11 de Junio. Tomado de Tendencia Revolucionaria.
Blog El Trompudo. El miércoles dos de junio apareció publicado en el diario CoLatino, un articulo del señor Salvador Arias, militante del FMLN y ex-diputado del mismo partido, bajo el título "Parte de la izquierda dispersa se desespera y la derecha ataca".
Una lectura detenida de los parrafos 11, 12, 13, y 14 hacen alusión a un artículo que no hace mucho escribí "muy fuerte pero necesario", como señalara una comentarista.
De la misma manera, una lectura acusiosa lleva a sospechar que no es mi persona, con el mismo nombre y apellido, la preocupación del ex-diputado Arias. Pienso que el verdadero escalofrío que ha sacudido al señor Arias, es que la Tendencia Revolucionaria -TR- lo haya tomado y publicado en su sitio internet. No hay por qué temblar señor Arias...a menos que se sienta que la TR asusta. El párrafo 11 y 12 arroja luz sobre ello.
Voy a citar sus propias palabras:
"En este contexto, se publicó un artículo en una página web del internet, que luego de manera irresponsable fue publicada en la web de la Tendencia Revolucionaria (TR), un artículo atacando a nuestro Coordinador camarada Milton Méndez o Medardo González, firmado por un tal Salvador Arias, señalando que era un aporte desde Canadá".
Voy a recordarle el nombre de la página: BLOG EL TROMPUDO.
Más abajo, usted continúa sugiriendo que el artículo viene de los escritorios de la Tendencia Revolucionaria:
"Lo curioso es que al siguiente día lo publica la TR en su web, sustrayendo del texto, que era un aporte desde Canadá y que no se trataba de mi nombre, o sea, la intención era clara, utilizar mi nombre para semejante ataque visceral al coordinador del FMLN, queriendo así hacer parecer que habría división en el FMLN. División que es un viejo anhelo de una parte de la izquierda dispersa, que habla de su deseo de montar una nueva vanguardia de la revolución, como que esto puede hacerse con voluntarismos".
Para su tranquilidad -y aclaración a los lectores-, los próximos artículos los firmaré como "el otro Salvador Arias", de manera que pueda estar seguro que no habrá confusión entre usted y yo.
En otro orden de cosas, quiero dejarle aclarado que no soy "contrarrevolucionario," ni de pensamiento ni de hecho, puesto que no se puede estar en contra de una Revolución que no existe. No sé si estoy perdiendo la vista, pero no la veo por ningún lado, por mucho que me restriegue los ojos.
Al contrario, lejos de ser "contrarrevolucionario", sigo en la misma terquedad de creer que el sueño no termina en arreglos, pactos y traiciones, y que las luchas, por lo mismo, no son producto de la voluntad de un grupito que en cualquier momento ordene un "hasta aquí", que, más bien, continúan en arreglo a leyes sociales, como usted puede apreciarlo.
Señor Arias, yo no voy a ponerle un membrete o una etiqueta, por dos razones. Uno, por respeto a usted y a mí mismo y, dos, porque me parece una falta de seriedad.
En cuanto a los lectores, pueden estar seguros que son dos Salvador Arias que en nada se parecen, ni podrían parecerse. Son dos personas con historias distintas. No es así, señor Arias? Usted dice que viene de "donde asustan", es decir, pasó por donde el susto sale. Yo ya nací asustado, soy hijo bastardo del miedo. Desgraciadamente no me es posible recordar la cara de espanto que puse al nacer en medio de este mundo tan perro. De seguro que si la razón me hubiera permitido, me regreso al útero. Pero, ni modo, no tenía alternativa. Y fíjese usted que tratando de eliminar sustos y miedos, en un ejercicio muy prolongado de exorcismo, comencé a "desaprender", por cierto que no me fue tan bien que se diga. Sin embargo, sigo creyendo en lo que creí, en el duro camino de desaprender, a pesar de los buenos y malos consejos de algunos decepcionados, de otros renunciados y otros conversos que me dicen que lo mío es una utopía.
Yo le respondo que esa utopía aprendí a amarla con amor eterno, y me gusta. Y lo mejor: me gusta que me guste!
