Una escisión más y seguro la fragmentación del Partido Demócrata Cristiano (PDC) termina en migajas.
No se trata de simples reacomodos como gustan decir los políticos a manera de explicación o justificación cuando surgen graves problemas internos casi siempre por ambición o intereses particulares, triste destino para una institución que tiene o tenía como principios la solidaridad, el bien común, el compartir, el humanismo y la participación de la gente o sus bases en las decisiones de la dirigencia.La desintegración del otrora gran partido de masas se inició precisamente por las ambiciones desmedidas de Adolfo Rey Prendes y Fidel Chávez MENA, quienes por las “buenas” y las “malas” intentaron llegar a la presidencia de la república, teniendo como soporte las fragmentaciones del PDC, cuyas bases habían sido arrastradas por el juego perverso de ambos dirigentes políticos. Atrás habían quedado rastros de la corrupción, de la incapacidad para buscar consensos y, sobre todo, de administrar los bienes del estado para generar bienestar a las mayorías poblacionales.
En el presente, el secretario general del PDC, Rodolfo Parker, acusado por la Comisión de la Verdad de ocultar pruebas que vinculaban a altos militares en violaciones a los derechos humanos, dirige de forma prepotente los restos de esta corriente social cristiana, ha renunciado a los valores y principios del partido y, sobre todo, en alianza con Arena y el PCN, han cometido toda clase de atrocidades contra la Constitución y, desde luego, contra la población salvadoreña. Como su objetivo principal es obtener puestos públicos, en este caso como diputado, y vivir del erario público, no tiene empacho o pudor alguno para firmar pactos con las fuerzas más retrógradas del país y llevar al seno del PDC a personas con un pasado nada edificante.
Por ejemplo, la secretaria adjunta del PDC, Ana Guadalupe Martínez, fue la responsable directa del asesinato de varios alcaldes de este partido político, entre ellos el edil de Lolotiquillo, un anciano de 75 años de edad y la alcaldesa de Sensembra, mientras realizaba labores domésticas en su hogar. ¿Tendría en cuenta el señor Parker estos valientes antecedentes a la hora de invitarla a formar parte de esta corriente social cristiana? Es más, ¿consultaría a los dirigentes y bases de su partido para tomar semejante decisión? No, porque en este país decisiones de esta naturaleza se toman de manera individual y luego vienen las explicaciones. Como decían los miembros de las mafias sicilianas “primero sacamos las pistolas y disparamos, después llevamos flores a la viuda”.
La señora Martínez, quien por cierto ocupó altas responsabilidades en la administración de Alfredo Cristiani y Armando Calderón Sol, dirigiendo labores de espionaje en la oficina de Inteligencia de Casa Presidencial, está siendo cuestionada en el presente por prominentes dirigentes del PDC, entre ellos el alcalde de San Miguel, Wilfredo Salgado y el diputado por La Libertad, Francis Zablah, quienes la acusan de cometer actos reñidos contra los principios del partido y, sobre todo, de buscar eliminar a posibles adversarios y copar todos los cargos con gente de su entera confianza.
No se conocen más detalles porque el secretario general del PDC, Rodolfo Parker y la señora Martínez, no han dado ninguna declaración, ni han convocado a conferencia de prensa, ya para rechazar las acusaciones o para aclarar conceptos. Lo cierto es que “huele a podrido” al interior de este instituto político y se comenta que dirigentes del partido GANA han hablado con los “inconformes” para inscribirlos en su partido. Muy confusa la situación pues en días previos se comentaba que el ex presidente de la república, Antonio Saca, estaba en pláticas con Parker para ofrecerle la candidatura a la vicepresidencia en las elecciones del 2014. No se pueden descartar ninguna de las hipótesis, pues las ambiciones personales están muy por encima de los intereses de la colectividad.
En los últimos años el PDC ha caído a lo más bajo, sus actuaciones en la Asamblea Legislativa han sido vergonzosas, han apoyado al partido Arena, en la aprobación de leyes nefastas y su dirigencia siempre se ha pronunciado en contra de todas las medidas sociales que de alguna medida buscan beneficiar a la población. No se trata de votar todo proyecto del FMLN; pero al menos de ser razonables y analizar los pro y los contra de determinados proyectos de ley. Los diputados del partido de izquierda no siempre aciertan en decisiones de carácter nacional; pero al menos han mostrado estar a la par y en defensa de los intereses más sentidos de la población.
De estos “pleitos” entre la dirigencia del PDC no saldrán vencedores ni vencidos; pero quizás al fin se desintegre este partido y se cumpla por compensación el veredicto que en su oportunidad dio el pueblo salvadoreño cuando no le otorgó el pírrico 3% en las elecciones para alcaldes y diputados. Fue únicamente por una resolución inconstitucional de la Corte Suprema de Justicia (por cierto ¿cuándo se investigará el acto de corrupción cometido hace un par de años cuando los magistrados “renunciaron” cuatro días antes de finalizar su mandato con el único propósito de recibir una “indemnización” de $25.000.00 cada uno?) que tanto el PDC como el PCN lograron sobrevivir para seguirle haciendo daño al pueblo salvadoreño.
Publicado por pocote
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