Inmediatamente después de las vacaciones de agosto, viajaron a Brasil el presidente de la República, Mauricio Funes, y la primera dama, Vanda Pignato; el ministro de Relaciones Exteriores, Hugo Martínez; el secretario técnico, Alex Segovia; el ministro de Agricultura, Guillermo Suárez; el ministro de Turismo, Napoleón Duarte; y el ministro de Economía, Héctor Dada, entre otros funcionarios. Con ellos viajó también un grupo de 50 empresarios salvadoreños.
Escrito por Juan Ramón Medrano.31 de Agosto. Tomado de La Prensa Gráfica.Sabemos que Brasil es el gigante de América Latina, pues abarca la mitad del continente suramericano, con un área de 8,511,965 kilómetros cuadrados y una población de 198,739,292 habitantes; con exportaciones por 200 billones, fundamentalmente de alimentos, automóviles, acero, químicos, soja y café.
Mientras que por el contrario, El Salvador con un área de 21,040 kilómetros cuadrados; y una población de 7,185,218 habitantes; con exportaciones de 4.61 billones fundamentalmente de café, ropa, fármacos y azúcar es el país más pequeño de Centroamérica.
Con estos números y diferencias, si lo vemos fríamente, en perspectiva la relación aparece totalmente desequilibrada, y aparentemente El Salvador estaría en desventaja.
Pero profundizando un poco en los términos de la relación, esta aparece por el contrario como una gran oportunidad, que bien aprovechada podría resultar favorable a los intereses salvadoreños; porque profundizando en esta relación, nos podríamos beneficiar con la enorme riqueza, el desarrollo tecnológico y comercial y las diferentes oportunidades que se abren con Brasil.
Esto podría convertirse en la palanca que necesitamos para catapultar y acelerar el desarrollo económico y social de El Salvador.
Luiz Inacio Lula da Silva es el presidente de Brasil desde que ascendió al poder en enero de 2003 y fue reelegido para un nuevo periodo en octubre de 2006, o sea que está por terminar su actual periodo de gobierno.
Pero eso no es obstáculo para que el presidente brasileño apoye al presidente salvadoreño, pues este último ha manifestado en reiteradas ocasiones que sus líderes favoritos son el presidente Lula de Brasil y el presidente Obama de Estados Unidos.
A la hora de promover el país ante los empresarios brasileros, el presidente Funes señaló que El Salvador tiene una ubicación estratégica ventajosa en el mapa de América; que tiene una serie de acuerdos comerciales que abren puertas a 540 millones de consumidores y que existen normas claras que generan condiciones de seguridad para los inversores extranjeros.
Y en particular dijo a los empresarios brasileños: “Reitero mi invitación a invertir en El Salvador, a apostar a una posibilidad cierta de futuro para sus empresas y para nuestros empresarios y nuestro pueblo”. Por su parte, el presidente brasileño dijo a los empresarios salvadoreños, que deben de confiar en el presidente Funes; y a los empresarios brasileños, que inviertan en El Salvador, porque así ayudarán a bajar los niveles de violencia y a aumentar el nivel de vida de los salvadoreños.
Sin duda que esta visita será el inicio del fortalecimiento de los lazos económicos, políticos y sociales entre Brasil y El Salvador. Pero también ayudará a estrechar la amistad entre nuestros pueblos. Y esperamos que los resultados prácticos sean el aumento de las exportaciones de los productos salvadoreños hacia Brasil y viceversa. Pues independientemente de las diferencias de tamaño y desarrollo entre ambos países, nuestros empresarios salvadoreños han demostrado siempre un alto espíritu emprendedor, mucha capacidad de trabajo y un alto sentido de oportunidad.
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