Señor Arias, quiero dejarle aclarado que no estoy contra el FMLN, lo que soy es crítico con la actual dirigencia, incluso no con todos sus miembros, reconozco que hay excepciones y la crítica tiene mucha más razón debido a las declaraciones ambiguas de algunos de sus miembros que la hacen a título personal; como dirección conjunta no conocemos una postura frente a los desmanes de Funes y sus "amigos" que son, al parecer, los que toman las decisiones de gobierno y de las cuales el FMLN es excluido, mientras la derecha se va posesionando en el gobierno y, encima de esto, culpando al FMLN de los desaciertos.
Que no le quepa la menor duda que si Dios y la Virgen un día los ilumina y enderezan su rumbo, dejaré mi crítica. Pero, en las actuales circunstancias politicas del obscuro panorama que ya se alargó, y que usted llama "coyuntura", no puedo dejar de serlo. Es más, lo considero un deber.
Si algo de bueno hay en todo lo que acontece, es que esto permite, por la fuerza de los hechos -y es de lo que debemos alegrarnos-, que los diferentes sectores y miles de personas tienen la posibilidad de hablar, están venciendo el miedo de hablar.
Esta es una batalla de ideas, no es una escaramuza. Es una batalla de ideas y posiciones!! A esa dinámica no hay que renunciar y menos se debe atacar. Acaso no es eso una práctica cotidiana de la derecha? A ella no le gusta el juego de las ideas, por eso es que las oligarquías y sus partidos son asesinos. En una ocasión, uno de sus más cínicos y fríos representantes declaraba que para ellos el mejor pueblo es el que no opina. De ahí que es inadmisible que desde la izquierda se mande a cerrar la boca.
Me sorprende leer en su artículo, lo que sigue:
"La revolución salvadoreña, como desde sus inicios, vive un momento coyuntural muy complejo, esto resultado de sus avances en la consolidación de un poder alternativo revolucionario, democrático que tiene como horizonte construir una sociedad socialista. En este proceso la derecha, poco a poco, va perdiendo control de su poder antes absoluto e incuestionable, ahora compartido y en un creciente proceso de pérdida de control del poder, que pasa crecientemente a manos del pueblo, a través de su vanguardia el FMLN".
Hay en esto categorías que me parecen fuera de tiempo y de contexto. Talvez usted quizo decir "la fuerza revolucionaria salvadorena", porque, bien entendido, usted sugiere que la Revolución ya es un hecho, y que avanza en la construcción del Socialismo.
Para usted quién está avanzando en las construcción del Socialismo, o quién tiene por horizonte ese propósito: Funes o el FMLN? O los dos? Nadie ve eso, señor Arias. O será que los ciegos comenzamos a ser mayoría? Por eso le repito que talvez usted quizo enfocar las dificultades por las que atraviezan las fuerzas revolucionarias, que, pienso, sería lo correcto. Usted sabe que una categoria aplicada, en un contexto donde no debe ser aplicada, cambia radicalmente la percepción. Pero, bueno, dicen que cada cabeza es un mundo, yo no lo creo, yo creo que el mundo es uno solo, son las cabezas las que lo preciben de manera diferente.
Yo pienso que a la cúpula y a sus acompañantes, al probar las mieles del poder, les pasó lo que a los cristianos en el año 50 con Constantino: que Roma se volvió cristiana, pero el Cristianismo se volvió romano. Sólo así podemos explicarnos por qué el comercio de la fé es tan grande.
Usted nunca se ha preguntado por qué el FMLN no le retira su membresía a Funes, o lo expulsa con todas las deshonras? Permítame darle la repsuesta: porque no quieren correr el riesgo de que Funes les responda que lo están echando de donde nunca estuvo, que le están exigiendo fidelidad con lo que nunca ha pensado, y cumplimiento con lo que nunca se comprometio. No le parece que el partido tiene sobradas razones para sancionarlo? No me vaya usted a decir que Funes siente algún respeto por el partido, y por usted menos, usted lo sabe muy bien.
Déjeme expresarle cómo yo veo al FMLN, despues tómese la libertad de dejarme el membrete que ya me puso, o me lo cambia...al fin y al cabo, yo no puedo evitárselo.
