Nelson Rentería.02 de Junio. Tomado de Raices.
A pesar de que el presidente de El Salvador, el izquierdista Mauricio Funes, cerró su primer año de Gobierno con innumerables problemas económicos para financiar sus políticas sociales, golpeado por los efectos de la naturaleza y desgastado por las fricciones con su partido FMLN, el mandatario aún goza de aceptación en la población.
Funes, que había programado un masivo acto cultural para celebrar su primer año de gestión, tuvo que suspenderlo debido a la influencia de la depresión tropical Agatha, que dejó en el país nueve fallecidos y más de 10 mil evacuados.
Es la segunda vez que un fenómeno natural afecta al país en sus 12 meses de gobierno y que le anuncia una temporada de invierno más copioso. En noviembre pasado, el Huracán Ida dejó una estela de 199 muertos, miles de damnificados y millonarias pérdidas económicas.
Pero los desastres naturales son un agregado a una larga lista de peticiones que el presidente tiene en sus manos, luego de asumir las riendas del país en 1 de junio de 2009 de la mano de la ex guerrilla izquierdista del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Mauricio Funes se convirtió en el primer gobernante de izquierda en el país tras derrotar en las urnas al partido derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), que mantuvo el poder durante 20 años.
Pero la población salvadoreña demanda el cumplimiento inmediato de los planes seguridad y combate a la violencia -que cobra en el país centroamericano entre 10 y 12 vidas diarias- así como una política de generación de empleos, dos de sus promesas de campañas más importantes.
Una reciente encuesta elaborada por la jesuita Universidad Centroamericana (UCA) indicó que Funes bajó en seis meses la calificación en su gestión, pasando del 73,4 por ciento de aprobación hasta un 68,5 por ciento.La prestigiosa encuesta, que tomó una muestra de 1.260 encuestados entre el 5 y el 11 de mayo en todo el país, tiene un margen de error de +/- 2,8 por ciento.
El rector de la universidad, el sacerdote jesuita José María Tojeira, asegura que la tendencia a la baja se debe a la “lentitud” de cumplimiento de los cambios prometidos.
“¿Por qué ha bajado? El factor principal es la lentitud de los cambios prometidos. En la encuesta, la gente dice que se ha avanzado poco, hay una situación de desanimo ante el poco avance”, sostuvo Tojeira.
Al ser consultado por los resultados de las encuestas, Funes respondió que “a mí no me preocupa la popularidad que pueda tener, si es más o si es menos, porque yo no trabajo en base a la popularidad".
Aciertos y desaciertos
Previo a su embestidura, Mauricio Funes anunció que heredaría de los antiguos gobiernos un país “desfinanciado” y con “serias dificultades financieras”, afectados por la crisis económica internacional en 2008, algunos casos de corrupción y la reducción de las remesas desde los Estados Unidos, que son la base principal de la economía salvadoreña.
Para impulsar sus políticas buscaría millonarios empréstitos con la banca internacional y una mayor política de recaudación tributaria desde 2,802.4 millones de dólares en 2009 hasta 3,053.7 millones para el 2010.
Las proyecciones oficiales estiman que en el 2010 El Salvador registrará un crecimiento del uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), luego de una contracción del 3 por ciento en el presente año, según el reporte final del Banco Central de Reserva (BCR).
El Gobierno de Funes ha impulsado una tímida política social, entre ellas eliminar los pagos de cuotas en hospitales públicos, dotar a más de un millón de estudiantes con uniformes y útiles escolares, entregar una pensión para ancianos fuera del sistema de protección y la entrega de insumos agrícolas a los pequeños agricultores.
Sin embargo, para Rafael Paz Narváez, un sociólogo de la Universidad de El Salvador considera que el ascenso de Funes y el FMLN al poder, evitó “el colapso del Estado”.
“El primer gran logro de esta gestión presidencial es haber evitado el colapso del Estado. Hay algunos políticos de derecha que dicen que eso no es ningún logro, a ellos no les interesa, porque cómo dejaron al país de deteriorado”, dijo el sociólogo a Opera Mundi.
Para la mayoría de los salvadoreños el fracaso del combate a la delincuencia es talón de Aquiles del Gobierno. Pese a que se ha desplegado militares a las calles apoyando en labores de seguridad a la policía el 63,3 por ciento de la población considera que la delincuencia ha aumentado en el último año, según la encuesta de la UCA.
Además un 41,8 por ciento de los encuestados consideran que la economía ha empeorado con el actual gobierno.
“Si no revierte de alguna manera su relación con el FMLN y si no se acelera cambios especialmente en la esfera económica y social, el de la violencia y si no hay cambios que se noten, la tendencia creo yo continuará a la baja”, indicó Tojeira, rector de la UCA
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