Por Humberto Márquez. 08 de Junio. Tomado de Contra Punto.
Polémica tras el descubrimiento de unas 35.000 toneladas de alimentos en estado de descomposición, dentro de contenedores propiedad del gobierno venezolano
CARACAS - Decenas de miles de toneladas de alimentos esenciales se pudrieron el último año dentro de contenedores pertenecientes al gobierno de Venezuela, que importa dos de cada tres cucharadas consumidas por sus 27 millones de habitantes.
"Uno puede pensar que es descuido, negligencia. Si fuera así, debe haber una sanción, pero pudiera también ser corrupción", señaló el jueves presidente Hugo Chávez.
Unas 35.000 toneladas de carne vacuna, de cerdo y de pollo, leche y derivados, aceite vegetal, harinas, azúcar, confituras y sal estaban en 1.200 contenedores abandonados en Puerto Cabello, 150 kilómetros al noroeste de Caracas.
Una cantidad semejante se encontró en otros 1.100 furgones depositados hace meses en un área de las llanuras centrales.
El ministro de Alimentación, Félix Osorio, advirtió este viernes que no toda esa comida está necesariamente perdida y algunas cargas pueden recuperarse para consumo humano o animal, mientras medios privados calculan las pérdidas en más de 70.000 toneladas.
"Es una lástima que se pierda comida por la irresponsabilidad de quién sabe cuáles funcionarios, cuando hay tanta gente con hambre o yendo de mercado en mercado a ver si compra todo lo que necesita", deploró ante IPS Aminta Sánchez, una enfermera que vive con sus hijas y un yerno en el populoso oeste de Caracas.
Según cifras oficiales, en Venezuela al menos seis por ciento de la población padece desnutrición, un porcentaje similar al que el gobierno reconoce en pobreza extrema.
Los alimentos dañados fueron importados por la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval), creada en 2008 como filial del gigante estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), para aprovechar la musculatura de la corporación energética.
Luis Pulido, presidente de Pdval en 2009, fue detenido el martes e imputado de boicot y corrupción al iniciar la Fiscalía una investigación sobre el caso.
Chávez absolvió rápidamente al ministro de Energía y presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, y le ordenó "pasar al contraataque contra la oligarquía", responsable, a su juicio, de manipular el caso, pese a que el volumen de alimentos perdidos "es menos de uno por ciento del caudal de alimentos que ahora sí llega al pueblo", dijo.
Osorio precisó que en siete años el sistema gubernamental, que comprende Pdval y otras redes, ha dispuesto 10,6 millones de toneladas de alimentos, de las cuales casi siete millones han sido productos importados.
El Estado y el sector privado de Venezuela importan al año unos 8.000 millones de dólares en alimentos, entre los que se destacan leche, mantequilla y quesos, carne vacuna y de pollo, aceites, harinas, azúcar, maíz y frijoles, así como productos que durante las últimas décadas del siglo XX se exportaban, como el café, hoy proveniente de Nicaragua.
Los principales proveedores son Estados Unidos, Brasil, Argentina, Chile, Ecuador, Bolivia y, hasta el año pasado, Colombia.
"Otros países consumen carne o whisky porque los producen. Nosotros los consumimos porque tenemos petróleo, que nos da dinero para gastarlo en experimentos", comentó a IPS Natalia Sánchez, directora del Centro de Estudios Sociológicos y Antropológicos de la Universidad del Zulia, en el occidente.
El gobierno, que pregona la búsqueda de la seguridad alimentaria, en los últimos tres años ha intervenido numerosas fincas de todo tamaño, empresas agroindustriales de capital nacional y extranjero, cerrado o multado desde cadenas de supermercados hasta modestas carnicerías, para apuntalar la disposición de alimentos baratos.
También ha prodigado financiamiento a cooperativas y establecimientos rurales de trabajo colectivo bajo dirección del Estado, erigidos sobre antiguas propiedades privadas. En algunos rubros, como la soja, la producción se ha expandido, pero en otros se ha reducido o se mantiene lejos de las metas anunciadas al comenzar cada año los ciclos de siembra.
La inflación anualizada en alimentos es de 41 por ciento, según el Banco Central de Venezuela, y aunque el gubernamental Instituto Nacional de Estadísticas indica que un salario mínimo, ubicado en unos 250 dólares mensuales, cubre la canasta normativa alimentaria, para ello se necesita al menos el doble, según organizaciones que trabajan para sindicatos.
Además, varios meses cada año escasean en los expendios los víveres cárnicos y lácteos, los aceites, harinas, granos o azúcar, que, sin embargo, pueden conseguirse en callejeros puestos informales de venta, aunque a más del doble de su valor nominal.
En parte, las dificultades de aprovisionamiento se relacionan con la ruptura de lazos comerciales con la vecina Colombia, a causa de disputas políticas y diplomáticas, que proveía abundante carne, lácteos y patatas.
El gobierno ha concentrado sus esfuerzos en llegar a los sectores populares a través de 19.000 puntos de venta en todo el país, para lo cual, recordó Osorio, emplea a 31.000 personas y dispone de capacidad para almacenar 600.000 toneladas, en seco y en frío.
Además, tiene 61 silos, 34 plantas empaquetadoras y una flota de 3.800 vehículos.
"Lo que ha ocurrido es una muestra de ineficiencia. El manejo de contenedores en un puerto, por ejemplo, es una operación compleja, que requiere experiencia, pericia y gerencia no desarrolladas por los entes oficiales que lo intervinieron el año pasado", dijo a IPS un empresario de Puerto Cabello, estado de Carabobo, que requirió el anonimato.
El gobernador de Carabobo, el opositor Henrique Salas Feo, sostuvo que "mafias enquistadas en el gobierno tienen un negocio redondo, que comienza con adquirir divisas a tasas preferenciales para comprar alimentos que luego no llegan al pueblo, pero pagan decenas de dólares cada día por cada contenedor estacionado" en el puerto.
El grupo Anticorrupción Interpelación Popular Organizada, seguidor de Chávez, ha denunciado desde 2008 a través de Internet "corrupción y tráfico de influencias en Pdval".
A pesar del traspié que supone la putrefacción de los productos, el gobierno mantiene su ofensiva contra productores u operadores privados en el ramo de alimentos.
Chávez ha amenazado reiteradamente con estatizar Empresas Polar, el mayor grupo privado de Venezuela y principal productor de cerveza, harina de maíz (base de la arepa o pan nacional), además de otros granos, grasas y bebidas varias.
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