Escrito por Angélica Cárcamo.17 de Marzo. Tomado de Raices.
Caía la tarde, una calurosa tarde. Cientos de salvadoreños llegaron al Centro de Ferias y Convenciones (CIFCO) para rendirle un homenaje a su Santo, al Santo de los Pobres, a Monseñor Oscar Arnulfo Romero querían rendirle tributo pese a las largas y confusas filas para ingresar.
El tiempo transcurría en medio de las altas temperaturas, la espera se hacía más larga para unos y corta para otros, debido a que algunos aprovechaban el “descuido” de alguien de la fila para ingresar.
El paso a cuenta gotas para ingresar al Anfiteatro era porque los asistentes tenían que atravesar una de las dos puertas de seguridad, donde un grupo de policías y militares se encargaban de revisar cuanto bolso pasara frente a sus ojos.
¿Porqué tanta seguridad? Simple. Entre los asistentes se encontraba el presidente Mauricio Funes, acompañado de algunos funcionarios de gobierno y miembros el cuerpo diplomático acreditado en El Salvador.
La seguridad no era una exageración, conforme pasaban los asistentes, los cuerpos de seguridad decomisaron navajas, cuchillas, herramientas de fontanería y hasta una botella con guaro.
“Esto va a estar bien alegre”, dijo una mujer que llevaba a sus dos pequeñas hijas con camisas de Romero. Una de ellas portaba una pancarta con la imagen de Monseñor y la frase “Romero vive”.
La verdad Romero ya no vive, fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un francotirador de ultra derecha mientras oficiaba una misa en la capilla de un hospital de cancerosos. Él mismo predijo que resucitaría en el pueblo.
Según un informe de la Comisión de la Verdad, el religioso fue asesinado por orden de Roberto D´Aubuisson, fundador del partido ARENA.
Tanto afuera como al interior del CIFCO los vendedores aprovechaban a ganar un par de dólares con la venta de sourvenirs, que iban desde llaveros, pulseras, binchas, camisas, postres, hasta calendarios en honor al “Santo de América”.
Quienes no tenían suficiente dinero aprovecharon adquirir uno de los posters o abanicos que el gobierno regaló.
El presidente Funes señaló que Monseñor Romero “fue, es y será el guía espiritual de la nación y el referente más importante” de su gobierno.
El mandatario también anunció que el próximo 24 de marzo pedirá perdón en nombre del Estado salvadoreño por el asesinato de Romero, quien este año cumplirá su 30 aniversario.
“He decidido renovar mi compromiso con esa mayoría, necesitada de muestro país en un acto simbólico en homenaje a Monseñor Romero, el próximo 24 de marzo”, dijo.
El Congreso aprobó recientemente el día 24 de marzo fecha nacional en memoria al líder religioso, a pesar de que el partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena) se abstuvo de votar.
“Esta es una demostración que el país vive en una época de cambios, que lo que hasta ayer era imposible ahora es posible. Y rendir tributo a Monseñor Romero, el Santo de América, es algo que el pueblo y el gobierno de El Salvador tienen que hacer cada año”, mencionó el diputado del FMLN, Sigfrido Reyes.
En los últimos meses, distintas organizaciones sociales habían solicitado a Funes la realización de un acto especial en la conmemoración del 30 aniversario.
Así se realizó el concierto en “Homenaje a Monseñor Romero” donde distintos artistas nacionales cantaron diversas canciones en honor al obispo mártir.
Los asistentes presenciaron con una diversidad de grupos y artistas de diferentes géneros. La música popular de Exceso de Equipaje, el hip-hop de Pescozada y la rockera Lorena Cuerno, quien interpretó la canción “Siervo de Dios”, que hizo ganar varias ovaciones por parte de los asistentes.
Otro de los grupos que generó aplausos y gritos fue Los Torogoces de Morazán, un grupo de campesinos pertenecientes a la guerrilla y que se dedicaban a cantarle a sus compañeros.
Las canciones “Recordando al profeta” y “Corrido a Monseñor Romero” hizo bailar a la concurrencia, que no les importó bailar con las personas que tenían a la par.
Otro de los momentos que hizo aplaudir a los asistentes fue un video de Rubén Blades, quien se disculpó por no estar presente en el concierto pese a eso dedicó la famosa canción “El padre Antonio y su monaguillo Andrés”.
“Al padre lo halló la guerra un domingo de misa, dando la comunión en mangas de camisa. En medio del padre nuestro entró el matador y sin confesar su culpa le disparó”, cantaron a coro decenas de personas acompañando el video.
Actualmente el proceso de canonización de Monseñor Romero aún sigue estudiándose en el vaticano.
Para el brasileño Leonardo Boff, uno de los más importantes representantes de la Teología de la Liberación, Romero no ha sido canonizado porque “cuesta mucho el proceso y somos pobres”, dijo en el 2008 durante su visita a El Salvador en el vigésimo octavo aniversario de la muerte de Romero
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