Gloria Silvia Orellana.29 de Agosto. Tomado de Diario Co Latino.
“A Monseñor Romero le habría costado aceptar una distinción de esta naturaleza, porque era muy humilde”, dijo Gaspar Romero al recibir la condecoración Francisco Morazán que le fuera conferida póstumamente a su hermano.
El hermano mayor de Monseñor Romero recibió de manos del Presidente del PARLACEN, Jacinto Suárez, una medalla en Grado de “Gran Cruz” , en reconocimiento a la labor que realizó Monseñor Oscar Arnulfo Romero, en la defensa de los derechos humanos del pueblo salvadoreño.
“Para mí es un gran honor recibir este reconocimiento a su nombre, y ver como, entre más años pasan, se va extendiendo el pensamiento de Monseñor Romero, que como una vida sus frutos.
Eso es reconfortante y que sea motivo de unión, como lo hace Centroamérica, al darle esta distinción”, declaró Romero.
Suárez, al pronunciar palabras que honraron la memoria de Monseñor Romero se refirió a todos los mártires y víctimas que perdieron su vida en los años ochenta, y que culminó con la firma de los Acuerdos de Paz, en 1992.
“Estamos aquí, para honrar a San Romero de América, cuyo gobierno pidió perdón por semejante crimen y que su resurrección en su pueblo siempre está comprometida con la paz”, dijo.
Asimismo, señaló que el homenaje póstumo a Monseñor Romero, simboliza el reconocimiento a todos los sacerdotes que perdieron su vida en la prédica de la palabra de Dios, como Rutilio Grande, Alfonso Navarro, Ernesto Barrera, Octavio Ortiz, Rafael Palacios, así como, las hermanas de la Orden Mariknoll, los sacerdotes Jesuitas y pueblo salvadoreño.
“Queremos honrar junto al Santo Romero de América, a todas las víctimas de las Masacres El Mozote, El Sumpul, Las Hojas, San José Las Flores, El Calabozo, Tenancingo, Copapayo, La Quesera y otras, donde fueron asesinados (salvadoreños y salvadoreñas) por la intolerancia y la arrogancia, de quienes hicieron de la guerra su negocio, quienes creyeron que las balas y las armas eran suficientes para callar el grito libertario de este pueblo”, declaró.
El funcionario señaló la importancia de honrar la memoria de las personas que sin reparos ofrendaron su vida, para generar un giro en el futuro de un país “(Francisco) Morazán y (Monseñor Óscar) Romero, seguramente han sabido enlazar su anhelo de ver el progreso en paz y una Centroamérica de justicia social”, acotó.
Los aplausos llenaron el recinto y al ser entregada la medalla, a Santos Gaspar Romero, las palabras de agradecimiento se orientaron a aunar esfuerzos para construir un país en paz.
“Monseñor Romero ha tenido muchos reconocimientos como el que hicieron en Inglaterra, (Abadía de Westminster, Londres), pero lo verdaderamente hermoso es que, ha prevalecido por su mensaje de justicia y paz”, agregó.
La diputada Nidia Díaz, del partido FMLN y vicepresidenta del PARLACEN, señaló como un “milagro” de Monseñor Romero, la iniciativa en la entrega de la Condecoración de Francisco Morazán.
“Recuerdo que fue Madre Alicia, de COMADRES, quien murió recientemente, quien habló con la diputada Gloria Anaya y le dijo -debemos hacer algo grande con Monseñor Óscar Romero, nuestra asociación lleva su nombre y ahora en el PARLACEN debemos honrarlo- y pues, nos hizo la propuesta la Diputada Anaya, nos pareció y lo llevamos al pleno, pero lo más importante de todo fue, que hasta los diputados de derecha votaron a favor del reconocimiento y eso es importante en relación a la reconciliación que Monseñor Romero pidió”, comentó.
La diputada Marta Lilian Coto, del FMLN, a cargo de la lectura del decreto del Parlamento Centroamericano, consideró que el aporte del Prelado Católico fue su visión de una sociedad democrática, en un momento de violencia injustificada por ideologías políticas.
“Es un reconocimiento a su acompañamiento que hizo al pueblo en la defensa de los derechos humanos, y para la construcción de una sociedad que viva realmente en democracia y por lo tanto, en paz”, reflexionó.
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