Organizaciones feministas están molestas con el presidente, Mauricio Funes, no solo por las constantes desautorizaciones que ha emitido en contra del Isdemu, sino porque no ha promovido ningún cambio en temas como el aborto.
Por Magdalena Flores.31 de Agosto. Tomado de Contra Punto.
SAN SALVADOR – Los colectivos feministas no están nada contentos con el presidente Mauricio Funes.
El Movimiento Amplio de Mujeres se manifestó el pasado jueves en las cercanías de Casa Presidencial, al oeste de la capital, para mostrar su total rechazo a las declaraciones recientes de Funes, quien hace unos días desautorizó a la titular del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (Isdemu), Julia Evelyn Martínez, por haber suscrito un documento regional que, entre otras cosas, planteaba la revisión de las leyes que penalizan el aborto.
Martínez participó, en julio pasado, en la XI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y Caribe, cónclave que respaldó el Consenso de Brasilia, un documento que aborda el tema de la salud reproductiva, entre ellos el aborto y los anticonceptivos.
El documento de la discordia
El punto seis de dicho Consenso establece el compromiso de los firmantes de “promover la salud integral y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres”, y en el apartado “f” ordena a los Estados “revisar las leyes que prevén medidas punitivas contra las mujeres que se hayan sometido a abortos”.
También en la parte final de dicho literal destaca que deben “garantizar la realización del aborto en condiciones seguras en los casos autorizados por la ley”.
Esos puntos del documento, suscritos por Martínez —como la mayoría los participantes en la conferencia— fueron suficientes para causar un escándalo mediático de considerables dimensiones en El Salvador.
“Aquí hubo un error de procedimiento por parte de la directora ejecutiva de Isdemu (…) no hubo ni una solicitud de parte de ella a Cancillería para que se le depositaran plenos poderes para poder firmar el documento en cuestión”, dijo el 24 de agosto el presidente Funes.
El aborto en El Salvador es ilegal. El artículo 1 de la Constitución de la República “reconoce como persona humana a todo ser humano desde el instante de la concepción”, y el Código Penal condena el aborto en siete de sus artículos (133–139).
La posición de Funes ha generado descontento entre las organizaciones feministas, quienes afirman que todo se debe a una gran confusión, debido a que la declaratoria en ningún momento “está diciendo que lo legalice ni que lo despenalice (las leyes contra el aborto), hay entonces una tergiversación grave”, dijo Ima Guirola, del Instituto de Estudios de la Mujer “Norma Virginia Guirola de Herrera”.
Las organizaciones feministas sostienen que no están en contra de la vida, pero que hay situaciones donde se debería de practicar el aborto, como por ejemplo: cuando la vida de la madre está en peligro, el feto sufre malformación y cuando el embarazo es producto de una violación. Un alegato que, por lo demás, siempre esgrimieron los colectivos de mujeres ante las autoridades, pero igual no fueron escuchadas y el aborto quedó proscrito por ley.
Las mujeres, en medio de una vorágine de violencia que carcome el país, son víctimas frecuentes no solo de los delincuentes, sino de conocidos, amigos y familiares, que aprovechándose de su condición cometen violaciones y crímenes. Se calcula, según cifras proporcionados por los colectivos feministas, que cada 13 horas dos mujeres son asesinadas, y cada 5 horas una mujer, niña o adolescente es violada.
La legislación salvadoreña prohíbe el aborto en todas sus circunstancias, de modo que una niña de 13 años, por ejemplo, que haya sido violada, tendrá que ver nacer a ese bebé producto de ese hecho violento y tremendamente traumático para la madre.
Otras legislaciones, en otros países, permiten abortos cuando se dan circunstancias como esas.
Como en El Salvador eso no es posible, la madre frecuentemente tiene que realizarse el aborto clandestinamente, poniendo en riesgo su vida.
Anualmente en el mundo se realizan entre 42 y 46 millones de abortos. Se estima que el aborto inseguro constituye la tercera entre las causas directas (13%), después de las hemorragias (25%) y las infecciones (15%) de las 536.000 muertes maternas que se producen cada año en el mundo, aunque en América Latina ese porcentaje sube al 17%, señala la enciclopedia libre Wikipedia.
La posición de Funes ha generado descontento entre las organizaciones feministas.
También son penados con cárceles aquellos casos en que los bebés “se les vienen” a las madres, antes de nacer, pues son catalogados como abortos. Como el caso de Karina del Carmen Clímaco, condenada a 30 años de cárcel porque según fallo judicial emitido en 2002, ella había asesinado a su hija recién nacida.
Ella sufrió un parto espontáneo. Al morir la menor la acusaron de aborto consentido, sin embargo, después fue condenada por homicidio agravado a 30 años de cárcel.
Gracias al apoyo de organizaciones femeninas, luego de siete años y medio tras la cárcel, logró comprobar su inocencia y salir libre, pero su reputación ya estaba por los suelos. Aunque Karina corrió con buena suerte, quién sabe cuántas mujeres siguen purgando una pena por circunstancias similares.
Lo mismo de siempre
“Vemos que no hay ningún cambio sustantivo en relación al tema de los derechos sexuales y reproductivos de la mujeres, entre los gobiernos de derecha y este gobierno”, dijo Silvia Etel Matus, de Las Mélidas.