Para empezar, el FMLN no es la cúpula, ella es sólo una parte del todo. El todo son los que entregaron su sangre, los caídos en combate, los lisiados, los veteranos, los desaparecidos, las viudas, los huerfanos, los abandonados, los por fuerza expulsados del país, esos mismos que ahora, cínica e hipocritamente, se les ha bautizado con el eufemístico membrete de "hermanos lejanos". Esa diáspora que sólo son "hermanos" por las remesas que envían. Esos que Roque Dalton llamó, con todo el amor del mundo, " mis compatriotas, mis hermanos", y que dentro del país nadie sabe quiénes son. Ese es el FMLN. Usted me corrige si me equivoco. Y eso sin hablar de las raíces históricas, de las generaciones de revolucionarios, de patriotas que a lo largo de nuestra historia lucharon, murieron, sobrevivieron y levantaron simpre la bandera, ensangrantada pero honrada, limpia de toda vergüenza.
Señor Arias: que la crítica no lo irrite, si hasta necesaria es, sino usted no me habría puesto hasta membrete. Ella es parte de la vida de un partido revolucionario.
En cuanto a la crítica a Medardo, su "entrañable amigo compañero y camarada", no es visceral, ni es un ataque personal, como usted dice. Entiendo que usted buscó la palabra que impactara. Lo comprendo, pero mi artículo no está dedicado a él, son escasos cuatro renglones los que a él se refieren, y fueron tan sólo por unas confusas declaraciones que él diera al periodico digital El Faro.net en relación a la abolición de la ignominiosa Ley de Amnistía. Más me parece exagerada la defensa que usted hace de él, da la impresión que esta defensa va más allá de la obediencia.
Le digo que mi crítica es con guantes de terciopelo; mire la de Schafik en el documento "El FMLN y la vigencia del pensamiento revolucionario en El Salvador", y usted se dará cuenta que la de él está hecha con guantes de chichicaste, hasta escalofríos provoca, no dudo que usted lo conoce. Aunque por ahí andaban guardándolo -como un secreto templario- algunas personas que siguen pensando que hay gente que hay cosas que no deben conocer, porque "ellos no entienden", así se les oye decir a quienes creen que son depositarios de verdades secretas y poseedores de la verdad absoluta. "Aprendises de guardianes del archivo secreto vaticano", les llamo yo.
Veamos lo que Schafik dice en una parte del documento:
"Haber sufrido el fraude y la imposición del miedo se ha convertido en el argumento para tratar de llevar al Partido a una situación “viable”, como dicen algunos, en vez de combatir contra estas armas perversas del sistema. Esas personas dentro del FMLN albergan la ilusión de que serán aceptados para gobernar también “viablemente”. Es decir, a tono con el sistema, impulsando determinadas reformas o cambios para que nada cambie".
Y todavía más:
"El primer combate ideológico, deberá dirigirse contra el mezquino interes electorero y la ambición de adquirir poder personal, contra la corrupción, el oportunismo y el arribismo"
Aquí le pregunto: por esto calificaría a Schafik de "contrarrevolucionario", señor Arias?
Para ser de izquierda, no es necesario estar afiliado a un partido, aunque lo más saludable sería tenerlo, eso no puede negarse. Sólo que si un partido verticaliza y centraliza todo, deja de ser revolucionario y la confianza en la dirección se pierde. Yo tengo la ventaja que a usted le falta: puedo pensar y expresarme libremente, no tengo que decirle "sí" a todo. Es decir, que para pensar no necesito pedirle permiso a nadie, ni someter mi voluntad hasta al más ignorante. Usted talvez quisiera, pero la obediencia no se lo permite. Quiero pensar que sólo eso sea.
Señor Arias, usted sabe muy bien que, incluso, al interior del partido, las aguas están bravas. Por qué se empeña en tratar de esconderlo? Es un esfuerzo inútil, eso ya trasciende lo privado, es público, las voces lo repiten en la calle.
Si en verdad usted no está jugando a la inocencia, cuídese, el huracán lo arrastrará irremediablemente y no entenderá lo sucedido.
