La ley fija porcentajes mínimos que debe obtener un partido en una elección para continuar vigente, pero no dice nada si los diputados o mandatarios que resulten electos luego se ponen a la venta
05 de Mayo. Tomado de El Diario de Hoy.
Sin quererlo el fallo de la Corte que cancela a los dos partidos políticos legales más antiguos del país les presenta una oportunidad que deben aprovechar a plenitud: revitalizarse, ordenar sus cuadros en todo el territorio y dar inicio al proceso de "despertar a la gente" de lo que está sucediendo en El Salvador. Es preciso recordar que el partido comunista, fundado hace más de ochenta años, por Miguel Mármol y otros, no ha sido legalizado en las últimas décadas, en tanto que el FMLN fue legalizado por decreto.
La Sala de lo Constitucional ordenó cancelar a los partidos cuando apenas tienen tiempo de ordenar la casa, fallando en un tema que ninguna fuerza viva había pedido abiertamente. Como es usual, lustrosos desconocidos son los que interponen esta clase de demandas, los mismos que en las resoluciones se saludan como "ciudadanos".
En la cola de demandas pendientes, también presentadas por "ciudadanos", hay otras cruciales o que potencialmente pueden precipitar al país en el caos, entre ellas la de la legalidad del TLC.
Torciendo considerandos, rebuscando oscuros incisos de leyes, citando lo que se aplicó en circunstancias muy distintas y sobre todo actuando de espaldas a la realidad, es posible demostrar que algo es negro o también que es blanco. A la vez los constituyentes cerraron con varios candados puertas que aprisionan en vez de liberar, en parte debido a que muy pocos son capaces de prever las consecuencias de una medida.
La ley fija porcentajes mínimos que debe obtener un partido en una elección para continuar vigente, pero no dice nada si los diputados o mandatarios que resulten electos luego se ponen a la venta. La ley tampoco toma en cuenta un hecho decisivo en lo que respecta a elecciones presidenciales: que lo usual es que un electorado tenga que decidir entre la civilización y la barbarie, entre seguir progresando o caer en el despeñadero.
Recorran el país abriendo los ojos a la gente
Casi sin remedio, en cada elección presidencial hasta que la ley se enmiende, todos los partidos formalmente pueden desaparecer, ya que la gente va a votar o engañada o con terror de lo que le espera.
Esa alternativa de espanto es, por cierto, la que enfrentan los peruanos, a un pelo de caer en el chavismo, de hundirse en una dictadura tan execrable como las que sufrieron en el pasado.
Los fallos respecto al régimen electoral no tocan lo podrido sino lo que hasta cierta medida es explicable. Hemos terminado con la defenestración en el TSE de un partido que gana votos para favorecer a otro que hasta la fecha no ganó ninguno.
Y queda en manos de personas que no creen en la democracia y que regularmente van a rendir pleitesía a una dictadura, la de los Castro, decidir sobre la suerte de agrupaciones que existen gracias a las libertades vigentes.
Decimos al inicio que el fallo obliga a los dos partidos cancelados, partidos que nunca se involucraron con la violencia, a ponerse las pilas y a luchar por su vida pero, igualmente importante, para rescatar al país de la calamidad en que se encuentra. El PCN y el PDC tienen licencia para entrar en campaña, para llevar su mensaje hasta el último cantón, para abrir ojos.
elsalvador.com, Un regalo al PDC y al PCN: la oportunidad de revitalizarse
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