Una de las peores lacras que sufren las incipientes democracias es la inhabilidad o la falta de voluntad de parte de gobiernos y movimientos políticos, de rectificar a tiempo lo que va mal
01 de Septiembre. Tomado de El Diario de Hoy.
En una entrevista televisiva, el secretario técnico de la Presidencia dijo que pronto habría "un golpe de timón" en el curso del país, que vendrían "verdaderos cambios estructurales" y mencionó además "el pacto fiscal" que sería anunciado como preámbulo a nuevos impuestos.
Vale preguntar en qué consistirá ese "golpe de timón", cuáles serán los cambios estructurales y con quiénes se ha pactado una reforma fiscal, ya que no han habido reuniones públicas para analizar la conveniencia de fijar nuevos impuestos y en base a qué políticas se establecerían.
A esto se contrapone una realidad que no se puede ignorar: para mucha gente --la gente que entiende, invierte y trabaja-- las cosas no marchan bien, les agobia una grave incertidumbre respecto a lo que puede venir, no ven coherencia entre los distintos sectores del gobierno, juzgan irresponsables a muchos funcionarios y les aflige la falta de programas que puedan superar la crisis y encaminar el desarrollo.
En el resto de países centroamericanos, con excepción de Nicaragua, la economía se está recuperando, hay nueva inversión, el desempleo está a la baja.
Pero ese no es el caso de El Salvador.
Debe aleccionarnos el hecho de que el programa de "estímulo" del presidente Obama está fracasando, además de haber elevado enormemente la deuda pública del país. Como contraste, los alemanes y varios gobiernos europeos están recortando gastos y equilibrando presupuestos para no exponerse a que un sobre endeudamiento les reviente la economía.
Acá se ha tomado el curso contrario, el de incrementar gastos y elevar impuestos en medio de un descenso de la inversión, del empleo y lo más decisivo, de la confianza. El gobierno ha ido adquiriendo más deudas para programas sociales de consumo sin que se conozca cómo se van a pagar. En menos de quince meses la deuda subió del cuarenta a más del cincuenta por ciento del PIB, pese a lo cual se continúan suscribiendo préstamos como si las agencias crediticias del exterior no fueran capaces de sacar las inevitables conclusiones de este comportamiento.
Rectifiquen a tiempo los malos programas
Si endeudarse sin contar con una real capacidad de pago es ruinoso para individuos y familias, como es por igual de ruinoso para los países, no podemos esperar que vamos a ser la excepción a la regla.
Una de las peores lacras que sufren las incipientes democracias es la inhabilidad o la falta de voluntad de parte de gobiernos y movimientos políticos, de rectificar a tiempo lo que va mal, lo que no está teniendo buenos resultados, lo que tiene consecuencias peores que aquello que se quiso mejorar. Se pasan las leyes, se ponen en marcha programas y se adoptan políticas sin darle seguimiento a los resultados.
Aquí ya se tuvo, al menos, la claridad para terminar con el reparto de semilla, pero se continúa con la ocurrencia de dotar de uniformes y zapatos a escolares cuando hay prioridades de superior rango, como sería reconstruir y mejorar las escuelas que se destruyeron durante la guerra por ataques o falta de mantenimiento.
Otra "asignatura pendiente" es remover a funcionarios que han demostrado incapacidad en el desempeño de sus puestos, como quedó expuesto, digamos, en el manejo de la emergencia del Ida y las tormentas últimas. Al final es al Ejército al que le toca hacer lo que es responsabilidad de otras instituciones.
elsalvador.com :.: ¿Cuáles cambios estructurales? ¿Con quiénes se discutieron?
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