En otro orden de cosas, usted califica de "irresponsable" a la Tendencia Revolucionaria, por haber ella publicado mi artículo en su web. Eso, señor Arias, me parece un abuso. Qué autoridad usted tiene para decirle a la TR, cuándo es responsable y cuándo no lo es? Usted me hace recordar al inquisidor Torquemada, persiguiendo la ciencia y la razón que, finalmente, se impuso al dogma y al fanatismo. Siempre ha habido renacimiento, señor Arias, no debe olvidarlo.
En el segundo párrafo de su artículo, leo lo siguiente:
"...comenzar a construir la sociedad de justicia, de paz, de un futuro bienestar para las inmensas mayorías hasta ahora históricamente excluidas y sometidas a la explotación, represión y dominación, casi sin límites, o sea comenzar a construir el futuro socialista".
Lo aplaudo, señor Arias, encuentro que queremos lo mismo y la sóla diferencia que puedo distinguir es que usted lo quiere con la misma cabeza del partido que ha demostrado haber perdido el rumbo, y esto no lo estoy inventando yo, usted sabe que Schafik lo dejó plasmado en su documento. Acaso no es claro en la capítulo tres, cuando Schafik dice: "REFORMAR LA CONSTRUCCIÓN Y FUNCIONAMIENTO DEL PARTIDO, ES UNA NECESIDAD IMPERIOSA".
Usted puede leer cómo él desglosó este capítulo. Hay una parte que dice:
"En realidad, los cargos públicos son poderes extrapartidarios que inciden en la lucha interna por los cargos de dirección, los cuales se fueron convirtiendo, en la óptica de muchos, en una especie de grada, de escalera para arribar en su momento a los cargos públicos".
Como usted puede ver, senor Arias, aquí nadie está inventando divisiones. Las inventaron ahí adentro, son reales, y estan presentes desde hace muchos años! Y, lo peor, son divisiones marcadas con el sello del oportunismo.
Dos párrafos antes, Schafik va más lejos:
"Pero también están quienes sabiendo que lo que menos prevalece en estos momentos es un problema de diferencias entre organizaciones que ya no existen, manipulan deliberadamente las mentes y sentimientos de los primeros para utilizarlos en sus objetivos de poder hacia el interior del FMLN. A los primeros hay que ayudarlos a comprender el momento histórico que ahora vive el Partido, a que vean hacia delante, hacia el futuro, dejando atrás una visión sectaria ya superada por la historia. A los segundos hay que desenmascararlos y ponerlos en evidencia, sin vacilación alguna".
Y cuando él decía esto, no era un momento coyuntural. Hacía diez años que esos vicios se venían añejando en los rancios vinagres del oportunismo, y eso, como usted sabe, no es una coyuntura. Una coyuntura es pasajera, no dura mucho. Eso era una política de partido, larvada y engordada por grupos de interés que tomaba cuerpo en el interior del partido. Y observe una cosa: en ningún momento Schafik menciona el término "coyuntura"; todo lo expresado por él sugiere un comportamiento político, es decir, una práctica de partido permanente, lo que está muy lejos de ser "coyuntural".
Entonces, retomando e hilo conductor de lo que al principio le expresaba, en el sentido de que queremos lo mismo, la sóla diferencia radica en el hecho de que usted cree, vehementemente, que con la actual dirección puede hacerse la Revolución; mientras que yo, y no sólo yo, sino miles que claman por lo mismo, pensamos que eso pasa por cambiar esa dirección, lo que equivaldría a rescatar el partido.
Déjenos oir su voz, señor Arias, ya que usted tiene la valentía de hablar de Revolución, Justicia, Socialismo y señalar por su nombre y apellido a los responsables de la miseria, la opresión y la muerte: las oligarquías y sus partidos, cosa que ha sido desterrada hasta del léxico de la actual cúpula.
A estas alturas, ya casi nada puede ocultarse, y si las voces de los que antes no contaban con vasos comunicantes callaban, no era porque no tuvieran voz, no hay pueblo mudo. Por fortuna, este pueblo, que algunos interesados en la mudez callaban, hoy cuenta con radio, internet, y otros medios. Sin lanzar flores, porque no es mi oficio, Radio Cadena Mi Gente, por ejemplo, hace lo que su vanguardia enmudecida deja de hacer.
Atentamente, "el otro" Salvador Arias, desde Canadá.Actualizado (Jueves, 10 de Junio de 2010 05:33)
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