Para Guirola, este gobierno de “cambio” también le ha causado un sinsabor, por esa actitud de inercia, de seguir con el mismo patrón que los pasados gobiernos en materia de derechos reproductivos, un patrón forjado con una fortísima injerencia de la Iglesia y de organizaciones conservadoras que se oponen tajantemente a despenalizar el aborto en casos específicos.
De hecho, el Arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar, mostró ayer domingo, en su habitual conferencia de prensa, felicitó a Funes “por su firme decisión de no promover ninguna revisión de leyes referentes al tema del aborto en nuestro país”,
Por su parte, la directora del Movimiento Salvadoreño de Mujeres, Isabel López, dijo que le sorprenden las declaraciones del mandatario, cuando en diferentes discursos, e incluso en el plan quinquenal dice que va a trabajar a favor de las mujeres.
“Nos sorprende realmente escuchar sus declaraciones [de Funes] y esa forma de desautorizar a la directora [de Isdemu] que ha sido designada para implementar la política nacional de la mujer, por lo tanto no puede el presidente nombrar a una persona que después la descalifica”, sentenció López.
Sin embargo, la posición de Funes sobre el tema del aborto no es nueva. Desde los días de campaña electoral, dejó claro que, de ganar, él no iba a plantear cambios en ese sentido.
A través de una carta abierta, publicada en diversos medios el pasado jueves, las mujeres solicitaron una audiencia a Funes para que les explique qué está pasando. Al mismo tiempo expresaron su respaldo a la funcionaria del Isdemu.
Ellas afirman que no van a permitir una destitución de la funcionaria, en caso de que Funes estuviera pensando en hacer rodar la cabeza de la titular de la institución.
Otros responsables
El pronunciamiento de Funes ha dejado mal parado al Isdemu, pero sobre todo a su directora ejecutiva, Martínez. Hay que recordar, no obstante, que quien está detrás de la directora ejecutiva es la presidenta de la organización, la Primera Dama, Vanda Pignato, esposa de Funes, y se pensaría que Martínez no haría nada, no firmaría un documento tan polémico, sin el visto bueno de la esposa del presidente, que a su vez es la Secretaria de Inclusión Social.
Hasta el momento, Pignato ha guardado silencio, silencio que siembra dudas en muchas organizaciones de mujeres. Y todas las culpas y las recriminaciones de unos medios conservadores han recaído únicamente sobre la directora ejecutiva del Isdemu.
A quienes velan por el derecho de las mujeres,
les parece raro el silencio de la primera dama de la República.
Algunas organizaciones de mujeres dicen que Pignato tuvo que haber aceptado responsabilidad en el tema, y apoyar a Martínez.
“Es preocupante (el silencio de Pignato), de momento no hemos tenido contacto con ella”, dijo Guirola, de Cemujer.
Y agregó: “Me parece que le corresponde a la Primera Dama, que ha planteado algunas medidas, algunas acciones, haber tenido la iniciativa de haber estado al frente para brindarle el respaldo de la directora del Isdemu”.
Es la segunda ocasión que Funes desautoriza a la titular de esa institución. Hace dos semanas se desató una polémica en torno a la prohibición de las chachiporristas, promovida también por el Isdemu al esgrimir que las muchachas, vestidas en minifaldas en los desfiles estudiantiles o de otra índole, eran puestas nada más como un atractivo sexual.
La medida le generó a la institución, y a Martínez en particular, una andanada de críticas por todos lados, y Funes debió salir al paso para posponer el plan hasta el 2011.
A Guirola le extraña sobremanera la forma en que ha reaccionado el presidente por el documento suscrito en Brasil por la titular del Isdemu, pues siempre, en cada una de esas conferencias, se abordan básicamente las mismas temáticas, de modo que tanto Funes, como Pignato, e incluso el canciller, Hugo Martínez, tuvieron que haber estado al tanto de los documentos y los compromisos que suelen suscribir en esas conferencias, en materia de salud reproductiva.
Y se entiende que si envían a la directora ejecutiva del Isdemu como representante del Estado salvadoreño en la conferencia de Brasil, es porque ella no va solo como oyente, sino que tiene las facultades para suscribir los acuerdos pertinentes.
“La directora (del Isdemu) iba coordinando una delegación (…) hay una carta dirigida de las altas autoridades (de Cepa, notificando que ella es la jefa de la representación salvadoreña) y obviamente esa carta tubo que haber sido de conocimiento pleno del presidente de la República y de la Primera Dama, porque es presidenta del Isdemu”, agregó Guirola.
Lamentó la poca coordinación existente entre Funes y su esposa Pignato.
“¿Acaso no tienen mecanismos de comunicación, el presidente de la Republica no se reúne con su gabinete, acaso la Primera Dama, que es quien le debería de informar, no se coordinan?, se preguntó.
Una vocera de la Secretaría de Inclusión Social (SIS) dijo a ContraPunto desconocer si Pignato sabía o no del viaje de Martínez al foro regional. Tampoco le pudo preguntar porque de momento se encuentra aún en Brasil.
Feministas recriminan a Funes por actitud hostil con Isdemu - Noticias de El Salvador - ContraPunto
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