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2010/03/30

Co Latino-24 de Marzo Día Nacional de Monseñor Óscar Arnulfo Romero | 29 de Marzo de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

Escrito por Norma Guevara de Ramirios. 30 de Marzo. Tomado de Diario Co Latino.

A 30 años del asesinato del Arzobispo de San Salvador, Monseñor Óscar Arnulfo Romero, la representación popular en el primer órgano del Estado reconoció  su valor como guía moral y espiritual del pueblo salvadoreño y de millones de creyentes dentro y fuera de las fronteras patrias al declarar el 24 de Marzo como Día Nacional de Monseñor Romero.  El acceso a la justicia que el pueblo y sus familiares tienen frente al asesinato de su Obispo el 24 de marzo de 1980, todavía espera; el reconocimiento popular nacional e internacional del pastor que más cerca ha estado de las personas y familias marginadas, reprimidas, y sufridas, jamás se hizo esperar, por eso aunque el proceso de canonización esté inconcluso se le reconoce como un santo, y el reconocimiento social expresado desde el Estado, llegó por fin, tanto en la declaración de la Asamblea Legislativa, como desde el Presidente de la República, Mauricio Funes.
Como expresara Rubén Darío en su poema Canto a la Esperanza: “verdugos de ideales afligieron la tierra… ¡Oh, Señor Jesucristo!, por qué tardas, qué esperas para tender tu mano de luz sobre las fieras y hacer brillar al sol tus divinas banderas” Siempre  brilló y brilla como luz nuestro Obispo mártir, siempre sus palabras que nacían de la vida, del sufrimiento, de la fraternidad y de la esperanza han acompañado a nuestro querido pueblo salvadoreño, especialmente al más sufrido y al más justo; por eso lo que ahora la Asamblea Legislativa hizo, es apenas un gesto que aunque tardío es justo para subrayar  y reivindicar al más grande de nuestros mártires.
Treinta años han pasado, y las generaciones que vivieron aquél doloroso momento de nuestra historia nacional jamás olvidan, pero es menester que las generaciones más jóvenes conozcan a Monseñor Romero, el salvadoreño que más ha trascendido en el mundo y que en algunos sectores se ha querido hacer ver equivocadamente que hay que dejar su recuerdo en paz, hasta que de acuerdo al derecho canónigo se le convierta en Beato o Santo; pero Monseñor fue un salvadoreño, un ciudadano que dirigió su mirada al pueblo y en cada día y en cada semana supo escoger el mensaje más apropiado según el entorno de entonces. La fe y su testimonio cristiano fue el marco al que siempre estuvo vinculado su pensamiento y su acción; pero jamás cerró los ojos a la realidad para esconderse en la religión como simple rito, apeló a la participación del pueblo en la historia.
Se ha escrito mucho sobre Monseñor Romero, pero los círculos católicos que  han hecho del seguimiento de su vida ejemplar, la razón de su existencia como cristianos, nos enseñan mucho y a ellas y ellos debemos agradecer su persistente labor; a la iglesia católica, a los laicos que reconocen su grandeza y que promovieron el reconocimiento desde el Estado, nuestra gratitud.
Monseñor es y sigue siendo guía espiritual del pueblo, pero sobre todo es permanente reserva de moral y ética  en estos tiempos en que el espejismo tienta hacia la distracción indebida de los deberes ciudadanos, en estos tiempos en que como afirma el ciudadano Vicepresidente de la República y Ministro de Educación, Salvador Sánchez Cerén, necesitamos referentes morales para la adolescencia y la juventud salvadoreña que no debe seguir pensando en estructuras delictivas como ejemplo a seguir.
El Salvador pudo ahora reducir la resistencia que existió en el pasado para reconocer a uno de sus hijos, esto debemos emplearlo sanamente para acercarnos al deber, al ser, al identificarnos como personas, como colectividades de trabajadores, de mujeres, de jóvenes, de artistas, de profesionales. Marzo de 2010 termina dejándonos una esperanza, la de poder ver con objetividad, nuestra historia, la esperanza de reconocer cercanos recuerdos de desgracias funestas, para levantarnos, para nunca repetir, para buscar el camino de la reconciliación sobre la base de la verdad.
A la familia, a los compatriotas de su ciudad natal, Ciudad Barrios, al pueblo salvadoreño que espera justicia, al mundo que contempló horrorizado aquél acontecimiento y que nos acompañó solidariamente podemos decirle ahora, más que un Día Nacional de Monseñor Romero, vivamos este acontecimiento como señal de un nuevo tiempo y sigamos mirando hacia los excluidos, marginados y sufridos buscando unidos las formas más eficaces de lograr, con ellos y para ellos, la justicia social anhelada por nuestro obispo mártir, por nuestro pastor y guía Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez.

24 de Marzo Día Nacional de Monseñor Óscar Arnulfo Romero | 29 de Marzo de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

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