceso a identidad; pero es importante prestar la atención debida a los elementos de seguridad que pasa por la verdad de la identidad.
A quienes nos interesa el fortalecimiento de las instituciones, nos preocupa la privatización del DUI, la emisión a través de mecanismo de contratos como el que ahora existe entre el RNPN y DOCUSAL; por esa vía, llega un momento en que se diluyen las responsabilidades por las faltas que se puedan cometer, la entidad estatal es la responsable, pero al operar la extensión del DUI mediante una empresa que ve principalmente su ganancia, el riesgo de errar, de atropellar a la ciudadanía, de cometer fraude de ley, es grande, y la vigilancia muy escasa.
El contrato entre DOCUSAL y el RNPN termina en Diciembre de 2010, y es un buen momento para demandar a la institución asumir por sí misma esta responsabilidad, procurar que el peso de la utilidad empresarial se convierta en menor costo al ciudadano. Es ofensivo escuchar del Presidente del RNPN, afirmar que el Estado no tiene experiencia en extender identidad con seguridad; mal favor hace a quien le paga su salario y a instituciones como Migración que tiene años de extender pasaportes, y a la inmensa mayoría de Estados Latinoamericanos que tienen en sus manos una función que aquí se ha privatizado.
Es conveniente asumir con naturalidad la renovación del DUI, la finalización de un contrato que le cuesta caro a la sociedad que paga $10.34 por lo que en otros países es gratis; pero al mismo tiempo vale la pena pensar en serio en la renovación institucional del RNPN, desprivatizarla, desmilitarizarle su mentalidad escurridiza, sacarlo al sol a plena luz y ayudarla a ponerse en pie como digna institución salvadoreña.
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