Crear y sostener empleo es difícil, tarea propia de especialistas. Los empleos no se crean de la nada, por decisión política, como lo está demostrando el proyecto de la "fábrica de empleos"
Editorial.30 de Marzo. Tomado de El Diario de Hoy.
Preocuparse por lo "social" abarca desde posturas sensatas como la del ex presidente del gobierno español, Aznar, hasta las depredaciones de gente como el corrupto Arnoldo Alemán, de Nicaragua, y los Kirchner, de Argentina. En su buen sentido se podría entender lo "social" como aquello que beneficia a los sectores menos productivos de un conglomerado, grupos que no consiguen satisfacer plenamente ni sus aspiraciones ni sus necesidades.
Aznar es claro e inequívoco al definir cuál es la mejor política social posible: ocuparse en generar empleo y hacer esfuerzos para elevar la calidad de este. El empleo, lo dice, es resultado de la inversión, por lo que atraer inversionistas a un país o una comunidad debe ser un objetivo prioritario de toda gestión pública.
Existen, como es obvio, personas y grupos a los que se les debe ayudar directamente, sea por sus propias familias como ha sido tradición en nuestros países, o a través de programas asistenciales. Lo importante es no crear dependencias artificiales; hay hombres adultos y sanos que se resisten a trabajar, como personas sin brazos o con otras limitaciones físicas, que trabajan y se valen por sí mismas. El gran problema de la agricultura en la actualidad es que los pobladores rurales no quieren trabajar más de cinco o seis horas al día, lo que ha generado un mercado para braceros procedentes de Honduras y Nicaragua.
El empleo que se apoya en sus propios pies es el empleo eficiente, el competitivo, el que satisface exigencias o aspiraciones. Toda labor es parte de una casi infinita cadena de trabajos, pues incluso los individuos y bandas al margen de la ley necesitan desde comprar ropa hasta transportarse; una parte de lo que hacen es ilegal o abiertamente criminal, mientras otra es normal. Bien se sabe que el hombre consume desde antes de nacer (cuidados que le prodigan su familia y médicos) hasta después de morir. Y la mayor parte de lo que cada persona en el mundo consume tiene que ser suministrado por otros.
¡Vaya patriotismo, perseguir a empleadores!
Crear y sostener empleo es difícil, tarea propia de especialistas. Los empleos no se crean de la nada, por decisión política, como lo está demostrando el proyecto de la "fábrica de empleos". En teoría las comunidades iban a desarrollar proyectos de provecho para ellas mismas, pero esa ilusión se ha desvanecido; el mayor limitante es la débil capacidad de las actuales autoridades para ejecutar obras; meses después de la catástrofe del Ida, no se logra rehacer lo destruido. La gente ha tenido que reconstruir por sí misma sin recibir la ayuda prometida.
Es triste, pero sobre todo trágico, que varios de los figurones al frente de ministerios y dependencias gubernamentales se han tomado la atribución de hostigar a los productores, hacerles el feo a los que generan empleo y de quienes depende la subsistencia de millones de personas.
La errada idea es que las empresas y negocios se han valido de privilegios ilegales e inmorales para tener éxito. Pero hasta la fecha no se ha comprobado nada de eso, fuera de unos pocos casos de corruptos que se valieron de posiciones privilegiadas para amasar enormes fortunas, como el caso ya mencionado de Arnoldo Alemán, en Nicaragua, que usa lo robado para continuar medrando en política.
elsalvador.com :.: La mejor política social es la de generar empleo
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